Viñeta de El Roto
Ya nadie espera a los poetas. Nadie espera que andemos errantes con nuestras palabras cargadas de miedo, de esperanza y de guerras.
Ya nadie nos espera. Somos poetas sin tierra.
Tiramos nuestros poemas al vacio porque vivimos lejos, muy lejos del pan, la lluvia, las tinieblas.
Ya nadie nos espera, atrás quedaron Hernández, Figuera, Roque Dalton.
Quizás nuestras palabras olvidaron cantar y contar los horrores, quizá nos convencimos de que no somos hombres y mujeres comunes, quizá vivimos acorralados por nuestras propias letras.
Lo cierto es que ya nadie nos espera, nuestros poemas se mueren porque no se funden con el dolor entero.
No son manantial, ni abrazo, no se parten en mil pedazos.
Nuestros poemas fatigan sus lenguas con estrellas, con suicidios y se alejan cada vez más, por eso ya nadie nos espera.
Debemos gastar nuestro cansancio siguiendo a aquellos que jamás lavan sus ojos. Debemos convertir nuestros versos en fuego, en sementera.
Nosotros, los poetas, no podemos llegar tarde, ni vivir este tiempo lento, lento de miseria y quejas.
Es nuestra obligación alcanzar el paso de los que hoy, lejos de nosotros sueñan.
Si, si los estamos esperando ¡Bienvenidos de nuevo! ¿Dónde andábais?
ResponderEliminarUn abrazo
Maravilloso
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