jueves, 14 de octubre de 2010

El siglo de las pocas luces

Viñeta de Kalvellido

Este siglo que empieza es el siglo de las pocas luces, de las muchas sombras.
El empeño de los poderosos de perpetuar sus privilegios hace que este sea un siglo caminando entre tinieblas.
La miseria avanza a paso rápido, desbocada, mientras esos pocos criminales hacen oídos sordos a los alaridos.
Como si no fuéramos más que un puñado y se nos cuenta por miles de millones.
Este siglo necesita para continuar con el latrocinio de todas las armas posibles.
Porque la realidad es un lugar inhabitable de pueblos sin ríos ni niños, de banderas sin patria, sin tierra, de muros levantados entre fronteras, de continentes vaciados enteros, de mujeres y hombres sin pan sobre la mesa, sin letra para los hijos, sin mañana.
Este siglo empieza siendo el siglo de las bestias, de la codicia desmedida, el siglo de la gran mentira, de las democracias que disparan tiros en la nuca a los empobrecidos, de la libertad que se oxida en los tribunales, el siglo de los canallas, del fascismo edulcorado cada cuatro años.
Este siglo, continúa el trabajo empezado en el pasado con mayor tesón, con más sangre derramada, con mayores amenazas. Y cada vez es mayor la necesidad de decir basta a esta espiral de violencia fabricada por las élites económicas que despedaza la vida, la esperanza.

Por eso, porque la verdad asoma entre muchas líneas, este siglo ha empezado acorralando a todo aquel que canta o cruje o piensa o se queja.
Y es por eso, que hoy, la palabra dicha en alta voz, la palabra escrita, limpia, es perseguida, tan perseguida como siempre fueron las ideas de paz y de justicia.

1 comentario:

  1. Sí, así es. Pero quizá en gran medida esté siendo posible, al menos con tanta virulencia, gracias al silencio de los corderos.

    Abrazos.

    ResponderEliminar