Viñeta de Kalvellido
Acuérdate de mí,
no sólo en las derrotas,
no sólo.
Acuérdate de mí cuando los pájaros regresen
a anidar cada bandera.
Cuando las profecías de los barbudos
sean certezas,
cuando la palabras viejas sean ciertas.
Acuérdate de mí,
no sólo porque cantamos tiritando,
no sólo porque apretamos la ternura en cada paso,
no sólo porque deshuesamos los gritos
hasta que son tuétano y
calavera.
Acuérdate de mí también las vísperas,
también cuando zurzas
el amor y las caricias,
también cuando bajemos la guardia.
Acuérdate de mí,
no sólo vivo en las lágrimas.
Me acuerdo. Siempre.
ResponderEliminaray, Exodo, ¿de verdad?
EliminarDe verdad.
Eliminar"no solo vivo en las lágrimas" - dices... y, sin embargo tus lectores viven a través de ellas y te recuerdan siempre como aquella poeta a la que le canté en mis alebrijes (Desde las voces)
ResponderEliminarPor si no lo recuerdas... Esta es tu estrofa:
ResponderEliminarAunque el mundo la acecha como un lobo rabioso jadeando en la penumbra,
aunque un dolor punzante atraviesa el imperio de sus vísceras,
aunque un sueño a jirones le agoniza en los ojos
y el sollozo adelgaza la tristeza
y el viento huele a tumba;
se ha obstinado en el alba,
se ha empeñado en cavar cada trinchera
alzando la palabra por todo paradigma
hasta alcanzar la magnitud del fuego, hasta quebrar portales
topando con arietes de dura cornamenta, de testuces desnudas.
jder, Normita¡ son palabras que retumban dentro, muy dentro, tan hondo¡
EliminarY es que eres una poeta demasiado grande y me haces grande, enorme, con tus palabras¡
Eskerrik asko¡