Un par de piernas, eso es todo lo que tienen.
Un par de piernas que caminan lentamente por América hacia
un destino de soldados y disparos. De desprecio y malos tratos.
Un par de piernas para llegar a la frontera de un imperio
que los espera con fusiles de asalto.
Tienen miedo a esas piernas multiplicadas por la pobreza y
la violencia.
Tienen miedo a ver el hambre que esparcieron cuando fueron a
sus patrias.
Tienen miedo a unas piernas que caminan, que avanzan paso a
paso, que muestran el dolor de quien abandona su casa, de quien agarra a los
niños y se los pone a la espalda, de quien promete regresar cuando los sueños sean
la verdad que necesitan sus familias.
Tienen miedo, los ven acercarse a través de su mira
telescópica porque mirarlos a la cara puede romperles las arterias.
Un par de piernas ese es su patrimonio. Con ellas huyen, con
ellas avanzan.
Con ellas se han puesto en pie para decir basta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario