Viñeta de Kalvellido
Yo sé que el miedo lo puede repartir
una persona cualquiera
pero más allá de este miedo cotidiano
que crucifica a niños, a viejos, mujeres, o enfermos
está el miedo que pone yugos
y silencios.
Ese miedo callado,
tremendo miedo que baja la mirada
o da la espalda o peor aùn, calla golpes, cárcel
o metralla.
Yo sé que el miedo hoy, husmea letras y canciones,
se cuela en la ideas
y nos vigila desde dentro
para que afuera no aullemos
el dolor de vivir como parias.
El miedo nos hace la guerra,
uno a uno,
poco a poco,
nos acecha,
deja muñones inservibles
donde hubo alas.
Es un mercenario
al servicio de quienes gobiernan.
Agazapado bajo la piel,
va pudriendo
las palabras y los días
hasta que nos arrodilla.
A gritar hasta desgarrar nuestras gargantas, hasta parir libertad por la boca!
ResponderEliminarque asì sea¡
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