Tristeza,
no vengas,
no tengo tiempo para tus trampas.
Mi casa, no es tu casa,
mi casa es para los que cantan.
No calentaré más tus pies,
ni arrancaré más versos
con tu nombre.
No pudrirás los días,
ni convertirás en polvo este amor
que aún es brasa, es caricia.
No apagarás más la
luz,
no serás quien me
guie
por ríos y mares de salitre.
Te golpearé si me desafías,
te mataré sin culpa alguna,
cubriré tu cadáver de estiércol y de cenizas.
No vengas, llama a otras puertas,
a las de aquellos que gozan con tu ponzoña
como si fuera el néctar de la pena eterna.
Tristeza,
mi cuerpo
aún tiene corazón y fuerza,
para decir: vete a la
mierda.
Un cierre perfecto.
ResponderEliminar¡ Ahijuna, carajo !
ResponderEliminar¡ Ahijuna, carajo !
ResponderEliminar"Tristeza, mi cuerpo aun tiene corazón y fuerza..." Rezo para que sea así durante muchos años y nos sigas alegrando e inspirando con tus versos.
ResponderEliminarEstá bien, pero esa no era razón para borrar mi dirección.
ResponderEliminarey, no sè a què te refieres, explícate, por favor.
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