Miren ustedes, yo no sé nada, sólo soy poeta
y mi mundo sólo son las palabras
pero es que la calle, calla.
Calla el hambre y calla el frío,
calla el golpe y la mordaza,
calla el grito,
callan el coraje y las felonías.
Verán ustedes,
los trabajadores no trabajan,
los enfermos agonizan en las salas,
las guerras se suceden,
la riqueza vuela sin dejar huella
y las calles, callan.
Miren, sólo soy poeta, es decir, apenas nada,
pero nunca vi tanta miseria,
tan míseramente callada,
nunca vi tanto olvido,
ni tanta dignidad pisoteada.
¡Miren ustedes las calles¡
no hay rastro en ellas de rabia,
nadie agita sus cadenas,
nadie desea asaltar los palacios
para dar poder a los parias.
Miren, perdonen mi desconfianza,
solo soy poeta y sólo se de palabras,
pero es que las calles…callan
porque han sido sobornadas
con el voto y la esperanza.
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