El próximo sábado, otra vez, una vez más, Bilbo será la
voz de un pueblo que no quiere avanzar a espaldas de sus presos.
El silencio no caerá sobre sus nombres, ni sobre sus
dolores, ni sobre sus picanas.
El sábado Bilbo será el candil que alumbre la oscuridad
donde nunca desesperan.
Y para vergüenza de aquellos que los niegan o que aplauden
la saña con la que se les mantiene prisioneros, nosotros, este pueblo pequeño y
obstinado, seremos el espejo donde se reflejan sus corazones.
Seremos luz, seremos palabra, seremos alas.
Otra vez, una vez más, poniendo al estado español en
evidencia y contra las cuerdas.
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