Tengo miedo y son demasiadas las razones para tenerlo.
Tengo miedo a los extranjeros, pero no a todos, a los moros, a los sudacas, a los rumanos, a los negros.
Tengo miedo al terrorismo,
a perder el trabajo,
a que me quiten la casa,
a que se distraigan mis ahorros en los laberintos financieros,
a las enfermedades,
al cambio climático.
Tengo miedo a los delincuentes, a los vàndalos, a los que husmean las basuras, a los que se drogan, tengo miedo a salir de noche, a utilizar el coche, tengo miedo a envejecer, a comer, a gastar, a fumar.
Tengo miedo a los que me hablan en la calle, a los que me miran, a los que me ignoran, a los que me piden, a los que me dan.
Tengo todos los miedos bien repartidos
La televisión da buena cuenta de esto, continuamente nos informa, nos previene, nos protege, es el evangelio.
Nos dice que la calle se ha convertido en un lugar hostil, que los de fuera no tienen moral, que matan salvajemente, que estemos callados que la gente se queda en el paro, que mejor nos vacunemos, que nos apretemos el cinturón, (ya desde siempre bastante apretado), que no nos quejemos si estamos videovigilados, reprimidos, empobrecidos, si somos tratados como niños.
Dice que tal y como están las cosas, mejor si empezamos a pensar en la pena de muerte, en la cadena perpetua, en el recorte de nuestras libertades, que màs vale vivir acorralado, que morir en manos de alguien con turbante, en manos de un demente, de una activista, de un libertario, de una poeta, de una trabajadora en precario, de un emigrante o de un jubilado,
La tele dice esto y todos lo sabemos, la tele nunca miente.
Silvia, me pareció muy xenofóbica tu entrada de hoy, muy racista. Creo que por pensamientos como esos es que el mundo está así.
ResponderEliminarQuizás no llegué a interpretar bien tu texto y es todo una gran ironía y entonces me retracto y te apoyo en el sarcasmo.
Pero así, lineal, leyéndolo como está, me estremeció.
oh, pero claro que es un sarcasmo, por dios¡¡¡¡
ResponderEliminarDe todos éstos que mencionas yo a los que más temo es a aquellos que me ignoran. Y sí, el único asesinato lícito -que, ya hecho costumbre, muda la piel para vestirse con la del genocidio- es la que perpetran la gran banca, las grandes corporaciones y los estados "democráticos" y, a la sazón, "democratizadores". Como las antiguas cruzadas evangelizadoras.
ResponderEliminarAbrazos.
Ah, yo rápidamente interpreté que se trataba de ironía. Será que suelo también ser muy ácido. Mucho más en persona que por escrito.
ResponderEliminarSì tienes razòn, da terror pensar que tanto crimen queda impune.
ResponderEliminarY sì, je, je, la ironìa, la acidez, el sarcasmo, son recursos que usamos para digerir esta realidad que se nos atraganta. Un abrazo.
Silvia, te pido un millón de disculpas! Es que estoy tan acostumbrada a ver la discriminación por tantos rincones que me horroricé un poco (bastante).
ResponderEliminarDe verdad, te pido perdón de mil formas.
Lo releí con la idea inversa. Y ahora sí, noto que está muy bueno tu texto.
No sé como disculparme, una vergüenza lo mío.
Perdón por ultima vez.
Cariños!
Sol:
ResponderEliminarno tienes que pedirme disculpas, quizà haya sido un error mìo al redactar el post, no sè, mi intenciòn desde luego no era fomentar xenofobia, je, je, asì es la palabra de complicada. Pero sigamos trabajando en ella, con ella, aunque a ratos nos distancie. ¿vale?, un abrazo.
La TV, no miente desvirtua, subjetiviza, empanfleta y crea mundos virtuales partidistas.
ResponderEliminarLa TV, manipula lo real y hace realidades a interes.
Un Abrazo Silvia
Tus textos mordaces, irónicos... Acercándonos a la orilla de una realidad que nos envuelve, nos domina, nos masifica y hasta quebranta el orden institucional cuando los pueblos no saben leer la intencionalidad mediática.
ResponderEliminarExcelente Silvia. Como siempre
L'ironia del tuo testo coglie in pieno la situazione generale e non solo riguardante la televisione
ResponderEliminarCiò che tu scrivi è perfetto anche per l'Italia.
Bogar
Efectivamente, la tele nunca miente; sólo nos hace dormir
ResponderEliminarLa política del miedo, una vieja herramienta al servicio de los poderosos, del capital. Una forma de mantener al pueblo atemorrizado y lo mas alejado posible de la calle, el lugar donde se ha de librar la batalla por la igualdad, la libertad y la justicia.
ResponderEliminarMagnífico post compañera. Un abrazo.
www.utopiaroja.blogspot.com
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