Estrasburgo sentencia que no hubo un juicio justo para Otegi
y sus compañeros del caso Bateragune.
Punto, nada más.
Otra vez nuestra democracia con su justicia y sus
charlatanes queda con el culo al aire.
Pero el daño causado a este pueblo de manera reiterada,
década tras década, quedará impune porque cuando se trata de pueblos que aspiran
a liberarse de la bandera rojigualda, todo vale.
Aunque desde Europa digan por lo bajito que fueron encarcelados
injustamente, la democracia seguirá con su frenético autoritarismo.
Aunque sean la vergüenza de todo aquel que crea en la
justicia.
Veremos qué sucede de ahora en adelante, veremos a los
presos políticos catalanes darles también la razón después de años en el
talego, veremos salir de la cárcel a los jóvenes de Altsasu, también después de
años, veremos contra las cuerdas a los que diseñaron las leyes para poner el
yugo al que disiente y España, la grande y la libre, será a la vista del mundo
entero la enorme mierda que tantos
señalamos y que a tantos costó el peaje de su libertad.
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