Andalucía:
Tienes muchos enemigos,
malas bestias sin pezuñas
que de urnas sólo saben.
Nada quieren del reparto,
nada quieren del trabajo,
nada les estorba el hambre ni los desahucios.
Se multiplican y se dividen
la tierra, las casas, los brazos.
Tienes muchos enemigos,
caciques, cínicos, vividores a destajo,
las mismas bestias de
antaño.
Andaluces,
largos años acribillados,
largos años de cruces y de látigos,
largos años de engaño,
largos años,
largos,
de fascismos de cuneta y
relicario,
de democracias que sepultan
la rabia, el duelo, el cansancio.
Andalucía, patria siempre a media
asta,
enlutada patria que canta.
Y es un quejido que callan,
y es un dolor que rubrican
los que llevan en las venas
sólo ambición e injusticia.
Andaluces,
vuestra historia:
pan pobre,
pobres casas,
emputecidos que huelen a sudor y
no a lavanda.
Andaluces,
después de mañana,
otra mañana poco clara,
después de mañana, palabras,
después de mañana los hijos errantes,
y vosotros deshuesando
la esperanza con un cuchillo sin nácar.
Porque nada cambiará,
salvo el fulgor
de la sangre levantada.
Después de mañana,
otra mañana poco clara
si la voz de los olvidados
no se alza
con su torrencial garganta,
con su memoria irredenta,
con su carne maldecida mil veces
por los canallas.
Después de mañana,
los pueblos... ¿quién sabe?
sitiando a las malas bestias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario