sábado, 5 de noviembre de 2011
Al lustrador de disparates
Viñeta de Kalvellido
No tengo por costumbre escribir sobre pensamientos o afirmaciones de periodistas o poetas o transeúntes de la vida que opinan en los medios que yo frecuento. Salvo excepciones, voy de la poesía a mis asuntos, que no son otros que los del mundo.
Pero estos días he presenciado y sufrido los eructos de alguien que se llama a sí mismo marxista, que escribe y mucho y que se acompaña de cierto prestigio.
Hablo de Jaime Richart, y de su artículo “Análisis de un disparate”.
El escritor en cuestión simplifica puerilmente, habla de las alambradas como si fueran una garantía del buen vivir, como si las rendijas por las que se cuelan los extranjeros que huyen del hambre y la persecución debieran ser aún mejor vigiladas, aún mejor taponadas, aún más castigado el corazón de los que escapan de una tierra que les es hostil y todos sabemos las causas.
Y lo peor de todo es que este hombre en un claro ejercicio de soberbia, para defender una postura digna de la derecha más extrema, ataca con exceso de víscera la página web de donde decidieron sacar por unanimidad sus líneas.
A mí me asusta esta gente que alardea de izquierdismo y desliza una ideología de cruz gamada.
Es como tener al enemigo comiendo de mi mismo plato, usando mis mismas sábanas. Como si estuviera instalado en mi casa con sus salmos y plegarias y yo me viera obligada a escucharlas.
Todo esto da nausea y avergüenza.
De alguna manera suena a propaganda, a jabón que limpia las culpas verdaderas, a personajes complacientes con el sistema.
Y por más que este escribidor patalee, lo escrito, escrito queda, la réplica lo consolida en su peligrosa memez y yo como lectora me siento aliviada al ver desnudo a un travestido de izquierda.
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Una vez mas mis felicitaciones por decir en voz alta algo que la historia lleva obstinada en enseñarnos, pero que en un país sin memoria o que su memoria se reduce a lo que la manipulación de los medios quiere enseñarles, tiende a olvidar fácilmente. Cualquiera que tenga el "alma roja" sabe que esta, no habita en la sede de un partido político, si no en el corazón libre de cada uno, y otra de esas vergüenzas, nos las esta enseñando el KKE Griego en las ultimas semanas, en su posicionamiento de "quinta columna del Reich" actuando de contrarrevolucionarios para sacar cotas mas altas de poder dentro del estado, apaleando y traicionando al pueblo que dicen defender como unos anti-disturbios mas. ¿eso podría pasar aquí? Mas eso, que otra cosa llegado el caso.
ResponderEliminarSalud.