Viñeta de Kalvellido
El exceso de información de estos tiempos cada día se
parece más a un muro.
País sobre país, muerte sobre muerte, se van colocando
como piedras y sobre ellas crece la hiedra, el olvido, la indiferencia.
Grecia, Sáhara, Ucrania, Palestina.
Son ejemplos que nos estremecen, pero mañana, quizá, estemos fijando la vista en otro lugar del mapa igual
de espantoso y quizá estos países queden lejanos pero igual de doloridos.
Nuestro corazón se
acostumbra a esta desmemoria de supervivencia.
A este pasar página en el libro delirante de la
violencia.
Pienso que si miramos globalmente, todo obedece a un mismo principio.
Al robo descarado o sigiloso de la soberanía, de la
tierra y de las ideas.
Y creo también que este deslizarnos horrorizados por
patrias en carne viva, viéndolas como fragmentos, aisladamente, como capítulos
sin finalizar sólo nos lleva al olvido o lo que es peor, a la costumbre de
contemplar, trozo a trozo, el espanto.
Es tarea nuestra estar alerta, saber que las patrias
quedan desangrándose aunque no sean noticia.
Es tarea nuestra ser humanos, lo más humanos posible.
Intensamente humanos.
Humanos totalmente para mirar la realidad como un "todo" que se compra y se vende, se salva o se masacra, se olvida o se tiene presente.
Es tarea nuestra ser humanos sencillamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario