Entonces,
es el momento ahora y no más tarde
de mirar las cruces gamadas,
de comprender que están presentes
con sus dioses y sus patrias.
Ahora y no más tarde, es el momento
de impedir su renacimiento.
Debemos verlas recogiendo
diezmos asfixiantes
para abonar de impunidad
sus sables.
Ahora, si.
Ahora avanzan sus anhelos de holocaustos,
de muerte como estribillos
llorados por niños.
Ahora, si.
Ahora el calendario
vuelve al principio
cuando el miedo se
remendaba
con coraje
y las derrotas
eran el pan de cada día.
Ahora, si.
Ahora y no más tarde
debemos ver que sòlo los hombres
a medio parir
las llevan escritas en sus brazos y en sus frentes.
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