sábado, 3 de marzo de 2018

El gobernador


Luis María Linde, gobernador del Banco de España ha dicho con sus reales cojones monárquicos: "Que recuerden los jubilados que, la mayoría, tienen casa en propiedad y no tienen que pagar 600 euros del alquiler, sino 100 de comunidad".

Y se ha quedado tan pancho.
No se podía esperar que dijera otra cosa. Pertenece a la clase social de los que ganan siempre y sabe que nada le sucederá, que nunca se verá contando monedas para comprar el pan y las medicinas.
Pensará que los pensionistas son unos caprichosos y uno ingratos. Que ojalá se mueran todos y dejen así de molestar.
Porque este señor no tiene una madre viuda pasándolas canutas para llegar a fin de mes.
Porque no ha visto a sus padres trabajando de sol a sol para ganar un salario de mierda que se convierte en más mierda cuando se jubila.
Porque no le pesa la subida de la luz, ni del agua, ni el copago ni le pesan unos hijos obligados a ir al extranjero, ni le avergonzará pedir alimentos en Cáritas, ni calentarse con velas.
Porque nadie de su entorno será desahuciado, ni estafado, ni multado, ni encarcelado.
Porque no comprende que a estas alturas si los pensionistas salen a la calle es porque no pueden más, porque no van a dejarse arrancar también la dignidad.
Pero de esto el señor Linde nada sabe. Nada sabe de pobreza ni de decencia. Es leal a su clase.
Los suyos le premiarán y los nuestros seguirán en la pelea.
Veremos cual de los dos bandos baja los pulgares.



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