¿Y las calles?
Sin pálpito apenas,
sin aullidos rotos,
sin cuerpos valientes,
sin la sobria lucha de quienes nada tienen.
¿Y las calles?
Tan limpias,
tan suaves sus voces,
tan llenas de luces,
tan amontonada la queja sobre la desidia
que apenas se oye,
apenas se escucha,
apenas hay mujeres y hombres
con los ojos abiertos soñando el sueño torrencial de ser libres.
¿Y las calles?
A oscuras, a oscuras,
de noche, es de noche,
apenas se ve,
apenas se oye el dolor agudo
de los heridos de ayer y de ahora mismo.
Apenas se ve, apenas se oye,
temblar a los pueblos
que mueren de prisa
sin pan y sin luces.
¿Y las calles?
Calladas, calladas,
de noche y de día,
sin piedras, sin paredes escritas,
sin la dignidad firme
de quienes nunca se rinden.
Parece que no nos han apretado lo suficiente como para que saltemos de nuestros sillones, para que dejemos de mirar la tele y miremos más a nuestros vecinos, a nosotros mismos.
ResponderEliminarGracias, amiga poeta.
Eusebio.