sábado, 4 de noviembre de 2017

A plena luz del día


Ya no vienen por la noche, como entonces, cuando los niños dormían y no había ni borrachos por las calles.
Ya no vienen escondidos a dar la patada en la puerta para reventar el sueño de los que sueñan un mundo distinto.
Ya no hacen falta  soplones porque todo se ve y se oye.
Ahora llegan a plena luz del día, protegidos por la plebe que vitorea y aúpa los desmanes con los que se impone la ley y el orden.
Ahora llegan con los mandatos de una jueza a esposar a jóvenes vascos que riñeron, sólo eso, en un bar, de madrugada.
Ahora vienen a por Alfredo que mostró un muñeco para denunciar la dispersión inhumana de los presos.
Vienen a por los raperos, a por los que escriben tuits, a por los catalanes que salen a la calle con su verdad pacífica.
Vienen a por políticos independentistas que desobedecen para obedecer a un pueblo decidido a ser libre.
Vienen a por todos los que denuncian esta patria de fascistas.
Vienen a por todos porque la jauría los ampara, porque media España lame las manos de quienes torturan y detienen.
Porque media España vive de mendrugos y le gusta.
Porque media España exige más mano dura.
Ya no vienen por la noche, como entonces, vienen a plena luz del día a llevarse por la fuerza a quienes no claudican mientras los siervos aplauden y brindan por su España carcelaria, por su España anochecida.

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