Yo quiero poesía para todos, poesía que no cueste el esfuerzo
de renunciar al pan o a los vinos.
Ahí es donde quiero que estén mis versos.
La poesía, si aún soñamos con hacer de ella una herramienta,
debe ser humilde, necesaria y accesible, como el agua.
Y para conseguir esto no basta con sacar los versos a la
calle, con gritarlos, con agitarlos igual que banderas ciegas, no basta con ser
la voz del desencanto. Si alguien, quien sea, desea en la intimidad de su casa,
leer lo que hemos dicho en su nombre, pero no puede adquirir el libro, entonces,
nuestro discurso, (al menos el mío), queda vacío.
Siempre me cuestiono a mí misma por la distancia que existe
entre mi decir y mi hacer y por esto intento que cada vez haya menos abismo.
Mi obsesión es desempeñar este oficio con la pulcritud de
la coherencia.
Hace tiempo que decidí ser poeta para acompañar con mi voz
la barbarie de este tiempo, hace tiempo que mi poesía va unida, como un cordón
umbilical, al llanto y a la ira y por esta decisión que tomé creo que de nada serviría
mi escritura si luego quienes sufren la tragedia de todas las injusticias no
pueden tener los poemas que deletrean su dolor, nuestro dolor y que son el nombre
propio de nuestros escritos.
Me debo a los que padecen callada y diariamente. Mi deseo es
que puedan llevarse versos al corazón como se lleva aire a los pulmones, sin
apenas darse cuenta. Sin más peaje que la gratuidad de internet o la venta de
mi poemario a precios asumibles.
Yo sé que sueño demasiado pero hay más que sueñan conmigo.
Editorial Reflector también lo hace, tercamente, con cada nueva edición, con
cada nuevo autor, a cara descubierta.
Los sueños son pequeñas huellas que muestran el camino
hacia Utopía.
Yo pongo mis dedos pegados a la tierra para leer hacia
donde se dirigen.
Ojalá sirva caminar. Ojalá mi poesía sea capaz de acompañarlos
en estos tiempos de vigilias.
La expresión de ese deseo, Silvia, es ya caminar.
ResponderEliminarQue tu FE en las palabras compartidas te sostenga durante todo el viaje.
(Me encanta leerte. Antes te leía siempre en KAOS)