Viñeta de Kalvellido
Ayer un puñado de fascistas atacaron a cara descubierta. Sin
miedo a represalias.
Parece que unánimemente se condena.Y yo me pregunto, ¿por qué no tenían ningún temor a ser identificados?, ¿por qué se presentan mansamente en la comisaria para entonar el mea culpa?, ¿qué mano negra los protege?
Tal y como están las cosas, es buen momento para los fascistas.
Me temo que esto será sólo el principio.
El hecho de que sean imprudentes a la hora de exhibir su violencia antigua indica que no son un montoncito de fanáticos, son la carne de cañón de quienes sueñan con tiempos pretéritos, con los años del paredón y el silencio por dios, la patria y sus cojones.
Van a por todos, ha llegado la hora de barrer las calles de los que les molestan con sus ideas.
No son unos cuantos locos. Son los hijos de quienes, no hace tanto, pasaron a cuchillo a millones.
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