Rajoy te ama

 Viñeta de Kalvellido

Rajoy te ama. Los fachas te aman.

Lávales los pies, son dioses pequeños que azotan a los codiciosos en los templos contemporáneos, es decir, en los mercados.
Te aman, rezan por ti, para que todo siga igual que en el pasado.
Con el brazo derecho en alto vigilan tu moral y tu salario precario porque eres un pobre desgraciado.
Debes hacerles caso.
No te dejes tentar por los que ladran harapientos.
No hables con los que cuestionan a los apóstoles de esta estafa que te va matando.
Trabajador, no es cierto que el yugo te haga daño.
No es cierto que seas un esclavo.
No es cierto que ellos quieran  sólo tus brazos baratos.
Nada de lo que dicen es cierto.
Los fachas te aman,  el infierno sólo es para los que hablan alto.

Los juanes

Viñeta de Kalvellido

 No nos tienen miedo.

Ninguno.
Millones de personas no suponen una amenaza para esos pocos.
No quieren descifrar el lenguaje de la humanidad que habla tan claro, que aúlla tan estridente, que se duele por los siglos de los siglos.
No nos tienen miedo, esto es lo único cierto.
No vamos armados.

Sólo se asustan un poco los que saben que están de paso, los que cada cuatro años deben batirse en duelo con sus aliados, pero los amos, los que siempre estuvieron, los que ayer rieron frente a los paredones manchados de coágulos  hoy ríen de nuevo frente a los suicidios y desahucios.

Son los juanes, los sin miedo, los hijos de la grandísima que no tiemblan.
Lo tienen todo: la memoria, los tribunales, la información, las jaurías, las cárceles, los empleos, la salud, la educación.
Acorralados, enjaulados, les dejamos hacer esta guerra donde lo que primero invadieron fueron nuestras ideas.
Si fuéramos conciencia, si pudiéramos por una vez juntar los trozos que reventaron a fuerza de traiciones, verían entonces de qué es capaz un pueblo humillado por decreto, por decreto desollado.

Cuando llora un hombre

Viñeta de Kalvellido

Cuando llora un hombre.

Cuando todas las luchas son derrotas
y  cansa  batirse en duelo con la vida
con sólo el corazón bien afilado
entonces cae a trozos el espanto,
el terror de sentirse vivo,
el dolor de saber que se sigue en pie
pero vacío.

Cuando llora un hombre,

cuando llora un amigo que se admira

y todos estamos lejos
abriendo silenciosos surcos que separan.

Cuando  no alcanzamos

a tocar su pena negra,
su soledad tremenda,
su amarga vigilia sin estrellas,
entonces me pregunto
de qué sirve ser poeta
si no puedo,
no puedo,
romper tu destino
para hacerte uno nuevo.

Verdades a medias

Viñeta de Kalvellido

Perdonadme lo inoportuno de estas palabras pero  me abrasan los pensamientos.

Me queman las entrañas.
El idiota de Rajoy confunde lo sucedido con un terremoto.
Los políticos hacen su cínico y esperado minuto  de silencio.
Los medios apuntan a la nuca del maquinista.
El reyezuelo bastardo finge lloriquear.
Un tren ha descarrilado llevándose por delante la vida de decenas de personas.
No es un accidente, una cosa del mal destino, la mala suerte. No.
Debemos hacer preguntas.
Los bufones se encargan ahora mismo de llenarnos el imaginario con datos, cifras, estadísticas, legislación, toda esta mierda que en definitiva ha llevado a Galicia un tren de muerte.
¿Por qué vamos a creer que fue un hombre, un trabajador, el responsable si son profesionales de la mentira, el ensañamiento, la burla, el saqueo, la barbarie?
Si sólo nos han hambreado, jodido, suicidado.
¿Por qué vamos  creerles si  han ultrajado a la verdad de manera permanente?

Los parias

Viñeta de Kalvellido

Creo que la realidad supura por millones de heridas.

Tantas heridas como pueblos.
Creo también que muere diariamente la esperanza
Cada  vez que una persona pierde el empleo, se vuelve invisible, se transforma en nada, en nadie.
No porque el trabajo dignifique, sino porque  alguien al que sólo le queda mendigar pan o trabajo precario, es un esclavo entre los esclavos. Un paria entre los parias.
Y no piensan poner solución a esta tragedia, todo lo contrario.
Sugieren la deportación, el exilio.
Sugieren el consuelo, el rezo, la amnesia, ajustarse el cinturón que ata en corto los andrajos.
Sugieren aguantar, resistir apelotonados en el laberinto del desempleo.
Sugieren los sugeridores que nos traguemos la impotencia hasta que afloren de nuevo fábricas, mágicas fábricas que por millones devuelvan el trabajo a los millones que hoy no lo tienen.
Y mientras sugieren estas cosas, siguen con su estafa.
Poco importan nuestros dramas.
Y mientras màs tiempo pasa, mas parias.
Más rabia.
Por eso las jaurías cada día están mejor armadas.
Porque saben que esto pronto les va a reventar en la cara.

¡Que lo sepan¡

Viñeta de Kalvellido

Cañamero ha sido, una vez más, detenido.

El SAT está en la mira, siempre han estado encañonados  los que son libres de veras.
La represión será inútil contra quienes exigen una justicia que no sea ciega.
Pan, salario, eso es todo lo que piden.
En medio de tanta mierda, en mitad del espanto de una tierra violada siglo a siglo por tricornios y señoritos, asoman hombres y mujeres que como Cañamero, no están dispuestos a dar un paso atrás.
Pan, salario, algo tan sencillo.
No  van a condenar a esa tierra al hambre perpetua, a los andrajos, a la limosna, a los piojos y a la mano tendida frente a las iglesias.
Porque Andalucía está pariendo muchos Cañameros, nacen cada día, pisando fuerte, aullando terribles.
Corajudos gigantes de tierra.
No hay yugo que pueda con vuestras conciencias.
¡Que lo sepan¡

 

Al alimòn

Viñeta de Kalvellido

Para no verte ciego de sal,

tremendo y desgarrado
sin aire en los pulmones,
acosado por el miedo a partir en dos el silencio.

Para no saberte lejos,

para no olvidarte cada hora
te escribo estos versos
y te acerco.
Cada letra me trae tu nombre,
cada palabra oscura,
cada pregunta
acorta la distancia entre tu dolor y el mío
y no puedo reír, no puedo,
no puedo soñar, no puedo,
no puedo vivir, compañero,
si tú estás herido hasta el tuétano,
yo estoy casi  sin aliento.

Europa

Viñeta de Kalvellido

Europa es la meretriz más sucia del emperador.

Tiene la casa devastada, el hambre acosa por todas sus esquinas pero sólo le importa sentarse en las rodillas de su minotauro impotente.
Es sumisa si le conviene pero también asesina en serie.
También sabe despreciar soberanías si se lo manda el imperio.
Europa es látigo para sus hijos.
Para los hijos ajenos es horca.
Soy europea pero me avergüenza llevar a rastras su nombre.
Me da asco su agónica dignidad de reina.
Me repugna ver sus dementes acciones, sus obscenas imposiciones, su empeño permanente para continuar siendo alguien a golpe de saqueo, de extorsiones, de guerras.
Ha maltratado a un presidente, como si fuera, el país que representa, un país de tercera.
Y los que nos sentimos humillados día a día por esta infame meretriz que nos hambrea, repudiamos esa Europa sin entrañas.