lunes, 11 de marzo de 2013

La plegaria de la no violencia


Viñeta de Kalvellido
Cuando escucho o leo frases contundentes del tipo “estoy en contra de todas las violencias” o “la violencia genera más violencia”, siempre me quedo pensando un rato, atolondrada, como si me pasara algo interiormente y me viera a mí misma igual que un monstruo devorador de carne humana por el simple hecho de no estar de acuerdo con estas  plegarias.
Algunas veces intento desentrañar el enigma y pregunto a quien se expresa de esta forma, más que nada para saber en qué momento me convertí en sanguinaria, para saber si lo mío tiene solución, si podré  enarbolar la bandera blanca y llevar palomas y sentirme en armonía con el universo, que por lo visto es amor a manos llenas.
Hay algo en mi código genético, alguna deformidad de fábrica, que me impide  escribir estos renglones en primera persona.
Y me pongo a pensar, armada de paciencia, (je, je),  y entonces, nacen de mis entrañas preguntas y con esas preguntas viene el compromiso y con el compromiso el enemigo y con el enemigo no hay tibieza posible porque sólo depreda.
Y entonces veo que las armas que se utilizan son poderosas pues nos dejan ciegas, sin vislumbrar siquiera que es posible vivir de otra manera.
Y entonces me doy cuenta de que todo lo vivido salió de la misma máquina, de una violencia experta que no tiene miedo a las  canciones que prohíben golpear a quienes nos hacen mierda.
Y entonces, grito, pero el sistema no se tambalea.
Y entonces, me pongo en pie pero el sistema no tiembla.
Y entonces levanto el puño con fiereza, y entonces, ay, entonces, no hay amo que no se proteja.
Y yo sé que estas palabras escuecen, que si alguien lee estas letras, puede decir que soy una poeta haciendo apología de la violencia.
Pero he visto tantos pueblos masacrados.
He visto tantos cuerpos, tantos ríos desangrados que cuando escucho decir “estoy en contra de todas las violencias”, sólo siento escalofrío y un deseo inmenso de marcharme lejos de esta paz que frena las conciencias.

2 comentarios:

  1. Suscribo, Silvia. Ya somos dos.

    Abrazos.

    ResponderEliminar
  2. Lo que se consigue por la fuerza, otra fuerza más grande te lo arrebatará.

    ResponderEliminar