¿Cuánto vale una tonelada de niños palestinos muertos?
Menos que un niño rubio al que le roza las mejillas una
bandera azul y blanca.
¿Cuánto valen los cuerpos muertos de los niños palestinos
tiroteados sin descanso?
Menos que un niño rubio, lejano y triste, que se aburre a la
sombra del muro de los lamentos.
¿Cuánto valen los ojos reventados, los brazos diseminados,
los corazones agonizantes de los niños
palestinos?
Menos que el valor que tiene el prepucio de los niños rubios
que van risueños a rezar o a aprender salmos.
¿Cuánto vale la muerte de los niños palestinos que caen y caen
y caen con su pena grande, con su sed
muy honda, con su infancia galopando entre el miedo y los sables?
Menos que el valor
del zapato con el que camina el
niño rubio sobre la tierra robada a los
hijos de otros dioses.
¡CÓMO DUELE, SILVITA!
ResponderEliminarEres genial,Silvia.Muchas gracias
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