Viñeta de Kalvellido
El futuro sería demasiado sombrío si no hubiera luz entre las tinieblas.
Esa luz la lleva parpadeante un puñado de gente que no se rinde: presos que se mantienen firmes entre rejas, políticos con la paz clavada en el pecho, sindicalistas en medio de emperadores, periodistas sin mordaza, activistas que no se acobardan, gentes de uno y otro costado que no aceptan la rendición de la palabra, que recogen los alaridos para transformarlos en evidencias.
Gentes corrientes a los que también les pesa esta forma de vida alejada de la canción, del abrazo, de la risa.
Gentes comunes que transforman el día a día, sin travestirse, sin ponerse precio, sin doble rasero, sin armas y sin yelmos.
Gente que no cede un palmo, que no se domestica, que no se arrodilla.
Que no son piedra, que nutridos de esperanza combaten la vieja ley de la codicia.
Gentes con dos brazos, dos piernas y un sólo corazón para pelear contra las injusticias.
Gentes sencillas.
Admirables gentes sencillas.
Por ellos yo sé que este año que empieza con su siniestro presagio de miseria será menos malo de lo que unos pocos desean.
Por ellos yo sé que este año 2011, traerá combates y resistencias, traerá quejas, se romperán jaulas, se extinguirán demencias.
Por ellos, si, porque está muy presente su herencia, este año que empieza, vendrá cargado de insurgencias.
Cruzo los dedos para que así sea.
jueves, 30 de diciembre de 2010
miércoles, 22 de diciembre de 2010
Chapeau ZP¡
Viñeta de Kalvellido
Dicen que el gobierno no sabe gestionar la crisis, que improvisa y que va dando bandazos según arrecie el temporal.
Yo creo que no es así, todas las medidas anunciadas son acertadísimas, sobre todo, una de las últimas, la de la jubilación.
La gente cree que merece un descanso después de estar toda una vida en la fábrica o el andamio y creen que es su derecho continuar cobrando, pero ¡tamaña estupidez esa de recibir dinero sin trabajar!
Además con todo lo que ha avanzado la medicina, ahora los currelas viven mucho pero enfermos, a los 60 de tanto currar a la intemperie, de tanta hora extra, de tanta precariedad, se jubilan realmente jodidos.
Y es caro, el capricho de la medicina gratuita es caro.
Por todo esto me parece bien que la jubilación sea más tarde, quizá en esos años de más, la mortalidad en el trabajo ascienda y consigamos de esta forma matar dos pájaros de un tiro; evitar abonar cantidades inmensas de salarios a personas que ya no producen y por el otro, aliviar los gastos de la seguridad social.
Desde luego el gobierno sabe muy bien tripular esta nave, con la ayuda de banqueros y empresarios, ha hecho muy bien las cuentas.
Y aunque algunos, pocos, rojos, agiten las orejas y se enfurezcan, lo cierto es que la patria así, dejará de ser un lugar de subsidiados, de gratuitas existencias, de beneficiarios improductivos.
Bien, por el gobierno, me quito ante vosotros el sombrero.
Dicen que el gobierno no sabe gestionar la crisis, que improvisa y que va dando bandazos según arrecie el temporal.
Yo creo que no es así, todas las medidas anunciadas son acertadísimas, sobre todo, una de las últimas, la de la jubilación.
La gente cree que merece un descanso después de estar toda una vida en la fábrica o el andamio y creen que es su derecho continuar cobrando, pero ¡tamaña estupidez esa de recibir dinero sin trabajar!
Además con todo lo que ha avanzado la medicina, ahora los currelas viven mucho pero enfermos, a los 60 de tanto currar a la intemperie, de tanta hora extra, de tanta precariedad, se jubilan realmente jodidos.
Y es caro, el capricho de la medicina gratuita es caro.
Por todo esto me parece bien que la jubilación sea más tarde, quizá en esos años de más, la mortalidad en el trabajo ascienda y consigamos de esta forma matar dos pájaros de un tiro; evitar abonar cantidades inmensas de salarios a personas que ya no producen y por el otro, aliviar los gastos de la seguridad social.
Desde luego el gobierno sabe muy bien tripular esta nave, con la ayuda de banqueros y empresarios, ha hecho muy bien las cuentas.
Y aunque algunos, pocos, rojos, agiten las orejas y se enfurezcan, lo cierto es que la patria así, dejará de ser un lugar de subsidiados, de gratuitas existencias, de beneficiarios improductivos.
Bien, por el gobierno, me quito ante vosotros el sombrero.
lunes, 20 de diciembre de 2010
La jaula
Viñeta de Kalvellido
Soñar con otro mundo hoy es un crimen.
Parece como si aquellos que se esfuerzan por conseguir un lugar más habitable fueran delincuentes horribles.
Parece que este es un lugar seguro solo si estamos quietos dentro de las jaulas.
Es el miedo a la libertad de los esclavos.
Pero pese a quien pese, más allá, aún hay utopías.
Más allá del abismo hay un tiempo sin látigo, sin castigos.
Más allá, en otras casas, es fecunda la palabra, las canciones, la poesía.
Y aunque tiemblen los dueños del espacio y de la vida, aunque cada día haya más siervos pagando a plazos las rejas, aunque parezca que el silencio barniza los gritos y que una costra de indiferencia aísla la miseria, aquellos que se esfuerzan por conseguir un lugar más habitable enseñan sus certezas, arrojan como piedras sus conciencias y no se rinden.
No se rinden porque está en juego la libertad, porque la justicia enfermó de crimen y sepultura , porque la paz no puede ser por más tiempo un espejismo.
Y porque no rendirse es la única opción posible.
Soñar con otro mundo hoy es un crimen.
Parece como si aquellos que se esfuerzan por conseguir un lugar más habitable fueran delincuentes horribles.
Parece que este es un lugar seguro solo si estamos quietos dentro de las jaulas.
Es el miedo a la libertad de los esclavos.
Pero pese a quien pese, más allá, aún hay utopías.
Más allá del abismo hay un tiempo sin látigo, sin castigos.
Más allá, en otras casas, es fecunda la palabra, las canciones, la poesía.
Y aunque tiemblen los dueños del espacio y de la vida, aunque cada día haya más siervos pagando a plazos las rejas, aunque parezca que el silencio barniza los gritos y que una costra de indiferencia aísla la miseria, aquellos que se esfuerzan por conseguir un lugar más habitable enseñan sus certezas, arrojan como piedras sus conciencias y no se rinden.
No se rinden porque está en juego la libertad, porque la justicia enfermó de crimen y sepultura , porque la paz no puede ser por más tiempo un espejismo.
Y porque no rendirse es la única opción posible.
La zurda
Viñeta de Kalvellido
Tenemos un problema grave: no sabemos donde está la izquierda ni donde la derecha.
Por supuesto no es algo que haya sucedido repentinamente, ha sido poco a poco, como una infección sin penicilina.
Digo esto porque tal y como están las cosas, con un gobierno que se dice de izquierda aplicando dócilmente medidas de ultraderecha, con tanto autodenominado socialista exhibiendo propiedades y ganancias, con tanto rendir pleitesía los republicanos, con tanto abanderar la represión los perseguidos de antaño, con tanto proteger la amnesia los olvidados, he llegado a la conclusión de que realmente desde aquel 6 de diciembre fusionaron a escondidas ambas manos.
Porque, ¿no deberían ser todos los parados de izquierda, de una izquierda real, sin los eufemismos de los que nos gobiernan?
Porque, ¿no deberían ser de izquierda todos los trabajadores en precario y los emigrantes y los endeudados y los desahuciados?
¿No deberían ser de izquierda al menos todas estas personas que viven al borde de la miseria?, ¿si fueran todos ellos de izquierda, no formaríamos una mayoría que podría hacer temblar a los que confunden ambas manos?
¿Qué ocurre con la zurda?
¿Fue quedándose inútil caminando por los pasillos del parlamento?
¿No puede ya doblar los dedos para alzar el puño?
¿Es que va a quedarse, flácida, mientras la diestra se airea?
Sólo moviéndola sabremos que está a nuestro lado, ¿a qué esperamos?
Tenemos un problema grave: no sabemos donde está la izquierda ni donde la derecha.
Por supuesto no es algo que haya sucedido repentinamente, ha sido poco a poco, como una infección sin penicilina.
Digo esto porque tal y como están las cosas, con un gobierno que se dice de izquierda aplicando dócilmente medidas de ultraderecha, con tanto autodenominado socialista exhibiendo propiedades y ganancias, con tanto rendir pleitesía los republicanos, con tanto abanderar la represión los perseguidos de antaño, con tanto proteger la amnesia los olvidados, he llegado a la conclusión de que realmente desde aquel 6 de diciembre fusionaron a escondidas ambas manos.
Porque, ¿no deberían ser todos los parados de izquierda, de una izquierda real, sin los eufemismos de los que nos gobiernan?
Porque, ¿no deberían ser de izquierda todos los trabajadores en precario y los emigrantes y los endeudados y los desahuciados?
¿No deberían ser de izquierda al menos todas estas personas que viven al borde de la miseria?, ¿si fueran todos ellos de izquierda, no formaríamos una mayoría que podría hacer temblar a los que confunden ambas manos?
¿Qué ocurre con la zurda?
¿Fue quedándose inútil caminando por los pasillos del parlamento?
¿No puede ya doblar los dedos para alzar el puño?
¿Es que va a quedarse, flácida, mientras la diestra se airea?
Sólo moviéndola sabremos que está a nuestro lado, ¿a qué esperamos?
jueves, 16 de diciembre de 2010
Nuestros viejos
Viñeta de Kalvellido
No ha pasado tanto tiempo desde que tuvieron que salir a la calle para defender con las armas la democracia.
Hoy, los que entonces fueron sepultados con la derrota, el exilio, la mordaza, el crucifijo y la patria fallecen poco a poco, dejándonos solos con la memoria, solos con el recuerdo de su voz, de su resistencia.
Los jóvenes de ayer, hoy al borde de la vida, contemplan la realidad con espanto, no hay un caudillo, es verdad, son muchos los caudillos.
La democracia de entonces, fusilada en los paredones, dejó un monstruo deforme con su nombre y ahora nos devuelve impasible a los harapos, al pan ausente sobre la mesa, a la delación, al castigo.
Y los viejos, cansados de tanto ver pasar de largo la victoria, deben preguntarse si de algo sirvió su ejemplo, si de algo sirvieron los muertos amontonados durante aquellos años que parecieron siglos.
Hoy, el fascismo se elije en referéndum pero es el mismo. La misma pobreza aireándose en las mismas casas, los derechos arrancados a golpe de ley o de sable. La salud, los libros, en peligro. La tierra yerma o en venta que es lo mismo.
Hoy, los viejos, nos pasan el testigo de su dignidad, mañana veremos si lo merecimos.
No ha pasado tanto tiempo desde que tuvieron que salir a la calle para defender con las armas la democracia.
Hoy, los que entonces fueron sepultados con la derrota, el exilio, la mordaza, el crucifijo y la patria fallecen poco a poco, dejándonos solos con la memoria, solos con el recuerdo de su voz, de su resistencia.
Los jóvenes de ayer, hoy al borde de la vida, contemplan la realidad con espanto, no hay un caudillo, es verdad, son muchos los caudillos.
La democracia de entonces, fusilada en los paredones, dejó un monstruo deforme con su nombre y ahora nos devuelve impasible a los harapos, al pan ausente sobre la mesa, a la delación, al castigo.
Y los viejos, cansados de tanto ver pasar de largo la victoria, deben preguntarse si de algo sirvió su ejemplo, si de algo sirvieron los muertos amontonados durante aquellos años que parecieron siglos.
Hoy, el fascismo se elije en referéndum pero es el mismo. La misma pobreza aireándose en las mismas casas, los derechos arrancados a golpe de ley o de sable. La salud, los libros, en peligro. La tierra yerma o en venta que es lo mismo.
Hoy, los viejos, nos pasan el testigo de su dignidad, mañana veremos si lo merecimos.
miércoles, 8 de diciembre de 2010
Resurección
Viñeta de Kalvellido
En el 2010, en una democracia, según dicen, bien alimentada, han sacado a los militares a la calle. Han aireado las amenazas, han mostrado las garras mientras el populacho aplaudía.
Y todos tan tranquilos con esta gloriosa victoria.
Los fusiles resucitaron, vinieron para quedarse como se queda la miseria, como se queda el miedo y la ignorancia esparcida por los rincones.
Por la fuerza, por cojones, el gobierno no admite rebeliones.
Y que sirva de precedente, los muertos pueden sembrarse si son ciudadanos con conciencia de clase.
La violencia se derrama porque exige, para continuar viva, silencio a manos llenas.
Que callen todos, que se arrodillen, que nadie levante el puño ni la palabra, que los sables están afilados y tienen sed de sangre.
La democracia desafía a la paz y a la justicia mientras la mayoría recita la propaganda, bate palmas y se idiotiza.
En el 2010, en una democracia, según dicen, bien alimentada, han sacado a los militares a la calle. Han aireado las amenazas, han mostrado las garras mientras el populacho aplaudía.
Y todos tan tranquilos con esta gloriosa victoria.
Los fusiles resucitaron, vinieron para quedarse como se queda la miseria, como se queda el miedo y la ignorancia esparcida por los rincones.
Por la fuerza, por cojones, el gobierno no admite rebeliones.
Y que sirva de precedente, los muertos pueden sembrarse si son ciudadanos con conciencia de clase.
La violencia se derrama porque exige, para continuar viva, silencio a manos llenas.
Que callen todos, que se arrodillen, que nadie levante el puño ni la palabra, que los sables están afilados y tienen sed de sangre.
La democracia desafía a la paz y a la justicia mientras la mayoría recita la propaganda, bate palmas y se idiotiza.
lunes, 6 de diciembre de 2010
El 6 de diciembre
Viñeta de Kalvellido
El 6 de diciembre cantan cara al sol.
Tricornios, coronas, banderas.
La mano extendida al frente, las cárceles llenas, ruido de cadenas.
El 6 de diciembre borraron la memoria, refundaron la gran patria.
El 6 de diciembre, hace unos años,
aceptaron el testamento de un fantasma,
dijeron amén a sus siniestros mandatos,
obedecieron con sangre, con tortura, con amnesia,
se arrodillaron para siempre.
El 6 de diciembre pensaron que ya todo estaba escrito,
que el silencio sería fecundo,
que los pueblos andarían errantes
sin aire en los pulmones.
Se equivocaron.
El 6 de diciembre baja hasta las raíces el dolor presente y el pasado,
como si no hubiera pasado un sólo día,
como si estuviera vivo el fantasma
y su ley sangrante fuera la misma
y parecidos los gritos,
y similares los patíbulos.
El 6 de diciembre cantan cara al sol.
Tricornios, coronas, banderas.
La mano extendida al frente, las cárceles llenas, ruido de cadenas.
El 6 de diciembre borraron la memoria, refundaron la gran patria.
El 6 de diciembre, hace unos años,
aceptaron el testamento de un fantasma,
dijeron amén a sus siniestros mandatos,
obedecieron con sangre, con tortura, con amnesia,
se arrodillaron para siempre.
El 6 de diciembre pensaron que ya todo estaba escrito,
que el silencio sería fecundo,
que los pueblos andarían errantes
sin aire en los pulmones.
Se equivocaron.
El 6 de diciembre baja hasta las raíces el dolor presente y el pasado,
como si no hubiera pasado un sólo día,
como si estuviera vivo el fantasma
y su ley sangrante fuera la misma
y parecidos los gritos,
y similares los patíbulos.
sábado, 4 de diciembre de 2010
Hijos de la misma bestia
Viñeta de Kalvellido
Las máscaras están en el suelo, se pueden ver sus calaveras.
Son hijos de la misma bestia.
Avanzan a empujones entre siglos de miseria.
Estos cráneos deformados vomitan indigencia.
Si ya todo es pobreza y desempleo, si ya todo es miedo,
si ya el pueblo entero tiembla.
Ordenan desahucios y reparten deudas,
mandan a trabajar por un jornal que no quita el hambre,
venden el aire, la salud, la poesía,
derraman sus mentiras, su violencia, su hipocresía.
Todos son hijos de la misma bestia,
criaturas deformes arruinadas de humanidad
que tiran a matar.
Todos,
todos,
todos son hijos de la misma bestia,
maman el néctar de la codicia,
devoran las vísceras de la justicia,
descuartizan la vida
y se acuestan sobre los despojos de la sociedad
a dormir sin pesadillas.
Todos los políticos son hijos de la misma bestia,
todos son apóstoles de la muerte,
seres de paja,
eyaculadores falaces.
Todos a golpe de palabra
pudren el futuro.
Son nuestros verdugos.
Las máscaras están en el suelo, se pueden ver sus calaveras.
Son hijos de la misma bestia.
Avanzan a empujones entre siglos de miseria.
Estos cráneos deformados vomitan indigencia.
Si ya todo es pobreza y desempleo, si ya todo es miedo,
si ya el pueblo entero tiembla.
Ordenan desahucios y reparten deudas,
mandan a trabajar por un jornal que no quita el hambre,
venden el aire, la salud, la poesía,
derraman sus mentiras, su violencia, su hipocresía.
Todos son hijos de la misma bestia,
criaturas deformes arruinadas de humanidad
que tiran a matar.
Todos,
todos,
todos son hijos de la misma bestia,
maman el néctar de la codicia,
devoran las vísceras de la justicia,
descuartizan la vida
y se acuestan sobre los despojos de la sociedad
a dormir sin pesadillas.
Todos los políticos son hijos de la misma bestia,
todos son apóstoles de la muerte,
seres de paja,
eyaculadores falaces.
Todos a golpe de palabra
pudren el futuro.
Son nuestros verdugos.
martes, 16 de noviembre de 2010
El paredòn
Viñeta de Kalvellido
Todas las armas están cargadas. La humanidad está en el paredón. El pelotón de fusilamiento se frota las manos antes de disparar. Unos pocos acechan desde cerca el momento infame en el que caiga al suelo para arrancarle las pocas riquezas que le quedan.
Apenas entre los dientes algo de oro, petróleo y tierra yerma.
Mira de frente, no tiembla, la noche es larga. El grito de millones recorre sus arterias.
Huele a pólvora, a azufre, a tinieblas.
Los verdugos apuntan con rifles cargados de hambruna, de ignorancia, de desesperación. Disparan sus masacres, sus cárceles, su represión.
Disparan una y otra vez esclavitudes, pestes, desinformación.
Disparan ráfagas de muerte, de tortura, de terror. Fuego a discreción.
La humanidad mira de frente, no tiembla, sangran sus heridas, no cae, no se arrodilla.
Altiva, sagrada, digna.
Lleva el corazón sobre la rabia. Tiene canciones en los labios, tiene sueños, tiene vida.
Resiste con los puños apretados.
Resiste golpe a golpe, siglo a siglo.
Resiste a pelo, día a día,
los disparos genocidas de la codicia.
Todas las armas están cargadas. La humanidad está en el paredón. El pelotón de fusilamiento se frota las manos antes de disparar. Unos pocos acechan desde cerca el momento infame en el que caiga al suelo para arrancarle las pocas riquezas que le quedan.
Apenas entre los dientes algo de oro, petróleo y tierra yerma.
Mira de frente, no tiembla, la noche es larga. El grito de millones recorre sus arterias.
Huele a pólvora, a azufre, a tinieblas.
Los verdugos apuntan con rifles cargados de hambruna, de ignorancia, de desesperación. Disparan sus masacres, sus cárceles, su represión.
Disparan una y otra vez esclavitudes, pestes, desinformación.
Disparan ráfagas de muerte, de tortura, de terror. Fuego a discreción.
La humanidad mira de frente, no tiembla, sangran sus heridas, no cae, no se arrodilla.
Altiva, sagrada, digna.
Lleva el corazón sobre la rabia. Tiene canciones en los labios, tiene sueños, tiene vida.
Resiste con los puños apretados.
Resiste golpe a golpe, siglo a siglo.
Resiste a pelo, día a día,
los disparos genocidas de la codicia.
domingo, 14 de noviembre de 2010
Los bicèfalos
Viñeta de Kalvellido
Yo sólo tengo una cabeza, no tengo la suerte que tienen otros de tener dos.
Con esta pobre cabeza que yo tengo no comprendo cómo es posible vivir con dos bocas que hablan, con cuatro orejas que escuchan, con dos cerebros que piensan. Digo esto porque la clase política del estado español, lleva sobre los hombros dos.
Con una hablan de paz, con la otra no paran de guerrear.
Con una defienden la democracia y con la otra la revientan.
Con una condenan la violencia, con la otra la silencian.
Con una persiguen bestias, con la otra destruyen sus huellas.
Y así, con estas dos cabezas que cada uno de ellos lleva, vamos escuchándoles defender la libertad de expresión mientras acosan a algunos medios de comunicación.
Mientras se vanaglorian de ser demócratas encarcelan a quien no les da la razón. Mientras se rasgan las vestiduras porque Otegui no dice lo que ellos quieren escuchar, callan si su jefex admite la íntima relación con el GAL. Mientras besan las manos del tirano, salen a explicar que lo del Sáhara estuvo mal. Mientras blindan a los ricos para que se enriquezcan más dicen que se preocupan por nuestro bienestar. Mientras hablan de justicia, vomitan injusticias y así soportamos esta delirante manada de bicéfalos.
Extraña raza, extraños los idiomas que utilizan, extraña la coherencia que abanderan.
Yo sólo tengo una cabeza, si tuviera dos, seguro que en cualquier parlamento tendría un sillón.
Yo sólo tengo una cabeza, no tengo la suerte que tienen otros de tener dos.
Con esta pobre cabeza que yo tengo no comprendo cómo es posible vivir con dos bocas que hablan, con cuatro orejas que escuchan, con dos cerebros que piensan. Digo esto porque la clase política del estado español, lleva sobre los hombros dos.
Con una hablan de paz, con la otra no paran de guerrear.
Con una defienden la democracia y con la otra la revientan.
Con una condenan la violencia, con la otra la silencian.
Con una persiguen bestias, con la otra destruyen sus huellas.
Y así, con estas dos cabezas que cada uno de ellos lleva, vamos escuchándoles defender la libertad de expresión mientras acosan a algunos medios de comunicación.
Mientras se vanaglorian de ser demócratas encarcelan a quien no les da la razón. Mientras se rasgan las vestiduras porque Otegui no dice lo que ellos quieren escuchar, callan si su jefex admite la íntima relación con el GAL. Mientras besan las manos del tirano, salen a explicar que lo del Sáhara estuvo mal. Mientras blindan a los ricos para que se enriquezcan más dicen que se preocupan por nuestro bienestar. Mientras hablan de justicia, vomitan injusticias y así soportamos esta delirante manada de bicéfalos.
Extraña raza, extraños los idiomas que utilizan, extraña la coherencia que abanderan.
Yo sólo tengo una cabeza, si tuviera dos, seguro que en cualquier parlamento tendría un sillón.
martes, 9 de noviembre de 2010
El abecedario
Viñeta de Kalvellido
Querido señor Gonzalex:
Usted està enfermo, si no quiere decírselo su familia yo se lo digo: padece el síndrome del abecedario, sí, si, no se asuste, tiene cura, sólo una terapia adecuada y voluntad, mucha voluntad.
¿Qué le ocurre señor Gonzalex?,
¿Añora aquellos tiempos en los que desde su despacho bajaba el pulgar o lo levantaba?
¿Siente nostalgia de su poder sobre la muerte?
Señor Gonzàlex, ya todos supimos despejar las incógnitas: el terror se fabricó en los desagües de su casa entonces ¿con qué objetivo viene a rellenar con su puño los puntos suspensivos?
Cuídese los abecedarios, señor Gonzalex, cuide la caligrafía, los signos, las puntuaciones, repase las cartillas, dígale a alguien que le ayude con los dictados, aprenda de nuevo a juntar letras, no se quede prendado con la “X”, hay muchas otras que lo esperan.
La “t”, de tortura, la “s” de secuestro, la “c” de crimen, así hasta 28.
Señor Gonzalex, usted fue presidente y hoy declara que dudó entre ordenar asesinar o dejar quieta la vida, usted está enfermo, qué duda cabe, pero de cinismo.
Querido señor Gonzalex:
Usted està enfermo, si no quiere decírselo su familia yo se lo digo: padece el síndrome del abecedario, sí, si, no se asuste, tiene cura, sólo una terapia adecuada y voluntad, mucha voluntad.
¿Qué le ocurre señor Gonzalex?,
¿Añora aquellos tiempos en los que desde su despacho bajaba el pulgar o lo levantaba?
¿Siente nostalgia de su poder sobre la muerte?
Señor Gonzàlex, ya todos supimos despejar las incógnitas: el terror se fabricó en los desagües de su casa entonces ¿con qué objetivo viene a rellenar con su puño los puntos suspensivos?
Cuídese los abecedarios, señor Gonzalex, cuide la caligrafía, los signos, las puntuaciones, repase las cartillas, dígale a alguien que le ayude con los dictados, aprenda de nuevo a juntar letras, no se quede prendado con la “X”, hay muchas otras que lo esperan.
La “t”, de tortura, la “s” de secuestro, la “c” de crimen, así hasta 28.
Señor Gonzalex, usted fue presidente y hoy declara que dudó entre ordenar asesinar o dejar quieta la vida, usted está enfermo, qué duda cabe, pero de cinismo.
lunes, 8 de noviembre de 2010
Otra masacre
Viñeta de Kalvellido
Otra masacre. Más cadáveres sobre una bandera.
La muerte es el único argumento con los que se sublevan.
Bajan los pulgares y el plomo siembra calaveras.
Otra masacre, joder, otra masacre en la tierra.
Más muertos pateando la justicia ciega,
arrancándole las venas a esa justicia que revienta,
clavándole en la memoria su mirada negra.
Otra masacre, ya perdimos la cuenta
de los que murieron con la patria a cuestas,
de los que murieron y esperan envueltos de cal, de amnesia.
Otra masacre, aquí cerca,
clavada en el corazón.
Otra masacre en este mundo de mierda.
Otra masacre. Más cadáveres sobre una bandera.
La muerte es el único argumento con los que se sublevan.
Bajan los pulgares y el plomo siembra calaveras.
Otra masacre, joder, otra masacre en la tierra.
Más muertos pateando la justicia ciega,
arrancándole las venas a esa justicia que revienta,
clavándole en la memoria su mirada negra.
Otra masacre, ya perdimos la cuenta
de los que murieron con la patria a cuestas,
de los que murieron y esperan envueltos de cal, de amnesia.
Otra masacre, aquí cerca,
clavada en el corazón.
Otra masacre en este mundo de mierda.
domingo, 7 de noviembre de 2010
El mundo que tenemos
Viñeta de Kalvellido
No sólo vivimos en un mundo acotado por alambradas, por muros. Un mundo con poquísimas ventanas.
No sólo vivimos de prestado, como si fuéramos inquilinos incómodos, como si nos hicieran un favor por dejarnos gastar el aire, la luz, la hierba.
Padecemos el peor de los dramas: la vida tiene precio.
De unos pocos es el agua, de unos pocos son las semillas, de unos pocos la salud, de unos pocos es el techo, de unos pocos el abrigo, de unos pocos es el conocimiento, de unos pocos es nuestro tiempo, de unos pocos son las canciones, de unos pocos los abecedarios, de unos pocos es la comida.
Y así sobrevivimos encadenados a la codicia de unos pocos, acostumbrados a abonar un peaje siniestro por estar vivos.
De esta forma estorban todos aquellos que apenas alcanzan a reunir unas monedas.
Esos no cuentan, esos mejor que se mueran, que dejen libre la tierra.
Y así, compramos y compramos, pagamos y pagamos hasta que nos dejan fuera del mercado.
Este es el mundo que tenemos.
Un mundo donde los terroristas más peligrosos son mercaderes armados hasta los dientes con títulos de propiedad, con patentes.
No sólo vivimos en un mundo acotado por alambradas, por muros. Un mundo con poquísimas ventanas.
No sólo vivimos de prestado, como si fuéramos inquilinos incómodos, como si nos hicieran un favor por dejarnos gastar el aire, la luz, la hierba.
Padecemos el peor de los dramas: la vida tiene precio.
De unos pocos es el agua, de unos pocos son las semillas, de unos pocos la salud, de unos pocos es el techo, de unos pocos el abrigo, de unos pocos es el conocimiento, de unos pocos es nuestro tiempo, de unos pocos son las canciones, de unos pocos los abecedarios, de unos pocos es la comida.
Y así sobrevivimos encadenados a la codicia de unos pocos, acostumbrados a abonar un peaje siniestro por estar vivos.
De esta forma estorban todos aquellos que apenas alcanzan a reunir unas monedas.
Esos no cuentan, esos mejor que se mueran, que dejen libre la tierra.
Y así, compramos y compramos, pagamos y pagamos hasta que nos dejan fuera del mercado.
Este es el mundo que tenemos.
Un mundo donde los terroristas más peligrosos son mercaderes armados hasta los dientes con títulos de propiedad, con patentes.
viernes, 5 de noviembre de 2010
Si yo fuera dios
Viñeta de Kalvellido
Si yo fuera dios con la disculpa de la crisis mandaba a todos al carajo porque mira que salen caros los desplazamientos de los representantes, mira que salen caros los uniformes de trabajo, mira que salen caras sus oficinas y esa costumbre tan denostada de trabajar cuando nadie más trabaja y las subcontratas de limosneros, campaneros y beatas.
Si yo fuera dios aprovecharía estos momentos de incertidumbre y como buen empresario cerraría para siempre las puertas del cielo.
Si yo fuera dios estaría harto de sufragar la buena vida de unos cuantos, estaría hasta las barbas de tanto vago, de tanto embustero, de tanta moral inmoral, de tanto fabricar almas de plástico.
Si yo fuera dios no permitiría que un anciano babeante continuara en el trabajo hasta la muerte, contrataría mano de obra más barata, reduciría gastos, cobraría por confesión, por comunión y por bautismo.
Si yo fuera dios no estaría disponible a todas horas, hablaría con todos, no con unos pocos, dejaría hojas de reclamaciones a disposición de los clientes, llevaría rigurosos controles de sanidad de los obispos, permitiría las huelgas menos comprometidas y los delegados sindicales serían mis amigos.
Si yo fuera dios presentaría mi renuncia, me cambiaría de sexo y me marcharía a algún lugar laico a pasear por el malecón sin que nadie me bese las manos.
Si yo fuera dios.
Si yo fuera dios con la disculpa de la crisis mandaba a todos al carajo porque mira que salen caros los desplazamientos de los representantes, mira que salen caros los uniformes de trabajo, mira que salen caras sus oficinas y esa costumbre tan denostada de trabajar cuando nadie más trabaja y las subcontratas de limosneros, campaneros y beatas.
Si yo fuera dios aprovecharía estos momentos de incertidumbre y como buen empresario cerraría para siempre las puertas del cielo.
Si yo fuera dios estaría harto de sufragar la buena vida de unos cuantos, estaría hasta las barbas de tanto vago, de tanto embustero, de tanta moral inmoral, de tanto fabricar almas de plástico.
Si yo fuera dios no permitiría que un anciano babeante continuara en el trabajo hasta la muerte, contrataría mano de obra más barata, reduciría gastos, cobraría por confesión, por comunión y por bautismo.
Si yo fuera dios no estaría disponible a todas horas, hablaría con todos, no con unos pocos, dejaría hojas de reclamaciones a disposición de los clientes, llevaría rigurosos controles de sanidad de los obispos, permitiría las huelgas menos comprometidas y los delegados sindicales serían mis amigos.
Si yo fuera dios presentaría mi renuncia, me cambiaría de sexo y me marcharía a algún lugar laico a pasear por el malecón sin que nadie me bese las manos.
Si yo fuera dios.
jueves, 4 de noviembre de 2010
El papa
Viñeta de Kalvellido
Siempre he sido poco amiga de ídolos, desde niña me espantaron esos seres, más parecidos a estrellas de rock sexagenarios que a mesías portadores de la única buena nueva posible: la justicia.
Aborrezco al Papa y todo lo que representa: siglos y siglos de engaños, de clavar a los pueblos en la cruz de la resignación.
Sabemos que dios nunca estuvo muerto puesto que nunca fue parido y el papa también sabe esto y toda su cohorte, pero sostienen esta inmensa trampa con promesas de eternidad que nunca se cumplirán.
Debe continuar con este gran invento para que no caiga en el olvido que lo cuenta todo, que cuidadito con aquellos que follan o son ateos, que tiene línea directa con el cielo.
Ratzinger, este tipo que con solo mirarlo te tiemblan desde las pestañas hasta los ovarios, es hoy el representante de ese dios que nunca fue parido y pone a funcionar la propaganda aún sabiendo que el producto está en mal estado, desea rescatar a eso fieles que dudan entre el futbol, los centros comerciales, la droga, Obama, o su personaje caducado.
Y va de aquí pa allá con su alfombra blanca, con sus palomas blancas, con sus discípulos de sotanas blancas y habla para un mundo que adora el becerro de oro que esconde bajo su falda.
Este tipo viajará estos días al Estado español, lo recibirán manadas de fieles adoradores de la nada, besarán sus manos sarmentosas, rezarán, se golpearán el pecho y darán las gracias por haber visto a este hombre parido de mujer desgarrada.
Ni más ni menos: un actor siniestro, una escenografía sublime y el club de fans más numeroso, apasionado y estèril de la historia.
Siempre he sido poco amiga de ídolos, desde niña me espantaron esos seres, más parecidos a estrellas de rock sexagenarios que a mesías portadores de la única buena nueva posible: la justicia.
Aborrezco al Papa y todo lo que representa: siglos y siglos de engaños, de clavar a los pueblos en la cruz de la resignación.
Sabemos que dios nunca estuvo muerto puesto que nunca fue parido y el papa también sabe esto y toda su cohorte, pero sostienen esta inmensa trampa con promesas de eternidad que nunca se cumplirán.
Debe continuar con este gran invento para que no caiga en el olvido que lo cuenta todo, que cuidadito con aquellos que follan o son ateos, que tiene línea directa con el cielo.
Ratzinger, este tipo que con solo mirarlo te tiemblan desde las pestañas hasta los ovarios, es hoy el representante de ese dios que nunca fue parido y pone a funcionar la propaganda aún sabiendo que el producto está en mal estado, desea rescatar a eso fieles que dudan entre el futbol, los centros comerciales, la droga, Obama, o su personaje caducado.
Y va de aquí pa allá con su alfombra blanca, con sus palomas blancas, con sus discípulos de sotanas blancas y habla para un mundo que adora el becerro de oro que esconde bajo su falda.
Este tipo viajará estos días al Estado español, lo recibirán manadas de fieles adoradores de la nada, besarán sus manos sarmentosas, rezarán, se golpearán el pecho y darán las gracias por haber visto a este hombre parido de mujer desgarrada.
Ni más ni menos: un actor siniestro, una escenografía sublime y el club de fans más numeroso, apasionado y estèril de la historia.
jueves, 28 de octubre de 2010
Ellos dicen
Viñeta de Kalvellido
Dicen que los vascos nos tomamos en serio hasta la risa. No es para menos.
Dicen que los vascos somos malos, que nuestros hijos aprenden en la ikastola violencia, que nuestros jóvenes salen a la calle a sembrar desorden.
Dicen que no se nos puede dejar votar,
que no se nos puede dejar opinar,
que no se nos puede dejar reclamar nuestras libertades.
Dicen que eso no es pa nosotros, que aquí sólo se baila el baile que ellos saben.
Dicen que la paz que proponemos va encapuchada.
Dicen que las palabras de Otegui son falsas,
que no es un político,
que está en la cárcel porque habla al dictado.
Dicen que las torturas son inventadas,
que los presos no están dispersos ni enfermos,
Dicen que la independencia es una idea trasnochada
que la democracia está bien arraigada.
Dicen que la justicia goza de buena salud,
dicen demasiado esas bocas entrenadas,
callan demasiado esas bocas mercenarias.
Callan por ejemplo que somos miles los que avanzamos
que cada vez somos más y seremos más hablando en voz alta.
Y seremos más hasta que vengan todos a casa,
hasta que usemos la urna sin mordaza,
hasta que tengamos la paz.
Esa paz que tanto les espanta.
Dicen que los vascos nos tomamos en serio hasta la risa. No es para menos.
Dicen que los vascos somos malos, que nuestros hijos aprenden en la ikastola violencia, que nuestros jóvenes salen a la calle a sembrar desorden.
Dicen que no se nos puede dejar votar,
que no se nos puede dejar opinar,
que no se nos puede dejar reclamar nuestras libertades.
Dicen que eso no es pa nosotros, que aquí sólo se baila el baile que ellos saben.
Dicen que la paz que proponemos va encapuchada.
Dicen que las palabras de Otegui son falsas,
que no es un político,
que está en la cárcel porque habla al dictado.
Dicen que las torturas son inventadas,
que los presos no están dispersos ni enfermos,
Dicen que la independencia es una idea trasnochada
que la democracia está bien arraigada.
Dicen que la justicia goza de buena salud,
dicen demasiado esas bocas entrenadas,
callan demasiado esas bocas mercenarias.
Callan por ejemplo que somos miles los que avanzamos
que cada vez somos más y seremos más hablando en voz alta.
Y seremos más hasta que vengan todos a casa,
hasta que usemos la urna sin mordaza,
hasta que tengamos la paz.
Esa paz que tanto les espanta.
martes, 26 de octubre de 2010
Hay que parar el mundo
Viñeta de Kalvellido
Tenemos que parar el mundo hasta conseguir que la codicia pague con su vida este delirio.
Tenemos que pararlo, es urgente, los muertos se amontonan en desiertos, en selvas, en patrias sin tierra. Se amontonan fríos con las balas incrustadas en la nuca, en la frente, en la espalda.
Se amontonan los cuerpos reventados de trabajo, reventados de miseria, reventados de la violencia que a todas horas nos gobierna.
Hay que parar el mundo, no dentro de un rato, no mañana, no cuando llegue la primavera, hay que pararlo ahora mismo.
Detener la sangre que cada segundo se derrama.
Hay que pararlo, como sea.
Incendiando las palabras viejas, disparando a bocajarro desobediencia,
bombardeando sin descanso verdad sobre todas las cabezas.
Hay que pararlo ahora mismo para que no haya más asesinos en serie camuflados entre el oro y las armas.
Para que no haya traficantes de carne humana.
Para que no haya gobiernos matones.
Hay que parar el mundo, joder.
Hay que pararlo.
Tenemos que parar el mundo hasta conseguir que la codicia pague con su vida este delirio.
Tenemos que pararlo, es urgente, los muertos se amontonan en desiertos, en selvas, en patrias sin tierra. Se amontonan fríos con las balas incrustadas en la nuca, en la frente, en la espalda.
Se amontonan los cuerpos reventados de trabajo, reventados de miseria, reventados de la violencia que a todas horas nos gobierna.
Hay que parar el mundo, no dentro de un rato, no mañana, no cuando llegue la primavera, hay que pararlo ahora mismo.
Detener la sangre que cada segundo se derrama.
Hay que pararlo, como sea.
Incendiando las palabras viejas, disparando a bocajarro desobediencia,
bombardeando sin descanso verdad sobre todas las cabezas.
Hay que pararlo ahora mismo para que no haya más asesinos en serie camuflados entre el oro y las armas.
Para que no haya traficantes de carne humana.
Para que no haya gobiernos matones.
Hay que parar el mundo, joder.
Hay que pararlo.
lunes, 25 de octubre de 2010
Las jaurìas
Viñeta de Kalvellido
Para controlar esta inmensidad de mano de obra barata, de gentes cuya vida carece de valor, de personas que cuestan menos que los productos que consumen, de hombres y de mujeres obligados a vivir en jaulas, obligados a comer toxicidades, obligados a errar por la tierra en busca de agua o de semillas.
A esta gente, a nosotros, a los que resistimos en esta orilla lacerante de injusticia, es preciso tenernos a raya, vigilar cada uno de los movimientos, permitirnos un poquito pero nunca demasiado, dejarnos hacer un rato pero no a todas horas y esto se consigue con jaurías de policía.
El sistema considera en su demencia que miles de millones de empobrecidos son los enemigos y no se equivoca, por eso, astuto, cuida sus riquezas con guardaespaldas disciplinados que aseguran la continuidad del canibalismo establecido.
La policía en todos los países tiene la función de paralizar en nombre de la seguridad cualquier movimiento insurgente, su oficio ata en corto, vigila, hostiga, husmea, da zarpazos impunes, babea y no esconde el rabo entre las piernas
Son dóciles con el que los apalea y sin embargo, siniestros con aquellos que se esfuerzan por soltarse las cadenas.
Son también enemigos, son también herramientas, son también esclavos.
Son también piezas de este engranaje macabro pero les gusta el látigo, la brutalidad, han sido entrenados para la violencia, para la ceguera, para la amnesia.
En este mundo la policía es necesaria para la supervivencia de unos pocos.
Para los miles de millones restantes es necesaria la desobediencia.
Para controlar esta inmensidad de mano de obra barata, de gentes cuya vida carece de valor, de personas que cuestan menos que los productos que consumen, de hombres y de mujeres obligados a vivir en jaulas, obligados a comer toxicidades, obligados a errar por la tierra en busca de agua o de semillas.
A esta gente, a nosotros, a los que resistimos en esta orilla lacerante de injusticia, es preciso tenernos a raya, vigilar cada uno de los movimientos, permitirnos un poquito pero nunca demasiado, dejarnos hacer un rato pero no a todas horas y esto se consigue con jaurías de policía.
El sistema considera en su demencia que miles de millones de empobrecidos son los enemigos y no se equivoca, por eso, astuto, cuida sus riquezas con guardaespaldas disciplinados que aseguran la continuidad del canibalismo establecido.
La policía en todos los países tiene la función de paralizar en nombre de la seguridad cualquier movimiento insurgente, su oficio ata en corto, vigila, hostiga, husmea, da zarpazos impunes, babea y no esconde el rabo entre las piernas
Son dóciles con el que los apalea y sin embargo, siniestros con aquellos que se esfuerzan por soltarse las cadenas.
Son también enemigos, son también herramientas, son también esclavos.
Son también piezas de este engranaje macabro pero les gusta el látigo, la brutalidad, han sido entrenados para la violencia, para la ceguera, para la amnesia.
En este mundo la policía es necesaria para la supervivencia de unos pocos.
Para los miles de millones restantes es necesaria la desobediencia.
sábado, 23 de octubre de 2010
Receta para devorar la paz
Viñeta de Kalvellido
Receta para devorar la paz.
Ingredientes:
Miedo del poder, (en abundancia).
Presión mediática, (en abundancia).
Policía (a manos llenas),
Jueces, (no limpiar la sangre con la que llegan)
Instrumentos necesarios: periódicos, televisiones, radios, bolsa, electrodos, cualquier cosa que fabrique más violencia.
Una vez reunidos todos los ingredientes se espera el tiempo necesario y cuando se constata que un proceso democrático auténtico, avanza, se usan a discreciòn .
Es importante que en este punto salpimentemos con policía, con represión, es importante que a los jóvenes, siempre tan maduros en ideas revolucionarias, se los detenga, se los torture, se los encarcele, se los disperse.
Terminada esta fase, como la paz no es fácil de digerir para aquellos que viven de la guerra se vuelve a empezar, aderezado con ruedas de prensa, con imágenes de sospechosos, con un pueblo que revienta.
Receta para devorar la paz.
Ingredientes:
Miedo del poder, (en abundancia).
Presión mediática, (en abundancia).
Policía (a manos llenas),
Jueces, (no limpiar la sangre con la que llegan)
Instrumentos necesarios: periódicos, televisiones, radios, bolsa, electrodos, cualquier cosa que fabrique más violencia.
Una vez reunidos todos los ingredientes se espera el tiempo necesario y cuando se constata que un proceso democrático auténtico, avanza, se usan a discreciòn .
Es importante que en este punto salpimentemos con policía, con represión, es importante que a los jóvenes, siempre tan maduros en ideas revolucionarias, se los detenga, se los torture, se los encarcele, se los disperse.
Terminada esta fase, como la paz no es fácil de digerir para aquellos que viven de la guerra se vuelve a empezar, aderezado con ruedas de prensa, con imágenes de sospechosos, con un pueblo que revienta.
jueves, 21 de octubre de 2010
Yo no tengo miedo
Viñeta de Kalvellido
Yo no tengo miedo a la libertad de expresión, ¿por qué habría de tenerlo si yo sé que mi verdad, es pequeña pero cierta?
Yo no tengo miedo a escribir ni a decir lo que dictan mis palabras.
Yo no tengo miedo a leer lo que otros escriben sin faltas, entre sus líneas asoman complicidades baratas.
Yo no tengo miedo a escuchar lo que gritan a pleno pulmón cuando no se les da la razón o cuando peligran sus bocas de paja.
Yo no tengo miedo a alzar la voz, a llevar clavados versos en mi garganta, no tengo miedo a andar errante por estos caminos sin gracia.
No tengo miedo a llevar entre mis poemas el hambre, el dolor, la infamia.
Yo no tengo miedo, no, no temo masticar estas tinieblas, no temo desafiar a los canallas.
No tengo miedo a decir, ni a escribir, ni a cantar, con el corazón hundido en la tierra, en esta tierra de unos pocos traficantes de esperanzas.
No tengo miedo, no, camino preñada de rabia, con la vida a cuestas y un cortejo de cadáveres a mi espalda.
No tengo miedo a los que amordazan. Si me quitan el papel, me quedará la voz, si me rompen la voz, quedarán otros que como yo, andarán los mismos caminos de esta verdad que espanta.
Yo no tengo miedo, no, mi libertad de expresión ni se arrodilla ni se desangra.
Yo no tengo miedo a la libertad de expresión, ¿por qué habría de tenerlo si yo sé que mi verdad, es pequeña pero cierta?
Yo no tengo miedo a escribir ni a decir lo que dictan mis palabras.
Yo no tengo miedo a leer lo que otros escriben sin faltas, entre sus líneas asoman complicidades baratas.
Yo no tengo miedo a escuchar lo que gritan a pleno pulmón cuando no se les da la razón o cuando peligran sus bocas de paja.
Yo no tengo miedo a alzar la voz, a llevar clavados versos en mi garganta, no tengo miedo a andar errante por estos caminos sin gracia.
No tengo miedo a llevar entre mis poemas el hambre, el dolor, la infamia.
Yo no tengo miedo, no, no temo masticar estas tinieblas, no temo desafiar a los canallas.
No tengo miedo a decir, ni a escribir, ni a cantar, con el corazón hundido en la tierra, en esta tierra de unos pocos traficantes de esperanzas.
No tengo miedo, no, camino preñada de rabia, con la vida a cuestas y un cortejo de cadáveres a mi espalda.
No tengo miedo a los que amordazan. Si me quitan el papel, me quedará la voz, si me rompen la voz, quedarán otros que como yo, andarán los mismos caminos de esta verdad que espanta.
Yo no tengo miedo, no, mi libertad de expresión ni se arrodilla ni se desangra.
Unas preguntitas
Viñeta de Kalvellido
Ustedes van a perdonar mi ignorancia pero es que tengo unas preguntas sencillas que hacer:
. ¿Qué son CCOO Y UGT?, ¿son los sindicatos mayoritarios?,
Entonces, ¿los representantes de ambos sindicatos saben leer?, es decir ¿saben descifrar lo que significan millones de desempleados?
¿Saben escuchar?, es decir, ¿entienden la gravedad del futuro que se avecina?
¿Saben mirar?, es decir, ¿son capaces de fijar la atención en la realidad?,
¿Saben asumir su responsabilidad?, es decir, ¿van quedarse de brazos cruzados mientras los derechos retroceden hacia un tiempo remoto que creíamos ya olvidado?
¿Saben decir la verdad?, ¿tienen personalidad múltiple?,
¿Arengan un ratito a las masas y luego van a jugar con con Díaz Ferrán?,
Estos sindicatos de los que hablo, realmente, ¿saben qué tienen entre manos?, ¿no les importa ser testigos presenciales de la venta al por mayor de carne humana?
¿dónde viven?, ¿tiene hipoteca?, ¿les agobian las deudas?, ¿trabajan en precario?, ¿son emigrantes?, ¿parados?, ¿pueden ponerse enfermos sin ser despedidos?, ¿peligra el futuro de sus hijos?, ¿tendrán que trabajar hasta morir en el andamio?, ¿cobran un mes si otro no y otro no?, ¿hacen cola en los comedores sociales?, ¿van con la cara lavada?, ¿tienen padres enfermos a su cuidado?, ¿son campesinos?, ¿son empleadas de hogar?, ¿son prostitutas, camareros, minusválidos, jubilados, estudiantes, mendigos, enfermos?
Los representantes de estos sindicatos ¿tienen vergüenza?
¿Se puede tener vergüenza y poner palos en las ruedas?
¿Se puede tener vergüenza y ser un dirigente sindical sentado a la derecha del poder?
¿Se pude tener vergüenza y dar respuestas tibias ante tanta atrocidad?
¿Se puede tener vergüenza y dejar hacer?
¿Se puede ser dirigente sindical y callar o hablar bajito o hablar sin voz?
¿Puede ser posible que estos mismos dirigentes nos empujen al horror de tanta violencia empresarial?,
¿Puede ser esto posible?,
¿Es posible esta esquizofrenia sindical?
Ustedes van a perdonar mi ignorancia pero es que tengo unas preguntas sencillas que hacer:
. ¿Qué son CCOO Y UGT?, ¿son los sindicatos mayoritarios?,
Entonces, ¿los representantes de ambos sindicatos saben leer?, es decir ¿saben descifrar lo que significan millones de desempleados?
¿Saben escuchar?, es decir, ¿entienden la gravedad del futuro que se avecina?
¿Saben mirar?, es decir, ¿son capaces de fijar la atención en la realidad?,
¿Saben asumir su responsabilidad?, es decir, ¿van quedarse de brazos cruzados mientras los derechos retroceden hacia un tiempo remoto que creíamos ya olvidado?
¿Saben decir la verdad?, ¿tienen personalidad múltiple?,
¿Arengan un ratito a las masas y luego van a jugar con con Díaz Ferrán?,
Estos sindicatos de los que hablo, realmente, ¿saben qué tienen entre manos?, ¿no les importa ser testigos presenciales de la venta al por mayor de carne humana?
¿dónde viven?, ¿tiene hipoteca?, ¿les agobian las deudas?, ¿trabajan en precario?, ¿son emigrantes?, ¿parados?, ¿pueden ponerse enfermos sin ser despedidos?, ¿peligra el futuro de sus hijos?, ¿tendrán que trabajar hasta morir en el andamio?, ¿cobran un mes si otro no y otro no?, ¿hacen cola en los comedores sociales?, ¿van con la cara lavada?, ¿tienen padres enfermos a su cuidado?, ¿son campesinos?, ¿son empleadas de hogar?, ¿son prostitutas, camareros, minusválidos, jubilados, estudiantes, mendigos, enfermos?
Los representantes de estos sindicatos ¿tienen vergüenza?
¿Se puede tener vergüenza y poner palos en las ruedas?
¿Se puede tener vergüenza y ser un dirigente sindical sentado a la derecha del poder?
¿Se pude tener vergüenza y dar respuestas tibias ante tanta atrocidad?
¿Se puede tener vergüenza y dejar hacer?
¿Se puede ser dirigente sindical y callar o hablar bajito o hablar sin voz?
¿Puede ser posible que estos mismos dirigentes nos empujen al horror de tanta violencia empresarial?,
¿Puede ser esto posible?,
¿Es posible esta esquizofrenia sindical?
martes, 19 de octubre de 2010
El juego de la verdad
Viñeta de Kalvellido
He llegado a la conclusión de que para saber como está el mundo lo mejor es leer con atención los periódicos de gran tirada y escuchar con devoción las televisiones para inmediatamente volver ese caudal de información del revés, es decir, lo que se oiga o lo que se vea, es lo contrario, me explico:
Si dicen que el gobierno está haciendo un esfuerzo de austeridad, eso quiere decir que lo que están haciendo es despilfarrar.
Que dicen que vamos a salir de la crisis, eso quiere decir que el corralito está a punto de llegar.
Que dicen que los impuestos bajarán, eso es que se doblarán.
Que los desempleados no deben temer por los subsidios, eso es que pronto no va a haber un solo real.
Que dicen que la sanidad pública no peligra ni peligrará, eso quiere decir que pronto tendremos que pagar.
Que dicen que en las próximas elecciones podremos introducir en la urna el voto nosotros mismos, eso significa que aquí no va a votar ni dios, bueno, dios si, para que os voy a engañar.
Que el ejército se retira de aquí o acullà pues eso es que el ejército marcha a otro lugar para guerrear con mayor intensidad.
Que dicen que este o aquel o el de más allá es un terrorista, pues eso claramente significa que es un tipo que habla en son de paz.
Que dicen que la derecha es centro, eso es que la derecha es extrema.
Que dicen que los socialistas son socialdemócratas, eso es que son fachas.
Que dicen que los toros son cultura, pues simplemente explican que los toros son sangre, dolor, tortura.
Si dicen que un libro o una película es el no va a más, pues eso significa que no vale pa nà.
Si dicen que el rey tuvo una actitud heroica cuando asomaron los fusiles en el 81 eso es…. (Rellènense los puntos suspensivos)
Si dicen que el aparato judicial es independiente eso es… (Rellénense los puntos suspensivos)
Si dicen que Cuba es un país sin libertad eso es… (Rellénense los puntos suspensivos)
Si dicen que Chávez es un orangután eso es…. (Rellénense los puntos suspensivos)
Si dicen que los anti sistema son violentos... (Rellénense los puntos suspensivos)
Si unen PP, PSOE y democracia eso es… (Rellénense los puntos suspensivos)
Si dicen blanco es...
Si dicen negro es…
Si dicen paz es…
Si dicen justicia es…
Y así, jugando este juego siniestro, vamos sabiendo poco a poco la verdad.
He llegado a la conclusión de que para saber como está el mundo lo mejor es leer con atención los periódicos de gran tirada y escuchar con devoción las televisiones para inmediatamente volver ese caudal de información del revés, es decir, lo que se oiga o lo que se vea, es lo contrario, me explico:
Si dicen que el gobierno está haciendo un esfuerzo de austeridad, eso quiere decir que lo que están haciendo es despilfarrar.
Que dicen que vamos a salir de la crisis, eso quiere decir que el corralito está a punto de llegar.
Que dicen que los impuestos bajarán, eso es que se doblarán.
Que los desempleados no deben temer por los subsidios, eso es que pronto no va a haber un solo real.
Que dicen que la sanidad pública no peligra ni peligrará, eso quiere decir que pronto tendremos que pagar.
Que dicen que en las próximas elecciones podremos introducir en la urna el voto nosotros mismos, eso significa que aquí no va a votar ni dios, bueno, dios si, para que os voy a engañar.
Que el ejército se retira de aquí o acullà pues eso es que el ejército marcha a otro lugar para guerrear con mayor intensidad.
Que dicen que este o aquel o el de más allá es un terrorista, pues eso claramente significa que es un tipo que habla en son de paz.
Que dicen que la derecha es centro, eso es que la derecha es extrema.
Que dicen que los socialistas son socialdemócratas, eso es que son fachas.
Que dicen que los toros son cultura, pues simplemente explican que los toros son sangre, dolor, tortura.
Si dicen que un libro o una película es el no va a más, pues eso significa que no vale pa nà.
Si dicen que el rey tuvo una actitud heroica cuando asomaron los fusiles en el 81 eso es…. (Rellènense los puntos suspensivos)
Si dicen que el aparato judicial es independiente eso es… (Rellénense los puntos suspensivos)
Si dicen que Cuba es un país sin libertad eso es… (Rellénense los puntos suspensivos)
Si dicen que Chávez es un orangután eso es…. (Rellénense los puntos suspensivos)
Si dicen que los anti sistema son violentos... (Rellénense los puntos suspensivos)
Si unen PP, PSOE y democracia eso es… (Rellénense los puntos suspensivos)
Si dicen blanco es...
Si dicen negro es…
Si dicen paz es…
Si dicen justicia es…
Y así, jugando este juego siniestro, vamos sabiendo poco a poco la verdad.
lunes, 18 de octubre de 2010
Èrase una vez
Viñeta de Kalvellido
En rueda de prensa celebrada esta mañana, el presidente del gobierno rodeado de representantes de todos los partidos políticos se declaró en rebeldía.
A continuación repartió a cada unos de los medios allí presentes un extenso dossier explicativo de los cambios que se iban a producir a partir de este mismo momento. Y pasó a detallar los considerados más conflictivos.
Durante más de una hora el presidente, vestido con chaqueta de pana beige, pantalones vaqueros y mocasines expuso sin titubeos el acuerdo al que habían llegado. Comenzó explicando que no habían comunicado al rey sus decisiones, que sólo habían hablado con él para instarle a que abandonara en menos de 24 horas la Zarzuela.
Aclaró que eran tiempos de fortalecer una democracia que desde la transición había caminado torcida, dijo que paradójicamente es una democracia con presos políticos, una democracia donde se prohíbe la libertad de expresión, reunión y pensamiento y que era urgente revisar cada uno de los pasos dados hasta el momento porque han sido intencionalmente equivocados.
A continuación el presidente habló del delictivo comportamiento de banqueros y empresarios afirmando que la prohibición de la riqueza desmedida y la usura es inminente. Dijo que esta medida provocaría descontento en la clase dominante pero que era precisa para, de una vez por todas, conseguir que la pobreza, la explotación, sean cosas del pasado.
Así mismo se refirió a los medios de comunicación más importantes del país reprochándoles su falta de rigor, su manipulación, les recriminó su actitud servil, chabacana, obscena, les aconsejó que dejaran de sentarse a la derecha de los que mandan y que empezaran a decir verdades completas, no falsas verdades, ni verdades a medias.
Así fue el presidente explicando uno a uno cada uno de los puntos acordados, hablo del ejército, de la política de extranjería, de la cultura, de la educación, de la sanidad, del fin de las relaciones sumisas con el imperio, de su propósito de escuchar a los países que por imposición forman el estado español, se refirió a la iglesia como un lastre del franquismo, habló de la situación de los campesinos, del desempleo, de la justicia, de la tortura, uno a uno fue desgranando los propósitos de su nuevo gobierno
Después el presidente dio por terminada la rueda de prensa y salió con aspecto cansado entre la gente. Caminò hacia su humilde casa, en el barrio que lo vio nacer. Compró el pan, selló la lotería primitiva y desapareció escaleras arriba.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
En rueda de prensa celebrada esta mañana, el presidente del gobierno rodeado de representantes de todos los partidos políticos se declaró en rebeldía.
A continuación repartió a cada unos de los medios allí presentes un extenso dossier explicativo de los cambios que se iban a producir a partir de este mismo momento. Y pasó a detallar los considerados más conflictivos.
Durante más de una hora el presidente, vestido con chaqueta de pana beige, pantalones vaqueros y mocasines expuso sin titubeos el acuerdo al que habían llegado. Comenzó explicando que no habían comunicado al rey sus decisiones, que sólo habían hablado con él para instarle a que abandonara en menos de 24 horas la Zarzuela.
Aclaró que eran tiempos de fortalecer una democracia que desde la transición había caminado torcida, dijo que paradójicamente es una democracia con presos políticos, una democracia donde se prohíbe la libertad de expresión, reunión y pensamiento y que era urgente revisar cada uno de los pasos dados hasta el momento porque han sido intencionalmente equivocados.
A continuación el presidente habló del delictivo comportamiento de banqueros y empresarios afirmando que la prohibición de la riqueza desmedida y la usura es inminente. Dijo que esta medida provocaría descontento en la clase dominante pero que era precisa para, de una vez por todas, conseguir que la pobreza, la explotación, sean cosas del pasado.
Así mismo se refirió a los medios de comunicación más importantes del país reprochándoles su falta de rigor, su manipulación, les recriminó su actitud servil, chabacana, obscena, les aconsejó que dejaran de sentarse a la derecha de los que mandan y que empezaran a decir verdades completas, no falsas verdades, ni verdades a medias.
Así fue el presidente explicando uno a uno cada uno de los puntos acordados, hablo del ejército, de la política de extranjería, de la cultura, de la educación, de la sanidad, del fin de las relaciones sumisas con el imperio, de su propósito de escuchar a los países que por imposición forman el estado español, se refirió a la iglesia como un lastre del franquismo, habló de la situación de los campesinos, del desempleo, de la justicia, de la tortura, uno a uno fue desgranando los propósitos de su nuevo gobierno
Después el presidente dio por terminada la rueda de prensa y salió con aspecto cansado entre la gente. Caminò hacia su humilde casa, en el barrio que lo vio nacer. Compró el pan, selló la lotería primitiva y desapareció escaleras arriba.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
viernes, 15 de octubre de 2010
Carta a Dìaz Ferràn
Viñeta de Kalvellido
Estimado señor Dìaz Ferrán:
Yo soy, como usted, un gran empresario, un tipo hecho a sí mismo, un representante casto de la patria de los grandes hombres que están haciendo historia.
Le escribo esta carta para agradecerle la claridad de sus palabras, para ponerme a sus pies en lo que precise pues ya iba siendo hora de que alguien hablara por nosotros y llamara al pan, pan y al vino, vino.
Le doy las gracias infinitamente y aprovecho para contarle una anécdota, para que vea cómo va el país.
Resulta que he despedido a 100 trabajadores, de los 200 que tengo a mi servicio y se han puesto en huelga de hambre,! los muy cabrones,!
¡como si alguna vez hubieran comido caliente¡
Y van y deciden hacer esto a las puertas de mi casa para que mi devota mujer les vea, para que mis vecinos sepan que están ahí, para que no pueda acercarme a la iglesia todos los domingos sin pasar entres sus caras sucias, sus tiendas de campaña malolientes, sus banderas rojas y sus gritos, insultos y blasfemias.
Y todo esto porque no les he pagado, ¡qué tontería!,
Este país va mal, señor Díaz Ferrán, estoy de acuerdo con usted, para poner en su sitio el gran nombre de la patria es preciso que nuestra servidumbre esté quietecita, lamiendo los pies del amo.
Es así señor Ferrán, como usted dijo; tienen que trabajar más, más horas, muchas más, por menos dinero, sí señor, así se expresa un buen español y nada de festivos, ni de licencias médicas que los médicos no están para bobadas de obreros enfermos de cólera, que se pongan manos a la obra, que ya va siendo hora de hacerles saber quién manda aquí.
¡Ay señor Díaz Ferrán!, ¡cuántos hombres como usted se necesitan guiando el destino de esta patria¡
¡Cuánta verdad hay en su mirada, qué sabiduría la de sus palabras ¡
Recuerdo aquellos tiempos en los que se quitaban la boina para saludarme, tiempos gloriosos que sin duda van a volver, recuerdo que incluso me pedían que fuera el padrino de sus hijos o me traían a sus chavalas para que las colocara en la cocina o en mi cama.
¡ Qué mal va este país!, ¿insisto demasiado señor Dìaz Ferrán?
Qué pena que estas letras no puedan ir acompañadas por el griterío que hay fuera de mi casa, son 40 los días que dicen que llevan sin comer, pero yo no lo creo, nadie hay que resista sin un buen jamón, sin un buen cochininillo, ¿no lo cree señor Dìaz Ferrán?
¿Acaso usted podría mantener un ayuno durante tantos días?, ¿a qué no?
Pues eso Señor Dìaz Ferrán, usted lo dijo en esta frase que ha quedado grabada en mi memoria : “hay que trabajar más y cobrar menos”,
Por supuesto, seños Dìaz Ferrán, así debe ser.
Ese es el único camino para recuperar el buen nombre de la patria dócil, de la obediencia y el recato.
P.D. Disculpe que cierre tan abruptamente esta carta, hay muchas ambulancias ahí fuera, deben ser esos anoréxicos haciendo uso de la sanidad pública, espere, yo le cuento, lloran muchos, alguno debe haberse puesto muy enfermo.
Ya ni respetan la hora de la siesta.
¡Qué mal está este país señor Dìaz Ferrán, qué mal ¡
Estimado señor Dìaz Ferrán:
Yo soy, como usted, un gran empresario, un tipo hecho a sí mismo, un representante casto de la patria de los grandes hombres que están haciendo historia.
Le escribo esta carta para agradecerle la claridad de sus palabras, para ponerme a sus pies en lo que precise pues ya iba siendo hora de que alguien hablara por nosotros y llamara al pan, pan y al vino, vino.
Le doy las gracias infinitamente y aprovecho para contarle una anécdota, para que vea cómo va el país.
Resulta que he despedido a 100 trabajadores, de los 200 que tengo a mi servicio y se han puesto en huelga de hambre,! los muy cabrones,!
¡como si alguna vez hubieran comido caliente¡
Y van y deciden hacer esto a las puertas de mi casa para que mi devota mujer les vea, para que mis vecinos sepan que están ahí, para que no pueda acercarme a la iglesia todos los domingos sin pasar entres sus caras sucias, sus tiendas de campaña malolientes, sus banderas rojas y sus gritos, insultos y blasfemias.
Y todo esto porque no les he pagado, ¡qué tontería!,
Este país va mal, señor Díaz Ferrán, estoy de acuerdo con usted, para poner en su sitio el gran nombre de la patria es preciso que nuestra servidumbre esté quietecita, lamiendo los pies del amo.
Es así señor Ferrán, como usted dijo; tienen que trabajar más, más horas, muchas más, por menos dinero, sí señor, así se expresa un buen español y nada de festivos, ni de licencias médicas que los médicos no están para bobadas de obreros enfermos de cólera, que se pongan manos a la obra, que ya va siendo hora de hacerles saber quién manda aquí.
¡Ay señor Díaz Ferrán!, ¡cuántos hombres como usted se necesitan guiando el destino de esta patria¡
¡Cuánta verdad hay en su mirada, qué sabiduría la de sus palabras ¡
Recuerdo aquellos tiempos en los que se quitaban la boina para saludarme, tiempos gloriosos que sin duda van a volver, recuerdo que incluso me pedían que fuera el padrino de sus hijos o me traían a sus chavalas para que las colocara en la cocina o en mi cama.
¡ Qué mal va este país!, ¿insisto demasiado señor Dìaz Ferrán?
Qué pena que estas letras no puedan ir acompañadas por el griterío que hay fuera de mi casa, son 40 los días que dicen que llevan sin comer, pero yo no lo creo, nadie hay que resista sin un buen jamón, sin un buen cochininillo, ¿no lo cree señor Dìaz Ferrán?
¿Acaso usted podría mantener un ayuno durante tantos días?, ¿a qué no?
Pues eso Señor Dìaz Ferrán, usted lo dijo en esta frase que ha quedado grabada en mi memoria : “hay que trabajar más y cobrar menos”,
Por supuesto, seños Dìaz Ferrán, así debe ser.
Ese es el único camino para recuperar el buen nombre de la patria dócil, de la obediencia y el recato.
P.D. Disculpe que cierre tan abruptamente esta carta, hay muchas ambulancias ahí fuera, deben ser esos anoréxicos haciendo uso de la sanidad pública, espere, yo le cuento, lloran muchos, alguno debe haberse puesto muy enfermo.
Ya ni respetan la hora de la siesta.
¡Qué mal está este país señor Dìaz Ferrán, qué mal ¡
jueves, 14 de octubre de 2010
El siglo de las pocas luces
Viñeta de Kalvellido
Este siglo que empieza es el siglo de las pocas luces, de las muchas sombras.
El empeño de los poderosos de perpetuar sus privilegios hace que este sea un siglo caminando entre tinieblas.
La miseria avanza a paso rápido, desbocada, mientras esos pocos criminales hacen oídos sordos a los alaridos.
Como si no fuéramos más que un puñado y se nos cuenta por miles de millones.
Este siglo necesita para continuar con el latrocinio de todas las armas posibles.
Porque la realidad es un lugar inhabitable de pueblos sin ríos ni niños, de banderas sin patria, sin tierra, de muros levantados entre fronteras, de continentes vaciados enteros, de mujeres y hombres sin pan sobre la mesa, sin letra para los hijos, sin mañana.
Este siglo empieza siendo el siglo de las bestias, de la codicia desmedida, el siglo de la gran mentira, de las democracias que disparan tiros en la nuca a los empobrecidos, de la libertad que se oxida en los tribunales, el siglo de los canallas, del fascismo edulcorado cada cuatro años.
Este siglo, continúa el trabajo empezado en el pasado con mayor tesón, con más sangre derramada, con mayores amenazas. Y cada vez es mayor la necesidad de decir basta a esta espiral de violencia fabricada por las élites económicas que despedaza la vida, la esperanza.
Por eso, porque la verdad asoma entre muchas líneas, este siglo ha empezado acorralando a todo aquel que canta o cruje o piensa o se queja.
Y es por eso, que hoy, la palabra dicha en alta voz, la palabra escrita, limpia, es perseguida, tan perseguida como siempre fueron las ideas de paz y de justicia.
Este siglo que empieza es el siglo de las pocas luces, de las muchas sombras.
El empeño de los poderosos de perpetuar sus privilegios hace que este sea un siglo caminando entre tinieblas.
La miseria avanza a paso rápido, desbocada, mientras esos pocos criminales hacen oídos sordos a los alaridos.
Como si no fuéramos más que un puñado y se nos cuenta por miles de millones.
Este siglo necesita para continuar con el latrocinio de todas las armas posibles.
Porque la realidad es un lugar inhabitable de pueblos sin ríos ni niños, de banderas sin patria, sin tierra, de muros levantados entre fronteras, de continentes vaciados enteros, de mujeres y hombres sin pan sobre la mesa, sin letra para los hijos, sin mañana.
Este siglo empieza siendo el siglo de las bestias, de la codicia desmedida, el siglo de la gran mentira, de las democracias que disparan tiros en la nuca a los empobrecidos, de la libertad que se oxida en los tribunales, el siglo de los canallas, del fascismo edulcorado cada cuatro años.
Este siglo, continúa el trabajo empezado en el pasado con mayor tesón, con más sangre derramada, con mayores amenazas. Y cada vez es mayor la necesidad de decir basta a esta espiral de violencia fabricada por las élites económicas que despedaza la vida, la esperanza.
Por eso, porque la verdad asoma entre muchas líneas, este siglo ha empezado acorralando a todo aquel que canta o cruje o piensa o se queja.
Y es por eso, que hoy, la palabra dicha en alta voz, la palabra escrita, limpia, es perseguida, tan perseguida como siempre fueron las ideas de paz y de justicia.
domingo, 10 de octubre de 2010
La epidemia
Viñeta de Kalvellido
¡Alerta, estamos sufriendo una epidemia!
Hoy día podemos decir sin temor a equivocarnos que se trata de una pandemia, aumentan los afectados y surgen brotes en Europa y en Latinoamérica.
Los grupos sociales donde incide son cada vez son más amplios, empezó en los abertzales, pero se expande incontroladamente a diversos movimientos, infecta a los medios alternativos, a los okupas, a los anti sistema, a los solidarios, a los intelectuales, a todas las familias y círculos de amigos, a los lugares frecuentados y países visitados, a las ideas que nunca fueron verbalizadas, a los gestos, a los menores de edad, a los libros, al euskera, a los que piensan, a los que no piden permiso, a los que suponen una amenaza, a los que denuncian a la chusma, a los que desafían, a los que no tienen problemas de memoria, a los que reciben los golpes.
En esta epidemia del “todo es eta” no se salvan ni las fotografías.
No entiendo cómo el ministerio de sanidad no ha tomado cartas en este asunto.
Yo tengo todos los síntomas: temblor incontrolado ante las falacias, desasosiego al saber lo que sucede en los tribunales, visión limpia de plomo y paja , incontinencia verbal y escritural, alergia a las versiones oficiales, ideas utópicas, sueños de justicia, pensamientos que desordenan, deseos inmensos de gritar a todas horas, terquedad, rebeldía…
Ofrezco a los epidemiólogos muestras de mi pelo, de mi piel, de mis lágrimas, de mis secreciones, lo que precisen, me ofrezco como cobaya pues obviamente soy una de las infectadas, Quiero hacer esto por la patria, dono mi ADN, mis óvulos, la médula, las neuronas, lo que sea, con tal de frenar esta enfermedad porque de no frenarla, de no conseguir pronto la vacuna que detenga la insumisión pronto habrá más gente dentro de las cárceles que fuera, pronto seremos muchos más los manchados que los limpios del virus o la bacteria que desde el poder llaman “ todo es ETA”
¡Alerta, estamos sufriendo una epidemia!
Hoy día podemos decir sin temor a equivocarnos que se trata de una pandemia, aumentan los afectados y surgen brotes en Europa y en Latinoamérica.
Los grupos sociales donde incide son cada vez son más amplios, empezó en los abertzales, pero se expande incontroladamente a diversos movimientos, infecta a los medios alternativos, a los okupas, a los anti sistema, a los solidarios, a los intelectuales, a todas las familias y círculos de amigos, a los lugares frecuentados y países visitados, a las ideas que nunca fueron verbalizadas, a los gestos, a los menores de edad, a los libros, al euskera, a los que piensan, a los que no piden permiso, a los que suponen una amenaza, a los que denuncian a la chusma, a los que desafían, a los que no tienen problemas de memoria, a los que reciben los golpes.
En esta epidemia del “todo es eta” no se salvan ni las fotografías.
No entiendo cómo el ministerio de sanidad no ha tomado cartas en este asunto.
Yo tengo todos los síntomas: temblor incontrolado ante las falacias, desasosiego al saber lo que sucede en los tribunales, visión limpia de plomo y paja , incontinencia verbal y escritural, alergia a las versiones oficiales, ideas utópicas, sueños de justicia, pensamientos que desordenan, deseos inmensos de gritar a todas horas, terquedad, rebeldía…
Ofrezco a los epidemiólogos muestras de mi pelo, de mi piel, de mis lágrimas, de mis secreciones, lo que precisen, me ofrezco como cobaya pues obviamente soy una de las infectadas, Quiero hacer esto por la patria, dono mi ADN, mis óvulos, la médula, las neuronas, lo que sea, con tal de frenar esta enfermedad porque de no frenarla, de no conseguir pronto la vacuna que detenga la insumisión pronto habrá más gente dentro de las cárceles que fuera, pronto seremos muchos más los manchados que los limpios del virus o la bacteria que desde el poder llaman “ todo es ETA”
viernes, 8 de octubre de 2010
Los cuentos que nos cuentan
Viñeta de Kalvellido
Si hacemos caso a los cuentos que nos cuentan estaremos en el peor de los laberintos.
Si creemos cada una de las palabras, de las imágenes, de los gestos sacados del laboratorio de la manipulación, este sería un lugar lleno de enemigos, dentro y fuera de las fronteras.
Enemigos por todos los lados, sangrientos, caníbales, gente armada, gente guerrera.
Si hacemos caso a los cuentos que nos cuentan apoyaremos la demonización de los medios alternativos, comprenderemos que es preciso prohibir la queja en las calles, sentiremos que la solidaridad es otro delito más, a los pueblos que se defienden los veremos como demonios, a los jóvenes como seres indómitos, defenderemos la expulsión de los gitanos, la represión a los vascos, la fobia a los árabes, la explotación de los africanos y la encarcelación de toda idea que suene rebelde.
Si hacemos caso a los cuentos que nos cuentan, esta es la mejor de las democracias posibles, la crisis sólo se cura con miseria, los banqueros son patriotas y el ejército una ONG laica.
Si hacemos caso a los cuentos que nos cuentan aquí nunca se vulneran los derechos, no hay un sólo preso político y las denuncias por tortura son una estrategia de las personas violentas.
Si hacemos caso a los cuentos que nos cuentan, los periódicos son independientes, el psoe es de izquierdas, el rey trabaja por la bandera y la poesía es cosa de un par de idiotas.
Si hacemos caso a los cuentos que nos cuentan, nos habremos merecido este lugar yermo de justicia.
Si hacemos caso a los cuentos que nos cuentan estaremos en el peor de los laberintos.
Si creemos cada una de las palabras, de las imágenes, de los gestos sacados del laboratorio de la manipulación, este sería un lugar lleno de enemigos, dentro y fuera de las fronteras.
Enemigos por todos los lados, sangrientos, caníbales, gente armada, gente guerrera.
Si hacemos caso a los cuentos que nos cuentan apoyaremos la demonización de los medios alternativos, comprenderemos que es preciso prohibir la queja en las calles, sentiremos que la solidaridad es otro delito más, a los pueblos que se defienden los veremos como demonios, a los jóvenes como seres indómitos, defenderemos la expulsión de los gitanos, la represión a los vascos, la fobia a los árabes, la explotación de los africanos y la encarcelación de toda idea que suene rebelde.
Si hacemos caso a los cuentos que nos cuentan, esta es la mejor de las democracias posibles, la crisis sólo se cura con miseria, los banqueros son patriotas y el ejército una ONG laica.
Si hacemos caso a los cuentos que nos cuentan aquí nunca se vulneran los derechos, no hay un sólo preso político y las denuncias por tortura son una estrategia de las personas violentas.
Si hacemos caso a los cuentos que nos cuentan, los periódicos son independientes, el psoe es de izquierdas, el rey trabaja por la bandera y la poesía es cosa de un par de idiotas.
Si hacemos caso a los cuentos que nos cuentan, nos habremos merecido este lugar yermo de justicia.
miércoles, 6 de octubre de 2010
Los cronistas del poder
Viñeta de Kalvellido
Esta es la sociedad de la mentira, no de la mentirijilla traviesa, si no de esas falacias brutales que dejan demasiados cadáveres en las puertas.
Los informadores del régimen son expertos en tergiversación, ocultamiento, son asalariados de esta democracia tan particular donde unos pocos hablan y el resto son obligados a callar.
En esta sociedad es un delito disentir, es un delito pensar, es un delito ser subversivo.
Todo lo que hace chirriar este sistema de mierda es delito.
Por eso, cuando una verdad atraviesa los muros del estado y llama a sus puertas y reclama una reparación al dolor de la tortura, a la injusticia de las cárceles, al horror de las reformas, al cuestionamientos de su democracia, cuando pide la paz, la maquinaria del estado, siempre tan bien engrasada por los medios de comunicación, empieza su tarea de descuartizamiento con falsedades, acusaciones, ejemplos descontextualizados. Une con la cadena de sus embustes todo en torno a la apología de la violencia, todo en torno al terrorismo.
Dos palabras dramáticamente mágicas, que dichas en el momento oportuno, consiguen dibujar nuevas leyes y sacar la sonrisa cínica de aquellos que viven para ganar, para dominar.
En este tiempo que vivimos, donde la población empobrece día a día, donde el trabajo desaparece por arte de birlibirloque, donde los derechos están invisibles, donde la libertad es una quimera y las deudas nos asfixian y la cultura en una grande y libre, en estos tiempos de miseria, donde la población mayoritariamente vive al borde del abismo, es urgente tenernos quietos, callarnos la boca, no dejar que nuestra verdad arranque todas las quejas, por eso, los cronistas del poder se empeñan una y otra vez en desprestigiar, en no dejar alzar la voz a aquellos que dicen lo que piensan.
Ahora más que nunca aplican sus manuales de manipulación.
Fabrican en serie disculpas que nos criminalicen porque peligra su orden caníbal.
Ese orden que muchos de nosotros no estamos dispuestos a aceptar.
Esta es la sociedad de la mentira, no de la mentirijilla traviesa, si no de esas falacias brutales que dejan demasiados cadáveres en las puertas.
Los informadores del régimen son expertos en tergiversación, ocultamiento, son asalariados de esta democracia tan particular donde unos pocos hablan y el resto son obligados a callar.
En esta sociedad es un delito disentir, es un delito pensar, es un delito ser subversivo.
Todo lo que hace chirriar este sistema de mierda es delito.
Por eso, cuando una verdad atraviesa los muros del estado y llama a sus puertas y reclama una reparación al dolor de la tortura, a la injusticia de las cárceles, al horror de las reformas, al cuestionamientos de su democracia, cuando pide la paz, la maquinaria del estado, siempre tan bien engrasada por los medios de comunicación, empieza su tarea de descuartizamiento con falsedades, acusaciones, ejemplos descontextualizados. Une con la cadena de sus embustes todo en torno a la apología de la violencia, todo en torno al terrorismo.
Dos palabras dramáticamente mágicas, que dichas en el momento oportuno, consiguen dibujar nuevas leyes y sacar la sonrisa cínica de aquellos que viven para ganar, para dominar.
En este tiempo que vivimos, donde la población empobrece día a día, donde el trabajo desaparece por arte de birlibirloque, donde los derechos están invisibles, donde la libertad es una quimera y las deudas nos asfixian y la cultura en una grande y libre, en estos tiempos de miseria, donde la población mayoritariamente vive al borde del abismo, es urgente tenernos quietos, callarnos la boca, no dejar que nuestra verdad arranque todas las quejas, por eso, los cronistas del poder se empeñan una y otra vez en desprestigiar, en no dejar alzar la voz a aquellos que dicen lo que piensan.
Ahora más que nunca aplican sus manuales de manipulación.
Fabrican en serie disculpas que nos criminalicen porque peligra su orden caníbal.
Ese orden que muchos de nosotros no estamos dispuestos a aceptar.
lunes, 4 de octubre de 2010
Tengo prohibida la democracia
Viñeta de Kalvellido
Tengo prohibida la democracia.
Me prohíben jugar ese juego simplemente porque los que mandan no saben perder.
Tengo prohibida la democracia, como tengo prohibida la queja en las calles, y la solidaridad con los pueblos, y tengo prohibida la justicia y la libertad.
¿Existe algo más antidemocrático que un estado que niega estos derechos?
¿Aún queda algún ingenuo que crea que su opinión cuenta, que cada cuatro años castiga o premia?
¿No saben que esta democracia es servil, sumisa a la codicia?
¿No quieren ver que una democracia real no precisa defenderse con tanto puño y tanta cárcel y tanta ley y tanta policía y tanta vigilancia y tanto control y tanta desinformación?
¿Es que los demócratas se conforman con la palabra cínica, con la mentira, con la falta de honestidad, con la violencia permanente, con las evidencias de los delitos, con la liturgia de la propaganda?
¿Se puede ser demócrata y callar las torturas?
¿Se puede ser demócrata y silenciar que en las cárceles hay presos políticos?
¿Se puede ser demócrata y mirar para otro lado cuando miles de personas tienen prohibida la democracia, cuándo a miles de personas se les prohíbe la paz?
¿Puede ser esto posible?
¿Es posible esta paradoja criminal?
Tengo prohibida la democracia.
Me prohíben jugar ese juego simplemente porque los que mandan no saben perder.
Tengo prohibida la democracia, como tengo prohibida la queja en las calles, y la solidaridad con los pueblos, y tengo prohibida la justicia y la libertad.
¿Existe algo más antidemocrático que un estado que niega estos derechos?
¿Aún queda algún ingenuo que crea que su opinión cuenta, que cada cuatro años castiga o premia?
¿No saben que esta democracia es servil, sumisa a la codicia?
¿No quieren ver que una democracia real no precisa defenderse con tanto puño y tanta cárcel y tanta ley y tanta policía y tanta vigilancia y tanto control y tanta desinformación?
¿Es que los demócratas se conforman con la palabra cínica, con la mentira, con la falta de honestidad, con la violencia permanente, con las evidencias de los delitos, con la liturgia de la propaganda?
¿Se puede ser demócrata y callar las torturas?
¿Se puede ser demócrata y silenciar que en las cárceles hay presos políticos?
¿Se puede ser demócrata y mirar para otro lado cuando miles de personas tienen prohibida la democracia, cuándo a miles de personas se les prohíbe la paz?
¿Puede ser esto posible?
¿Es posible esta paradoja criminal?
sábado, 25 de septiembre de 2010
EEUU
Viñeta de Kalvellido
La bestia asesina legalmente.
Convierte a los jóvenes en carne de cañón y los devuelve a sus casas envueltos en una bandera.
Fabrica ataúdes en serie y después se prepara para la guerra.
La bestia tiene esta moral negra.
Esconde su podredumbre, no la enseña.
No muestra jamás su pobreza, ni la mortalidad infantil de este país de primera, ni el descontento, ni el horror de ser ciudadano extranjero en aquella tierra.
Baja el pulgar y no se conmueve.
Pasea la libertad con cadenas.
Esta es su moral, la moral que quieren imponer a la fuerza.
La del plomo y las calaveras.
La del expolio y la miseria.
La del silencio y la obediencia.
Allí sacan brillo a leyes letales.
Allí buscan verdugos y los encuentran por unas cuantas monedas.
Allí, en aquel país que sueña con ser el dueño de la vida entera, matan dentro y fuera de sus fronteras.
La bestia asesina legalmente.
Convierte a los jóvenes en carne de cañón y los devuelve a sus casas envueltos en una bandera.
Fabrica ataúdes en serie y después se prepara para la guerra.
La bestia tiene esta moral negra.
Esconde su podredumbre, no la enseña.
No muestra jamás su pobreza, ni la mortalidad infantil de este país de primera, ni el descontento, ni el horror de ser ciudadano extranjero en aquella tierra.
Baja el pulgar y no se conmueve.
Pasea la libertad con cadenas.
Esta es su moral, la moral que quieren imponer a la fuerza.
La del plomo y las calaveras.
La del expolio y la miseria.
La del silencio y la obediencia.
Allí sacan brillo a leyes letales.
Allí buscan verdugos y los encuentran por unas cuantas monedas.
Allí, en aquel país que sueña con ser el dueño de la vida entera, matan dentro y fuera de sus fronteras.
jueves, 23 de septiembre de 2010
Apesta
Viñeta de Kalvellido
Toda la mierda del gobierno español está visible. Apesta desde hace décadas. Nunca limpiaron los desagües y como consecuencia de esto perdieron el olfato.
Llevan el mal olor impregnado hasta en las corbatas.
Fueron haciendo lo que les dio la gana; borrón y cuenta nueva, guerra sucia, desfalcos, ilegalización de partidos, cierre de medios de comunicación, tortura tras tortura, prohibiciones a destajo, precarización de los empleos, empobrecimiento, endeudamiento de la población, sabotajes a la paz, fascismo edulcorado.
Y todo esto lo han auspiciado los inquilinos del parlamento, todos, unos, claramente por haber convertido la patria, la de ellos, en un lugar yermo de democracia, otros, claramente, por su silencio, por su alevosía, por su mala baba, por sus discursos engañosos, por tirar la piedra y esconder la mano, por guardarse las espaldas esperando recuentos venideros.
Ahora los desagües reventaron, no hay excusas que maquillen sus crímenes reiterados, no hay como disimular la cifra de personas en el paro, no hay como hacer callar a la paz que llama a las puertas extranjeras, no hay cómo justificar la entrega a manos llenas de riqueza a banqueros y empresarios, no hay como barrer la pobreza de las calles. De todo esto son responsables los políticos trileros, ellos deben asumir el colapso de este país lleno de paisitos pegados con represión.
Ahora toca echarlos pa fuera.
Ya es hora de poner orden, de empezar de cero, de limpiar la casa, de orear la decencia.
Ya es hora de dejarlos en pelotas, sin poder y sin dinero.
A por ellos.
Toda la mierda del gobierno español está visible. Apesta desde hace décadas. Nunca limpiaron los desagües y como consecuencia de esto perdieron el olfato.
Llevan el mal olor impregnado hasta en las corbatas.
Fueron haciendo lo que les dio la gana; borrón y cuenta nueva, guerra sucia, desfalcos, ilegalización de partidos, cierre de medios de comunicación, tortura tras tortura, prohibiciones a destajo, precarización de los empleos, empobrecimiento, endeudamiento de la población, sabotajes a la paz, fascismo edulcorado.
Y todo esto lo han auspiciado los inquilinos del parlamento, todos, unos, claramente por haber convertido la patria, la de ellos, en un lugar yermo de democracia, otros, claramente, por su silencio, por su alevosía, por su mala baba, por sus discursos engañosos, por tirar la piedra y esconder la mano, por guardarse las espaldas esperando recuentos venideros.
Ahora los desagües reventaron, no hay excusas que maquillen sus crímenes reiterados, no hay como disimular la cifra de personas en el paro, no hay como hacer callar a la paz que llama a las puertas extranjeras, no hay cómo justificar la entrega a manos llenas de riqueza a banqueros y empresarios, no hay como barrer la pobreza de las calles. De todo esto son responsables los políticos trileros, ellos deben asumir el colapso de este país lleno de paisitos pegados con represión.
Ahora toca echarlos pa fuera.
Ya es hora de poner orden, de empezar de cero, de limpiar la casa, de orear la decencia.
Ya es hora de dejarlos en pelotas, sin poder y sin dinero.
A por ellos.
domingo, 19 de septiembre de 2010
Tortura
Viñeta de Kalvellido
Las denuncias por tortura son una rutina siniestra en esta democracia secuestrada por políticos vacìos, banqueros y empresarios.
No entraré en detalles, no diré cómo quedan esos cuerpos después de los interrogatorios, no explicaré qué son los electrodos, ni la picana, ni la bolsa.
No hablaré de los rostros deformados, del insomnio, del hambre, del terror.
No explicaré cómo son las secuelas que estas torturas dejan.
No diré nada de las violaciones, de los objetos que utilizan.
No diré que es habitual, corriente, común, que el periodo de incomunicación se convierta en días eternos donde el detenido sufre la violencia permanente de funcionarios pagados con impunidad.
No, no entraré en detalles.
Pero cada vez que alguien es detenido sé que ya en el furgón empiezan las ostias, la cabeza entre las piernas, los golpes en la nuca. Sé que serán desnudados, humillados, reventados los testículos, pellizcados los pezones, insultados, amenazados, obligados a decir lo que no son, lo que no hicieron.
Y ahí están los que las niegan, sabiendo que son ciertas.
Ahí están las Audiencias, haciendo oídos sordos a los gritos, al espanto, a las marcas visibles e invisibles que les muestran.
Ahí está su cinismo, su mala baba, su disimulo, su juego sucio.
Ahí está el crimen de los màs justos.
Las denuncias por tortura son una rutina siniestra en esta democracia secuestrada por políticos vacìos, banqueros y empresarios.
No entraré en detalles, no diré cómo quedan esos cuerpos después de los interrogatorios, no explicaré qué son los electrodos, ni la picana, ni la bolsa.
No hablaré de los rostros deformados, del insomnio, del hambre, del terror.
No explicaré cómo son las secuelas que estas torturas dejan.
No diré nada de las violaciones, de los objetos que utilizan.
No diré que es habitual, corriente, común, que el periodo de incomunicación se convierta en días eternos donde el detenido sufre la violencia permanente de funcionarios pagados con impunidad.
No, no entraré en detalles.
Pero cada vez que alguien es detenido sé que ya en el furgón empiezan las ostias, la cabeza entre las piernas, los golpes en la nuca. Sé que serán desnudados, humillados, reventados los testículos, pellizcados los pezones, insultados, amenazados, obligados a decir lo que no son, lo que no hicieron.
Y ahí están los que las niegan, sabiendo que son ciertas.
Ahí están las Audiencias, haciendo oídos sordos a los gritos, al espanto, a las marcas visibles e invisibles que les muestran.
Ahí está su cinismo, su mala baba, su disimulo, su juego sucio.
Ahí está el crimen de los màs justos.
miércoles, 15 de septiembre de 2010
Los chacales
Viñeta de Kalvellido
El sábado los chacales se pusieron nerviosos.
Esperaban clavar sus colmillos. Un movimiento en falso, un tropezón cualquiera, una palabra y a la pelea.
Pero se quedaron solos, sin carnaza sobre la mesa, sin disculpas para la guerra, con la paz silenciosa afrentando su violencia.
Volvieron a sus cuevas con el rabo entre las piernas.
Y un pueblo inmenso, sereno, un pueblo que sabe muy bien lo que está haciendo se mantuvo firme en su deseo.
Anduvieron sueltos en Bilbao, tenían hambre de argumentos, deseaban un grito, un insulto, un contenedor abrasado, deseaban unas calles llenas de gente a la que atacar con cualquier disculpa.
Pero los vascos supieron contener la rabia, aguantaron la respiración y miraron al frente, es mucho lo que está en juego.
Los chacales van aprendiendo que de nada van a servirles las provocaciones, de nada van a servirles las garras afiladas, las cadenas, las prohibiciones, las detenciones, la presión mediática, la mentira, la tortura.
De nada van a servirles, son zarpazos al aire porque ya está en marcha la paz. Camina pese a los que se empeñan en arrancar sus millones de piernas.
viernes, 10 de septiembre de 2010
Un pueblo informado es un pueblo irredento
Viñeta de Kalvellido
Un pueblo informado es un pueblo irredento. Punto pelota.
Por eso el poder necesita controlar a los periodistas como si fueran soldados, por eso premia a muchos de ellos y los convierte en mediadores de sus falacias, en servidumbre, en soplones, en contrabandistas de letras.
La información, o mejor, la desinformación, es un narcótico eficaz que frena el instinto de rebelarse, lo pisotea llenándolo de contenidos vacíos de realidad.
En nuestros pesebres abundan palabras masticadas, elaboradas en laboratorios propagandísticos para que nos alimentemos de ellas y las digiramos dándolas por ciertas.
Porque un pueblo desinformado es un pueblo manipulado.
Un pueblo esclavo.
La desinformación es otra más de las estrategias de la bestia para convertirnos en gente que no se queja, en gente razonablemente contenta que se conforma con la miseria que le dejan.
Son millones los ejemplos.
Guerras con excusas inventadas, atentados diseñados por los amos y atribuidos a sus enemigos, masacres silenciadas, mentiras sobre armamentos, mentiras sobre personas subversivas, mentiras electorales, golpes de estado, hambrunas, enfermedades y así un largo etcétera donde el periodista, o más bien, el cronista del poder, utiliza su profesión para servir en bandeja la cabeza cortada de la humanidad.
Por eso es tan importante proteger a todo aquel que se dedica honradamente a este oficio, a todo aquel que se arriesga a dar información veraz, a todo aquel que ayuda con su palabra a desenmascarar a los que se amparan en la política para hacer del mundo una inmensa propiedad privada.
Por eso digo, es vital mantenerse firme en el desprecio hacia estos escribidores al dictado, es vital escuchar la verdad limpia de bala y paja.
Es vital escuchar esa verdad y hacer oídos sordos a los que tapan con sus embustes el crimen organizado de los estados.
Un pueblo informado es un pueblo irredento. Punto pelota.
Por eso el poder necesita controlar a los periodistas como si fueran soldados, por eso premia a muchos de ellos y los convierte en mediadores de sus falacias, en servidumbre, en soplones, en contrabandistas de letras.
La información, o mejor, la desinformación, es un narcótico eficaz que frena el instinto de rebelarse, lo pisotea llenándolo de contenidos vacíos de realidad.
En nuestros pesebres abundan palabras masticadas, elaboradas en laboratorios propagandísticos para que nos alimentemos de ellas y las digiramos dándolas por ciertas.
Porque un pueblo desinformado es un pueblo manipulado.
Un pueblo esclavo.
La desinformación es otra más de las estrategias de la bestia para convertirnos en gente que no se queja, en gente razonablemente contenta que se conforma con la miseria que le dejan.
Son millones los ejemplos.
Guerras con excusas inventadas, atentados diseñados por los amos y atribuidos a sus enemigos, masacres silenciadas, mentiras sobre armamentos, mentiras sobre personas subversivas, mentiras electorales, golpes de estado, hambrunas, enfermedades y así un largo etcétera donde el periodista, o más bien, el cronista del poder, utiliza su profesión para servir en bandeja la cabeza cortada de la humanidad.
Por eso es tan importante proteger a todo aquel que se dedica honradamente a este oficio, a todo aquel que se arriesga a dar información veraz, a todo aquel que ayuda con su palabra a desenmascarar a los que se amparan en la política para hacer del mundo una inmensa propiedad privada.
Por eso digo, es vital mantenerse firme en el desprecio hacia estos escribidores al dictado, es vital escuchar la verdad limpia de bala y paja.
Es vital escuchar esa verdad y hacer oídos sordos a los que tapan con sus embustes el crimen organizado de los estados.
miércoles, 8 de septiembre de 2010
¿què tiene de malo la tregua?
Viñeta de Kalvellido
¿Qué tienen algunas palabras que ponen en guardia al poder?
Deberíamos estar contentos por la declaración de la tregua.
Pero deberíamos estar contentos todos, no unos pocos, todos.
Sin embargo, hay una parte que tiembla.
Tiembla porque la propuesta es poner palabras sobre la mesa.
Es decir, tienen miedo a escuchar.
Es decir, tienen miedo a dejar hablar.
Tienen miedo a guardar silencio, igual silencio que el de ETA.
Porque hasta ahora, durante décadas, sólo ha hablado la violencia de todas partes, de todos los lados, de todas las formas.
¿Por qué?
¿Por qué no es una buena noticia la tregua?
¿Por qué les perjudica?
¿Qué temen perder?
¿Qué temen reconocer?
¿No sería la paz el estado idóneo?,
¿No es la paz algo deseado por todos?
¿El problema está en que la paz del poder es una, grande y libre?
¿El problema está en que la paz del poder es una paz a medias?
¿Se puede hablar de paz con las cárceles llenas de gente que solo piensa y sueña?
¿Se puede hablar de una paz tuerta?
¿Se puede hablar de paz, sencillamente?
¿Por qué el poder sospecha de esta palabra cuando es otro quien la lleva?
¿Por qué la condena a la mudez?
¿Qué tienen estas tres letras sencillas?
¿Qué tiene de malo la paz?
¿Qué tiene de malo hablar?
¿Es que la palabra mata?
¿Es que la paz mata?
¿Es que matan las ideas?
Digan, entonces, ¿qué tiene de malo la tregua?
¿Qué tienen algunas palabras que ponen en guardia al poder?
Deberíamos estar contentos por la declaración de la tregua.
Pero deberíamos estar contentos todos, no unos pocos, todos.
Sin embargo, hay una parte que tiembla.
Tiembla porque la propuesta es poner palabras sobre la mesa.
Es decir, tienen miedo a escuchar.
Es decir, tienen miedo a dejar hablar.
Tienen miedo a guardar silencio, igual silencio que el de ETA.
Porque hasta ahora, durante décadas, sólo ha hablado la violencia de todas partes, de todos los lados, de todas las formas.
¿Por qué?
¿Por qué no es una buena noticia la tregua?
¿Por qué les perjudica?
¿Qué temen perder?
¿Qué temen reconocer?
¿No sería la paz el estado idóneo?,
¿No es la paz algo deseado por todos?
¿El problema está en que la paz del poder es una, grande y libre?
¿El problema está en que la paz del poder es una paz a medias?
¿Se puede hablar de paz con las cárceles llenas de gente que solo piensa y sueña?
¿Se puede hablar de una paz tuerta?
¿Se puede hablar de paz, sencillamente?
¿Por qué el poder sospecha de esta palabra cuando es otro quien la lleva?
¿Por qué la condena a la mudez?
¿Qué tienen estas tres letras sencillas?
¿Qué tiene de malo la paz?
¿Qué tiene de malo hablar?
¿Es que la palabra mata?
¿Es que la paz mata?
¿Es que matan las ideas?
Digan, entonces, ¿qué tiene de malo la tregua?
domingo, 5 de septiembre de 2010
Europa tiene peste
Viñeta de Kalvellido
Europa tiene peste, la peste fascista.
Europa cierra filas, se pone en guardia, levanta muros, cerca con más alambradas, tienen miedo, no es lo que era, ya nadie cree en ella, naufraga, las ratas muerden lo que sea.
Y tiene miedo de la deformidad que ella misma sacò de entre sus piernas.
Tiene miedo de los que vinieron de fuera trayendo a rastras su miseria, de los que se instalaron en medio de su obscena riqueza y arañan día a día la mirada de quien observa.
Ha llegado a Europa de nuevo la peste blanca a invadirlo todo con sus ideas. Ya no le basta con poner sus manos sarmentosas sobre los domicilios más pobres, no le alcanza con destruir a golpe de leyes y de propaganda las porciones pequeñas de libertad que en estos últimos años había dejado sueltas.
No le alcanza, se desafilan las tijeras que recortan vida y recortan salud y recortan trabajo y educación y cultura y solidaridad y justicia. Ahora, esas tijeras apestadas se clavan en los de fuera, en las vísceras de los niños que no juegan, en las arterias de los hombres que no trabajan, en la yugular de las mujeres que levantan hogares con frìo y nieve, cartones, e hijos sin escuela.
Ahora extiende sus brazos para golpear a todo aquel que puede juntarse y reclamar pan y tierra.
Europa está harapienta y es a los harapos a quien golpea.
Ha llegado la peste más blanca de su historia, la peor peste, la que más mata.
La que engorda a sus ratas, la que les da el voto, la palabra y afila sus colmillos para que muerdan.
Europa tiene peste, la peste fascista.
Europa cierra filas, se pone en guardia, levanta muros, cerca con más alambradas, tienen miedo, no es lo que era, ya nadie cree en ella, naufraga, las ratas muerden lo que sea.
Y tiene miedo de la deformidad que ella misma sacò de entre sus piernas.
Tiene miedo de los que vinieron de fuera trayendo a rastras su miseria, de los que se instalaron en medio de su obscena riqueza y arañan día a día la mirada de quien observa.
Ha llegado a Europa de nuevo la peste blanca a invadirlo todo con sus ideas. Ya no le basta con poner sus manos sarmentosas sobre los domicilios más pobres, no le alcanza con destruir a golpe de leyes y de propaganda las porciones pequeñas de libertad que en estos últimos años había dejado sueltas.
No le alcanza, se desafilan las tijeras que recortan vida y recortan salud y recortan trabajo y educación y cultura y solidaridad y justicia. Ahora, esas tijeras apestadas se clavan en los de fuera, en las vísceras de los niños que no juegan, en las arterias de los hombres que no trabajan, en la yugular de las mujeres que levantan hogares con frìo y nieve, cartones, e hijos sin escuela.
Ahora extiende sus brazos para golpear a todo aquel que puede juntarse y reclamar pan y tierra.
Europa está harapienta y es a los harapos a quien golpea.
Ha llegado la peste más blanca de su historia, la peor peste, la que más mata.
La que engorda a sus ratas, la que les da el voto, la palabra y afila sus colmillos para que muerdan.
sábado, 4 de septiembre de 2010
Maldita poesìa pura
Viñeta de Kalvellido
No entiendo la poesía que calla,
no entiendo sus versos limpios,
sus palabras despiojadas.
No entiendo la poesía sin conciencia.
No entiendo esa poesía inmaculada sin muertos sobre la mesa, sin cicatrices,
no entiendo la poesía que no cuenta la sangre derramada,
que no escucha millones de lamentos en cadena.
No entiendo la poesía que teme asomarse a la tierra.
No entiendo la poesía de camisa limpia,
de amor a secas,
de paz en tiempos de guerra.
No entiendo la poesía que ha perdido el habla
mientras fuera, aquí mismo,
corren descalzos hombres y mujeres,
mientras fuera, aquí mismo,
gritan en medio de tinieblas,
mientras fuera, aquí mismo,
se cansan los labios, se rompen las vertebras.
Mientras fuera, aquí mismo,
la justicia es arrastrada entre cadáveres,
mientras fuera, aquí mismo,
los nombres pesan,
el tiro es fácil,
los cràneos se afeitan.
No entiendo, no.
No entiendo la poesía de espejismos,
de andares suaves y buenos modales.
Maldita poesía pura
que no afila sus palabras,
que no las mancha.
Maldita poesía
hecha con bostezos en serie,
que nunca vive a la intemperie.
Maldita poesía que insiste con su voz tibia
en mostrarnos un mundo
donde nada es amargo,
donde siempre es domingo,
donde todo es fecundo.
Maldita esta poesía
sin llagas y sin pulso.
No entiendo la poesía que calla,
no entiendo sus versos limpios,
sus palabras despiojadas.
No entiendo la poesía sin conciencia.
No entiendo esa poesía inmaculada sin muertos sobre la mesa, sin cicatrices,
no entiendo la poesía que no cuenta la sangre derramada,
que no escucha millones de lamentos en cadena.
No entiendo la poesía que teme asomarse a la tierra.
No entiendo la poesía de camisa limpia,
de amor a secas,
de paz en tiempos de guerra.
No entiendo la poesía que ha perdido el habla
mientras fuera, aquí mismo,
corren descalzos hombres y mujeres,
mientras fuera, aquí mismo,
gritan en medio de tinieblas,
mientras fuera, aquí mismo,
se cansan los labios, se rompen las vertebras.
Mientras fuera, aquí mismo,
la justicia es arrastrada entre cadáveres,
mientras fuera, aquí mismo,
los nombres pesan,
el tiro es fácil,
los cràneos se afeitan.
No entiendo, no.
No entiendo la poesía de espejismos,
de andares suaves y buenos modales.
Maldita poesía pura
que no afila sus palabras,
que no las mancha.
Maldita poesía
hecha con bostezos en serie,
que nunca vive a la intemperie.
Maldita poesía que insiste con su voz tibia
en mostrarnos un mundo
donde nada es amargo,
donde siempre es domingo,
donde todo es fecundo.
Maldita esta poesía
sin llagas y sin pulso.
miércoles, 1 de septiembre de 2010
Minotauros y droga
Viñeta de Kalvellido
He visto caer minotauros convertidos en sólo piel y algunos huesos.
Llamo minotauros a estos seres casi mitológicos que dieron lo mejor de sí mismos por un mundo mejor. Gente que fue en un tiempo combativa, que trabajó por la creación de un lugar más habitable.
Digo que los he visto caer convertidos en sólo piel sólo huesos, porque así fue. Encontraron el paraíso en el lugar equivocado. Seducidos por la droga que los transportó ágilmente, pagaron el peaje con su lucha, con sus ideas, al fin pagaron con su propia vida.
Y creo que hay un componente personal en esto, pero también creo que la droga es una más de las armas que utiliza el poder para convertir en vigilia todos los sueños de rebeldía.
No es nuevo esto que digo, no es nuevo el letargo en el que se hunden los pueblos que son invadidos con sustancias de todo tipo.
No es nuevo afirmar que el negocio de la droga lo atesoran los mismos que idean las masacres, los mismos que empujan al mundo hacia la barbarie. Y me importa un carajo lo que piensen ahora mismo los beatificadores de su consumo, los argumentadores de sus bondades, los que seguramente me tacharán de reaccionaria, los que prontamente exhibirán su retahíla de que el problema no está en la sustancia, si no en la persona que abusa, que la cuestión es hacer un uso racional de ella, que la farmacopea es droga, o que se ha usado durante toda la historia para abrir la mente y nuevas percepciones etc.
Reflexionando sobre estos tiempos que nos toca vivir, sobre el aquí y ahora, sobre los zarpazos que da la bestia pienso que es urgente mantener las ideas limpias, es urgente no escuchar los cantos de sirena que esas dosis de sueños nos ofrecen amablemente en cada esquina, en cada bar, en cada conversación.
Es urgente, hablemos del aquí y del ahora, de esta realidad turbulenta, de esta agresión permanente al ser humano, de esta violencia que nos atraviesa el costado, hablemos de la necesidad de decir basta a tanta impunidad, hablemos de los paraísos que queremos edificar hombro con hombro, no de los que están edificados ya y se compran y se venden fácilmente.
Hablemos de la soledad del ser humano, de su condena a la tristeza, de esas porciones de alegría que lo secuestran y lo encadenan.
Hablemos de la urgente necesidad de mantener la rebeldía más lúcida que nunca, hablemos de ser libres de toda atadura ficticia, de todo mundo paralelo y estúpidamente risueño.
Si alguien ha visto caer minotauros como yo he visto, sin duda alguna sabrá por qué digo que cualquier idea subversiva “colocada” se convierte simplemente en una esclava.
He visto caer minotauros convertidos en sólo piel y algunos huesos.
Llamo minotauros a estos seres casi mitológicos que dieron lo mejor de sí mismos por un mundo mejor. Gente que fue en un tiempo combativa, que trabajó por la creación de un lugar más habitable.
Digo que los he visto caer convertidos en sólo piel sólo huesos, porque así fue. Encontraron el paraíso en el lugar equivocado. Seducidos por la droga que los transportó ágilmente, pagaron el peaje con su lucha, con sus ideas, al fin pagaron con su propia vida.
Y creo que hay un componente personal en esto, pero también creo que la droga es una más de las armas que utiliza el poder para convertir en vigilia todos los sueños de rebeldía.
No es nuevo esto que digo, no es nuevo el letargo en el que se hunden los pueblos que son invadidos con sustancias de todo tipo.
No es nuevo afirmar que el negocio de la droga lo atesoran los mismos que idean las masacres, los mismos que empujan al mundo hacia la barbarie. Y me importa un carajo lo que piensen ahora mismo los beatificadores de su consumo, los argumentadores de sus bondades, los que seguramente me tacharán de reaccionaria, los que prontamente exhibirán su retahíla de que el problema no está en la sustancia, si no en la persona que abusa, que la cuestión es hacer un uso racional de ella, que la farmacopea es droga, o que se ha usado durante toda la historia para abrir la mente y nuevas percepciones etc.
Reflexionando sobre estos tiempos que nos toca vivir, sobre el aquí y ahora, sobre los zarpazos que da la bestia pienso que es urgente mantener las ideas limpias, es urgente no escuchar los cantos de sirena que esas dosis de sueños nos ofrecen amablemente en cada esquina, en cada bar, en cada conversación.
Es urgente, hablemos del aquí y del ahora, de esta realidad turbulenta, de esta agresión permanente al ser humano, de esta violencia que nos atraviesa el costado, hablemos de la necesidad de decir basta a tanta impunidad, hablemos de los paraísos que queremos edificar hombro con hombro, no de los que están edificados ya y se compran y se venden fácilmente.
Hablemos de la soledad del ser humano, de su condena a la tristeza, de esas porciones de alegría que lo secuestran y lo encadenan.
Hablemos de la urgente necesidad de mantener la rebeldía más lúcida que nunca, hablemos de ser libres de toda atadura ficticia, de todo mundo paralelo y estúpidamente risueño.
Si alguien ha visto caer minotauros como yo he visto, sin duda alguna sabrá por qué digo que cualquier idea subversiva “colocada” se convierte simplemente en una esclava.
Ahora molestan los gitanos
Viñeta de Kalvellido
Ahora molestan los gitanos, unas monedas en los bolsillos y los mandan pa fuera.
Y no hay más que hablar.
Se van porque lo ordena un patán, un visionario tuerto, un estúpido.
Se van porque no tienen pan, porque se ponen enfermos, porque vinieron pobres y la pobreza es su única compañera, se van porque no tienen techo, porque tienen muchos hijos, porque no encuentran trabajo.
Se van porque porque a la hora del recuento, ellos no cuentan.
Se van primero los gitanos, después tocará el turno a los mendigos, después suma y sigue.
Se van porque quieren barrer las calles de la miseria que su propia ideología crea.
Y estos criminales nos recuerdan un pasado, de Führer, de Duce, de Generalísimo: todo lo que irrita no se debe quedar en el país como sementera.
Y así cada día que pasa estos personajes histéricos, descerebrados, sostienen las mismas ideas de entonces pero camufladas entre leyes y propaganda y màs mierda.
Y así cada día que pasa los parias aumentan y aumentan también los sucios argumentos de quienes los atacan.
Y así caminamos de espaldas hasta ese tiempo no tan remoto donde el fascismo llevaba al paredón a todo aquel que estorbaba.
Ahora molestan los gitanos, unas monedas en los bolsillos y los mandan pa fuera.
Y no hay más que hablar.
Se van porque lo ordena un patán, un visionario tuerto, un estúpido.
Se van porque no tienen pan, porque se ponen enfermos, porque vinieron pobres y la pobreza es su única compañera, se van porque no tienen techo, porque tienen muchos hijos, porque no encuentran trabajo.
Se van porque porque a la hora del recuento, ellos no cuentan.
Se van primero los gitanos, después tocará el turno a los mendigos, después suma y sigue.
Se van porque quieren barrer las calles de la miseria que su propia ideología crea.
Y estos criminales nos recuerdan un pasado, de Führer, de Duce, de Generalísimo: todo lo que irrita no se debe quedar en el país como sementera.
Y así cada día que pasa estos personajes histéricos, descerebrados, sostienen las mismas ideas de entonces pero camufladas entre leyes y propaganda y màs mierda.
Y así cada día que pasa los parias aumentan y aumentan también los sucios argumentos de quienes los atacan.
Y así caminamos de espaldas hasta ese tiempo no tan remoto donde el fascismo llevaba al paredón a todo aquel que estorbaba.
domingo, 29 de agosto de 2010
El poder inventa enemigos
Viñeta de Kalvellido
El poder inventa enemigos, los necesita como coartada para derramar su violencia y su avaricia.
Los guarda en su vientre hasta que los necesita.
El poder, ese ente que se nos aparece como algo intangible, etéreo, algo así como un diosito a quien no se puede ver, ni tocar, pero sí arrodillarse y llamarle con unos pocos nombres. Ese poder magnánimo tiene la virtud de saber inventarse enemigos, lo hace poco a poco, casi sin darnos cuenta, va infiltrando símbolos que nos hacen ponernos alerta, símbolos que quedan grabados.
Y entonces cuando ya están marcados a fuego habla con su voz clara: los árabes son terroristas, Cuba, la isla que es preciso limpiar, Chávez, un bocazas golpista, Irán una cueva con armas nucleares y así etcétera, etcétera. La disculpa ya está preparada, es hora de ponerse a guerrear.
El poder necesita inventarse cada vez más y más enemigos, necesita dividir el mundo en dos mitades, en dos contrarios, necesita erigirse en salvador, necesita del beneplácito universal para terminar de una vez por todas con aquello que no lo deja moverse, con aquello que pone freno a su codicia.
El poder, temeroso de no conseguir su propósito de ser el amo de las personas, de las banderas, quiere demostrar con un solo golpe que aquí se hace lo que el emperador ordena, y así, temblándole las ideas, acecha a sus enemigos, los va aislando, los va cubriendo de mentiras, los va provocando para que en un momento cualquiera, tengan un traspiés y golpearlos con toda su fuerza.
El poder, que tiene una sola patria, mueve ficha lentamente, provoca un poco y se detiene, coge aire, respira, vuelve a mover ficha, a mover soldados, emisarios, títeres renombrados, políticos mercenarios, periodistas deslenguados.
Se detiene, toma aire, respira, espera, tiene paciencia, su objetivo es claro: ser el dueño de la tierra.
El poder inventa enemigos, los necesita como coartada para derramar su violencia y su avaricia.
Los guarda en su vientre hasta que los necesita.
El poder, ese ente que se nos aparece como algo intangible, etéreo, algo así como un diosito a quien no se puede ver, ni tocar, pero sí arrodillarse y llamarle con unos pocos nombres. Ese poder magnánimo tiene la virtud de saber inventarse enemigos, lo hace poco a poco, casi sin darnos cuenta, va infiltrando símbolos que nos hacen ponernos alerta, símbolos que quedan grabados.
Y entonces cuando ya están marcados a fuego habla con su voz clara: los árabes son terroristas, Cuba, la isla que es preciso limpiar, Chávez, un bocazas golpista, Irán una cueva con armas nucleares y así etcétera, etcétera. La disculpa ya está preparada, es hora de ponerse a guerrear.
El poder necesita inventarse cada vez más y más enemigos, necesita dividir el mundo en dos mitades, en dos contrarios, necesita erigirse en salvador, necesita del beneplácito universal para terminar de una vez por todas con aquello que no lo deja moverse, con aquello que pone freno a su codicia.
El poder, temeroso de no conseguir su propósito de ser el amo de las personas, de las banderas, quiere demostrar con un solo golpe que aquí se hace lo que el emperador ordena, y así, temblándole las ideas, acecha a sus enemigos, los va aislando, los va cubriendo de mentiras, los va provocando para que en un momento cualquiera, tengan un traspiés y golpearlos con toda su fuerza.
El poder, que tiene una sola patria, mueve ficha lentamente, provoca un poco y se detiene, coge aire, respira, vuelve a mover ficha, a mover soldados, emisarios, títeres renombrados, políticos mercenarios, periodistas deslenguados.
Se detiene, toma aire, respira, espera, tiene paciencia, su objetivo es claro: ser el dueño de la tierra.
miércoles, 25 de agosto de 2010
Me dan asco
Viñeta de Kalvellido
Me dan asco, no puedo evitarlo.
Me repugnan políticos y besamanos.
Y cada vez compruebo que es más bajo su perfil, cada vez vomitan más inmundicias, cada vez rebuznan más alto pero menos claro.
Y cada vez me resulta más difícil soportar verlos veraneando, como si nada, jugando al juego de los mercados, ocultando la verdadera intención de los planes que nos fumigarán sin contemplaciones.
Me repugnan sus barbaries, sus locuras, sus ideas demenciales.
Me asquea pensar que entre todos sujetan el falo de un sólo amo.
Me asquea verlos juntos en el parlamento, verlos por separados, amontonados o en solitario.
Me asquea como callan la tortura, como esconden a los suicidados o a los directamente asesinados, como silencian que convirtieron en delito el pensamiento , la manera en la que planean expulsar a los que vinieron con nada y con nada los van a echar pa fuera, la forma ruin de callar la voz sensata de quien, aún hoy, se levanta,
Me asquea sus palabrerío hueco, su lenguaje gestual estudiado, como dan la mano a los parias que les esperan, me asquea su patriotismo estúpido, su ignorancia y la ejemplaridad de sus familias impostadas.
Me revientan, si, me revientan los políticos, su perversidad, su histrionismo, su falta de convicciones, su desvergüenza.
Tan ambiciosos, tan mafiosos, tan mamporreros.
A la vista de todos están los motivos para odiarlos. Solo hay que abrir los ojos y no cerrarlos.
Me dan asco, no puedo evitarlo.
Me repugnan políticos y besamanos.
Y cada vez compruebo que es más bajo su perfil, cada vez vomitan más inmundicias, cada vez rebuznan más alto pero menos claro.
Y cada vez me resulta más difícil soportar verlos veraneando, como si nada, jugando al juego de los mercados, ocultando la verdadera intención de los planes que nos fumigarán sin contemplaciones.
Me repugnan sus barbaries, sus locuras, sus ideas demenciales.
Me asquea pensar que entre todos sujetan el falo de un sólo amo.
Me asquea verlos juntos en el parlamento, verlos por separados, amontonados o en solitario.
Me asquea como callan la tortura, como esconden a los suicidados o a los directamente asesinados, como silencian que convirtieron en delito el pensamiento , la manera en la que planean expulsar a los que vinieron con nada y con nada los van a echar pa fuera, la forma ruin de callar la voz sensata de quien, aún hoy, se levanta,
Me asquea sus palabrerío hueco, su lenguaje gestual estudiado, como dan la mano a los parias que les esperan, me asquea su patriotismo estúpido, su ignorancia y la ejemplaridad de sus familias impostadas.
Me revientan, si, me revientan los políticos, su perversidad, su histrionismo, su falta de convicciones, su desvergüenza.
Tan ambiciosos, tan mafiosos, tan mamporreros.
A la vista de todos están los motivos para odiarlos. Solo hay que abrir los ojos y no cerrarlos.
lunes, 23 de agosto de 2010
Mi cesto de juguetes
Viñeta de Kalvellido
En mi casa hay un cesto enorme de armas de juguete. Las tengo guardadas para cuando los niños vienen. A los padres que son modernos, a los padres que viven en este primer mundo y no ven el cuarto y el quinto que se esconde entre sus muslos, a estos padres no les gusta que enreden en mis cesto y les dan cachetes y les castigan sin ver la tele.
Mi cesto de juguetes es inmenso, muchos me han dicho que no van a volver a traer a mi casa a sus hijos porque tengo rifles de plàstico, bombas de agua, ametralladoras musicales, carros de combate, helicópteros camuflados de rosa y verde.
Yo no les escucho cuando hablan sobre la incorrección de dejar que los niños jueguen con sables o con escopetas.
Sólo les observo en el salón de mi casa, les veo reírse como locos, les veo ser camaradas, les veo llorar de gozo cuando descubren la dignidad del que se defiende.
Por todo esto no hago caso a los padres modernos que me miran raro y me amenazan
Yo quiero que los niños sepan que los pueblos se protegen con uñas y dientes, yo quiero que sepan que en todo el mundo hay gente que sufre muerte y muerte y muerte y que usan esas armas cuando antes otros les disparan en la frente.
Yo quiero que esos niños recuerden que al menos en mi casa hubo un cesto grande para usarlo libremente.
En mi casa hay un cesto enorme de armas de juguete. Las tengo guardadas para cuando los niños vienen. A los padres que son modernos, a los padres que viven en este primer mundo y no ven el cuarto y el quinto que se esconde entre sus muslos, a estos padres no les gusta que enreden en mis cesto y les dan cachetes y les castigan sin ver la tele.
Mi cesto de juguetes es inmenso, muchos me han dicho que no van a volver a traer a mi casa a sus hijos porque tengo rifles de plàstico, bombas de agua, ametralladoras musicales, carros de combate, helicópteros camuflados de rosa y verde.
Yo no les escucho cuando hablan sobre la incorrección de dejar que los niños jueguen con sables o con escopetas.
Sólo les observo en el salón de mi casa, les veo reírse como locos, les veo ser camaradas, les veo llorar de gozo cuando descubren la dignidad del que se defiende.
Por todo esto no hago caso a los padres modernos que me miran raro y me amenazan
Yo quiero que los niños sepan que los pueblos se protegen con uñas y dientes, yo quiero que sepan que en todo el mundo hay gente que sufre muerte y muerte y muerte y que usan esas armas cuando antes otros les disparan en la frente.
Yo quiero que esos niños recuerden que al menos en mi casa hubo un cesto grande para usarlo libremente.
domingo, 22 de agosto de 2010
Me fijo
Viñeta de Kalvellido
Desconfío de medio mundo porque hablan por la voz de su ventrílocuo, como si las palabras salieran de un vientre único.
Me fijo en los silencios que revientan la verdad.
Son silencios que gritan por su inmensa voz de sangre.
Me fijo en el mutismo de los que avanzan con andares sigilosos, poderosos andares, huellas temidas y perseguidas para que no hablen.
Me fijo en el silencio de los que se dan la mano y no asienten y no repiten y no escuchan al amo.
Me fijo en el silencio de los que escriben letras mudas, en los que deletrean el espanto y nunca mienten.
Me fijo en los que piensan y son amordazados,
en los que dicen y son brutalmente asesinados,
en los que construyen y son estrangulados.
Me fijo en los nombres y apellidos de los que son ignorados,
en sus evidencias temidas y por eso, sepultadas.
Me fijo en la mudez de algunos dolores,
me fijo en los afónicos,
en los que tienen la lengua triturada.
Me fijo en ti, en aquel, en vosotros.
Aunque para medio mundo estéis callados
para el otro medio aullais sin descanso.
Desconfío de medio mundo porque hablan por la voz de su ventrílocuo, como si las palabras salieran de un vientre único.
Me fijo en los silencios que revientan la verdad.
Son silencios que gritan por su inmensa voz de sangre.
Me fijo en el mutismo de los que avanzan con andares sigilosos, poderosos andares, huellas temidas y perseguidas para que no hablen.
Me fijo en el silencio de los que se dan la mano y no asienten y no repiten y no escuchan al amo.
Me fijo en el silencio de los que escriben letras mudas, en los que deletrean el espanto y nunca mienten.
Me fijo en los que piensan y son amordazados,
en los que dicen y son brutalmente asesinados,
en los que construyen y son estrangulados.
Me fijo en los nombres y apellidos de los que son ignorados,
en sus evidencias temidas y por eso, sepultadas.
Me fijo en la mudez de algunos dolores,
me fijo en los afónicos,
en los que tienen la lengua triturada.
Me fijo en ti, en aquel, en vosotros.
Aunque para medio mundo estéis callados
para el otro medio aullais sin descanso.
viernes, 20 de agosto de 2010
Mamà yo quiero ser banquero
Viñeta de Kalvellido
Mamá quiero ser banquero.
Ellos son los amos de esta casa donde tú y yo vivimos, ellos son los dueños de tu salario, ellos lo administran, te lo dan o te lo roban según cotiza su bolsa.
Ellos ponen y quitan gobiernos, ponen y quitan leyes, ponen y ponen miseria.
Mamá ellos son los mismos que los que esparcen la droga que nos mata, que los que esparcen la guerra que nos mata, que los que esparcen las hambrunas que nos rematan.
Mamá, ellos son los dueños de la vida, de toda, hasta de las semillas, hasta del aire que casi ya ni se respira.
Mamá no es cierto que tú decidas, esos son cuentos tontos para niños.
Yo quiero ser banquero, hundir pueblos para luego salvarlos con préstamos y convertirlos así en esclavos.
Mamá no es cierto lo que dicen, no es cierto que tú elijas, nada es verdadero, mira los políticos de quien son amigos, mira como nos estafan y se lo dan todo a ellos.
Mamá, esto es un baile macabro, donde tú y yo, donde nosotros, nos movemos al mismo ritmo que mueven el dinero.
Mamá quiero ser banquero para comprar las cadenas que sólo yo veo.
Mamá quiero ser banquero.
Ellos son los amos de esta casa donde tú y yo vivimos, ellos son los dueños de tu salario, ellos lo administran, te lo dan o te lo roban según cotiza su bolsa.
Ellos ponen y quitan gobiernos, ponen y quitan leyes, ponen y ponen miseria.
Mamá ellos son los mismos que los que esparcen la droga que nos mata, que los que esparcen la guerra que nos mata, que los que esparcen las hambrunas que nos rematan.
Mamá, ellos son los dueños de la vida, de toda, hasta de las semillas, hasta del aire que casi ya ni se respira.
Mamá no es cierto que tú decidas, esos son cuentos tontos para niños.
Yo quiero ser banquero, hundir pueblos para luego salvarlos con préstamos y convertirlos así en esclavos.
Mamá no es cierto lo que dicen, no es cierto que tú elijas, nada es verdadero, mira los políticos de quien son amigos, mira como nos estafan y se lo dan todo a ellos.
Mamá, esto es un baile macabro, donde tú y yo, donde nosotros, nos movemos al mismo ritmo que mueven el dinero.
Mamá quiero ser banquero para comprar las cadenas que sólo yo veo.
miércoles, 18 de agosto de 2010
Paciencia y a barajar
No hace falta ser clarividente para saber que lo que nos viene encima es terrorífico. No basta con pensar en las consecuencias que traerá el desempleo brutal, no basta con saber que los millones de personas que se han quedado sin empleo de la noche a la mañana tendrán pocas expectativas de hallar uno nuevo o una prestación con la que poder subsistir mientras sale algo, no basta con constatar diariamente que la bestia depredadora que nos domina y vigila busca desesperadamente como continuar viva.
No basta con mirar a los lados de nuestro territorio y ver que se cuece la misma carne en los fogones universales de la codicia, que los pueblos son ya pueblos famélicos.
No basta con explicar que todo es una farsa, que en la sombra, la maquinaria sigue su curso, triturando uno a uno cada uno de los pasos conquistados en la historia.
No basta con presagiar un futuro oscuro.
Más allá de nosotros, al otro lado del espejo un puñado de cuarenta ladrones juega a las cartas, se reparten fronteras, droga, petróleo, armas, y de nuevo a barajar.
Al otro lado del espejo, cráneos deformes juegan a ser dioses mientras que a este lado crece la miseria y la impunidad.
Y no basta con saberlo, no basta con decirlo y repetirlo.
Es hora de romper el espejo, es hora de jugar todos a las cartas.
Así pues, paciencia y a barajar.
martes, 17 de agosto de 2010
Somos muchos
Viñeta de Kalvellido
Somos muchos, somos todos: emigrantes, amas de casa, trabajadores precarios, titulados en paro, jubilados prematuros.
Somos todos, currelas a destajo, currelas puerta a puerta, currelas con los brazos caídos.
Todos vivimos este tiempo infectado.
Sostenemos la riqueza asesina del traficante de esclavos.
Nunca cederán un palmo si estamos callados.
No darán un paso atrás, hombro con hombro debemos empujarlos.
Somos muchos, somos todos: campesinos, presos, hambrientos, torturados, perseguidos, refugiados, enfermos, pueblos enteros olvidados, pueblos decapitados, pueblos con los días contados.
Somos muchos, somos todos, golpeándonos el pecho, caminando con el corazón en cabestrillo, viviendo a pulso, gritando a pulmón nuestro estribillo de dolor y ultraje.
Somos muchos, somos todos, pongámonos de acuerdo,
abramos de par en par la esperanza,
soñemos un sueño conjunto,
un sueño con olor a limpio,
un sueño que dé vértigo
un sueño audaz, bien plantado,
un sueño lleno de sueños preñados.
Somos muchos, somos todos,
aunque sólo sea esta vez,
aunque sirva de precedente
pongámonos de acuerdo:
soñemos el sueño de los rebeldes.
Somos muchos, somos todos: emigrantes, amas de casa, trabajadores precarios, titulados en paro, jubilados prematuros.
Somos todos, currelas a destajo, currelas puerta a puerta, currelas con los brazos caídos.
Todos vivimos este tiempo infectado.
Sostenemos la riqueza asesina del traficante de esclavos.
Nunca cederán un palmo si estamos callados.
No darán un paso atrás, hombro con hombro debemos empujarlos.
Somos muchos, somos todos: campesinos, presos, hambrientos, torturados, perseguidos, refugiados, enfermos, pueblos enteros olvidados, pueblos decapitados, pueblos con los días contados.
Somos muchos, somos todos, golpeándonos el pecho, caminando con el corazón en cabestrillo, viviendo a pulso, gritando a pulmón nuestro estribillo de dolor y ultraje.
Somos muchos, somos todos, pongámonos de acuerdo,
abramos de par en par la esperanza,
soñemos un sueño conjunto,
un sueño con olor a limpio,
un sueño que dé vértigo
un sueño audaz, bien plantado,
un sueño lleno de sueños preñados.
Somos muchos, somos todos,
aunque sólo sea esta vez,
aunque sirva de precedente
pongámonos de acuerdo:
soñemos el sueño de los rebeldes.
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