Viñeta de Kalvellido
Yo acuso al presidente y a sus ministros de masturbar los intereses financieros de los amos.
Yo acuso a los sindicatos de ser perros falderos, les acuso de dilatar las protestas en el tiempo, les acuso de querer convertir los gritos en susurros, la pobreza en una cifra, la protesta en un desfile de becerros.
Yo acuso a los periodistas de limpiar con sus lenguas bífidas la ponzoña de su desvergüenza.
Yo acuso a los intelectuales, artistas, escritores, de mirar para otro lado mientras besan las manos flojas de los tiranos.
Yo acuso a los empresarios, mafiosos y codiciosos, que compran carne humana y la destrozan en las fábricas, en los andamios. en el paro.
Yo acuso a los banqueros de ladrones, traficantes, blanqueadores de sangre.
Yo acuso a los ejércitos, sicarios con nómina de una sola bandera, de esparcir masacres por unas monedas.
Yo acuso a las multinacionales del dolor de convertir la salud en mercadería y a los enfermos en adictos a sus píldoras y a los empobrecidos en gentes sin cura posible.
Yo acuso a los curas y monaguillos de perpetuar la gran farsa, de instigar a la resignación para sentarse mientras tanto a la derecha del terror.
Yo acuso a los jueces, a los fiscales, a los tribunales, que torturan la justicia hasta dejarla moribunda.
Yo acuso a todos, les acuso con estas manos pequeñas, les señalo con estos dedos de poeta, en estos versos atrapados por la rabia.
Les acuso de tantas cosas que no me alcanzan las palabras, les acuso de cada uno de los desahucios, de cada uno de los saqueos.
Les acuso de la miseria, de las pestes,, de las corrupciones, de los terrorismos oficiales, de las demencias, de las picanas, les acuso de repartir miedo e indiferencia, les acuso de la mano dura, de la complicidad de sus silencios, de la manipulación, de la represión, de vender realidades ficticias, de crear la industria de la violencia, les acuso de esterilizar las utopías, de inventar coartadas, les acuso de intentar barrer las calles de alegría, de intentar violar todos los sueños, de vivir por y para el crimen.
Les acuso sí, les acuso con mis versos, les digo a todos los bandidos que aquí estamos, con el pecho al descubierto, aquí estamos, clavados en la tierra,
Aquí estamos, apresurando el paso,
camino de un mañana sin tinieblas.
Aquí estamos, sin callarnos,
con nuestras vísceras ardientes,
con nuestros temblores controlados,
con nuestros pulso desordenado,
aquí estamos,
con el corazón atento,
aguardando el momento.
Aquí estamos.
Bravo, bravo, bravo, bravo...
ResponderEliminarMe sumo a esas acusaciones.
Abrazos.
Yo también me sumo de pleno a todas ellas.
ResponderEliminarCon tu permiso me quedo por aquí.
Saludos
Uffff Silvia, has dado en el clavo. ¡Sensacional! ¿Me permites unirme a tus acusaciones?
ResponderEliminarAbrazo Solidario desde Colombia.
Muy bueno Silvia. Como el anterior: "no lo entiendo".
ResponderEliminarPero todo tiene explicación. Nos han enseñado a desconfiar, a separarnos, a salivar ante un bocado de paternalista seguridad.
Pero, Si vis pacem (libertas) para bellum.
Veo que has escrito sobre Palestina, déjame que te recomiende esta página:
http://uconisnu.wordpress.com/
Un saludo.
Silvia, has sintetizado en un poema lo que yo estoy desgranando en un libro de poemas que se titulará: "Atado y bien atado". Me gusta comenzar los poemas con alguna cita y, con tu permiso, me gustaría tomar algunas de este completísimo poema tuyo y de otros que también me gustan. Te regalo la lectura de los últimos versos incorpotados a "Atado y bien atado":
ResponderEliminarCualquier día del munidal
Los sarmientos de unas pencas
desordenan la cosecha
de un hermoso barril crema
con la boca muy abierta.
La oscuridad ya no engaña,
ya no hay razón de bodega,
mientras cuelga en las barandas
la basura más esbelta.
Mentes muy contaminadas
juegan a merecer otra guerra,
se encierran en las pantallas
ignorando las aceras,
donde la vida es carnaza
de la que pacen las fieras.
Cada vez más vagabundos
y cadad vez más banderas
con caprichosos eructos,
con aguilas o con cadenas
o con bestias de lo oscuro;
cada vez menos vergüenza
dentro y fuera de los cubos
o encima de cualquier mesa.
El que busca entre las sobras
sostiene más dignidad
que los traidores que adoran
el refugio de crueldad,
de terciopelo y corona,
de robos y vanidad,
de fusiles contra escobas,
calabozos sin piedad
y chivatillos de alcoba;
sostiene más dignidad
que los patriotas de ahora,
oscurantistas de atar,
cobardes de sopa boba
que olvidaron con la edad
a sus ancestros en la horca
o en el paredón del mar
amparando toda la honra
que con ellos quedó atrás.
Roja y gualda y a callar
y que reparta las cartas
el mismo que va ha ganar,
aquí a tragar y a chuparla
por delante y por detrás.
El camión de la chatarra
está apunto de pasar
y... ¡Gol de España!
http://www.jpjscotta.blogspot.com/
http://scottayelcurro.blogspot.com/
scotta: he intentado escribirte un mail, pero tu correo no aparece en tus blogs
ResponderEliminarscotta.7@gmail.com
ResponderEliminarscotta_7@hotmail.com