Yo os llamo con la desesperación de quien ve que nuestro
porvenir vendrá encadenado.
Porque no podemos dejar solos a los que se expresan con sus
alas extendidas entre rejas.
Porque cagarse en dios en estos tiempos es lo correcto.
Porque los jóvenes de Altsasu envejecerán en el talego si
no lo evitamos entre todos.
Porque se sentarán muchos más en el banquillo por frases o
por fotografías, por gestos o por sospechas de quienes desean imponernos su fe
en el fascismo.
Os llamo a todas las personas. A las que jamás pensaron que
perderían su trabajo, a las que nunca se imaginaron hablando bajo, a los que
creyeron firmemente en el ideal de justicia.
Os llamo, os grito a todos.
Recuperemos las calles y la vida.
Recuperemos el puño y la rabia ensangrentada.
Recuperemos los nombres de los que asesinan.
La crueldad no duerme.
No descansan los bandidos.
Los cadáveres se suman y todos somos cautivos.
Os llamo. Nombre a nombre.
Porque no tienen derecho a castigar la voz ni la esperanza.
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