Viñeta de Kalvellido
No quiero tu mano blanda,
quiero tu puño,
no quiero tu palabra débil,
quiero tu grito antiguo,
no quiero tu espalda curva,
quiero tu médula en pie.
No quiero tus párpados zurcidos,
quiero tu mirada al frente.
Te quiero entero,
lleno de fuego,
te quiero sencillamente humano,
sencillo y ferruginoso,
sencillo y combativo,
sencillo de piel y de palabra,
sencillo de patria.
Sin muros, sin quietud,
sin el terror de los vencidos,
Te quiero así, como eres,
da igual donde sueñes.
Te quiero, porque veo
a través de ti, de vosotras,
que aún son posibles
sus derrotas.
Y luego te extrañarás que te queramos a ti.
ResponderEliminarPrecioso Silvia.
oh, què bonito lo que me dices, eskerrik asko¡
EliminarTendría que escribirte cada vez que publicas algo.
ResponderEliminarPues la potencia, la justeza de lo que dices llega directo y fuerte como un puñetazo.
¡Qué lindo haberte encontrado! A tí que día a día das prueba de belleza combativa y de calidad humana...
oh, arruga rpm, me dices palabras tan bonitas, en tiempos tan feos... que llegan hondo y se quedan, eskerrik asko¡
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