Viñeta de Kalvellido
Siento que la vida mastica mis huesos para escupirlos
a los pies de quienes me dejaron huérfana
de amor y de otras prisas.
Los roe lentamente
en un silencioso ritual donde poco a poco
va cayendo la piel sobre el espanto.
Siento que la vida clava sus uñas en mi vientre
porque es ahí donde se gestan las palabras que me nacen,
porque es ahí donde la derrota de existir
se hace voz y compañía,
porque es ahí, en mi vientre fecundo
donde hablan los hombres y las mujeres a los que la
rutina
les paga tristeza
y otras heridas.
Siento que la vida insiste,
con su dientes y sus uñas,
año tras año,
lluvia tras lluvia.
Pero dentro de mí
hay un aliento que perdura,
hay un poema que no calla,
hay un gentío que llora y canta.
Y por más que me muerda la vida
estaré para escribir los poemas que ellos me dicten.
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