jueves, 6 de octubre de 2011
Los peligrosos
Viñeta de Kalvellido
Y siguen las excusas.
Nos arrancan la riqueza de las manos, nos engañan, nos envían al paredón de la miseria, nos ponen la mordaza de la ley, la incertidumbre de los desahucios, la esclavitud de las deudas que aumentan.
Nos quitan el trabajo o nos lo dan miserable y precario, convierten la salud en un privilegio, la enseñanza en un terreno frágil y manso, ordenan a las jaurías que no se mueva nadie, hablan de cinturones apretados, de austeridad, de hacer patria, recuerdan con nostalgia viejos tiempos, desentierran el terror para sepultar la memoria, ignoran la justicia, o lo que es peor, la someten y violan impunemente y además de todo esto pretenden que estemos callados.
Quieren que seamos ordenados, dòciles, seres apagados.
Nos quieren risueños y crucificados.
Pretenden que pidamos permiso para quejarnos, que conservemos modales educados, que respetemos la democracia del cheque en blanco y la violencia burocratizada.
Y si nos explota la rabia en las manos, si la nausea se contagia, si salen las conciencias de su letargo, si agarramos la vida y les desafiamos entonces nos quitan de en medio con sus excusas pueriles.
Otegi, Cañamero, Hàsel.
Es un peligro pensar, hacer, crear.
Y cuando peligra esta libertad, cuando está perseguida o entre rejas sólo nos queda decir que el fascismo vive demasiado cerca.
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