Viñeta de Kalvellido
Sopelana, 16 mayo 2013
Querido amigo:
El mundo está un poco peor; las cifras son fantasmas con corazón
que se mueren de hambre, las rendiciones
hoy no son posibles porque enmudece el espanto, porque no es posible claudicar
si se escucha el llanto bajo los escombros.Aquí cerca, en estos pueblos nuestros donde es más fácil que duela hondo, la gente pierde el pan, y la esperanza es una plegaria incongruente que no cree en milagros.
Querido, desde que te has ido el mundo sigue con su empeño de convertirnos en cadáveres o esclavos. Y es triste comprobar que la humanidad arrastra miserias antiguas, penas profundas de salitre, sudor y sangre.
Lo más cómodo sería cerrar el puño para no escribir más, para no permitir que estas heridas supuren en cada palabra, con cada verso, letra o alarido.
Ya ves, te cuento
estas cosas hoy, en tus 45 años. Cuando la vida te ha dejado quieto, amarrado a
tu coraje blandiendo con furiosa rebeldía la rutina.
Por eso te escribo, porque podrán quitarnos las casas,
las banderas, los libros, las ideas, podrán arrancarnos los frutos del trabajo,
el futuro, la memoria, la verdad, podrán acorralarnos con sus tambores de
guerra, con sus leyes, con sus victorias dementes que tiñen de luto el presente,
pero amigo, no podrán quitarnos la ternura.No podrán todos sus carros de combate, todos sus drones, sus celdas, sus verdugos conseguir que olvidemos ofrecer nuestro abrazo a quienes pasan frío.
Quizá no sirva de mucho, pero es un buen principio: Toma mis brazos, Juan, para cuando necesites abrigo.
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