sábado, 26 de septiembre de 2020

COVID- 19 y libertad


 

La COVID 19 es tan real y letal como la ausencia de aire para respirar cuando se enferma.

Debemos protegernos, cuidarnos y cuidar a los de enfrente.

Ahora bien, creo que, de nuevo, los de siempre, sacarán rédito de esta tragedia.

En estos tiempos, con el mantra de evitar los contagios, se nos ha colocado en el cuadrilátero y la bestia no para de golpearnos. Porque el empobrecimiento sigue aumentando en cifras y en dramas, el desempleo bate récords, la educación está en riesgo, la sanidad ni os cuento, la cultura…

La explotación se esparce como una semilla invasiva y además de todo esto nos morimos a puñados, nuestros viejos se mueren solos y a nosotros apenas nos queda el miedo a enfermar o a ser desahuciados.

Esta situación hace sospechar que los emputecidos no van a aguantar mucho más y por eso despliegan militares por las calles, por eso compran material antidisturbios a mansalva, por eso nos vigilan tan de cerca que nuestros móviles son ya nuestros propios delatores.

Las medidas excepcionales llegarán para quedarse.

Cuando todo pase, cuando aparezca la esperada vacuna y vivamos libres de ella, el mundo otra vez habrá cambiado.

No a mejor, como muchos sostienen.

La libertad será un anhelo, un deseo insatisfecho.

viernes, 25 de septiembre de 2020

Vallecas, por ejemplo


Veremos nuevamente las calles llenas de militares.

Las veremos uniformadas, con la porra alzada y el cara al sol como banda sonora en un Madrid sitiado.

Veremos las calles ocupadas por el ejército y la policía que husmeará en los barrios quién habla alto, quién se amotina.

Lo veremos porque ya están llegando.

Ya están babeando, ya están recibiendo órdenes, ya están frotándose las manos, afilando sables.

Como si fuera otro tiempo, no tan pretérito, de caudillos y penas de muerte al alba.

Esto sucederá en Madrid, ya está sucediendo: Golpes, sangre, golpes, detenciones en Vallecas.

Golpes, golpes, golpes.

La pandemia es la excusa para estrenar las taser.

La pandemia es la coartada para reprimir con saña.

Si les importaran nuestras vidas no habría ghettos, ni mercenarios patrullando.

jueves, 3 de septiembre de 2020

Martín Villa


 Todos sabemos que hoy declara Martin Villa por los asesinatos del 3 de marzo en Gasteiz, de Arturo Ruiz y así hasta doce acribillados a balazos en aquel tiempo.

Como no podía ser de otra manera ha salido en su defensa una piara de sindicalistas y ex presidentes.

Argumentan los valores democráticos del susodicho y las bondades de la Transición. ¡manda huevos ¡

Como si ahora mismo gozásemos de una democracia ejemplar y los muertos fueran el peaje inevitable para poder disfrutar cada cuatro años de ella.

Sucede que no es así y lo saben.

Sucede que la impunidad fue el pacto más sangrante que hicieron y que fueron apuntalando uno tras otro, década tras década hasta hoy.

Son todos cómplices de la España traicionada que lleva los nombres de sus victimas por esta tierra amnésica.

Sucede que casi todos los que apoyan a este tipo tienen cadáveres que esconder en el armario: traiciones, oscuros acuerdos, terrorismo de estado, intervenciones genocidas en el extranjero… y un largo etcétera.

Son casi todos portavoces de una democracia que avergüenza, que encarcela, que mutila libertades.

Que se empeña en pasar página y en ignorar a los asesinados.

Hoy brindo mientras declara Martin Villa. Ojalá sea el primero de tantos.