sábado, 26 de noviembre de 2011

No entiendo


Viñeta de Kalvellido

Yo no sé cuando empezó todo a tener todo un precio.
No sé cómo caímos en esta trampa perversa.
Ni cómo nos endeudamos hasta convertir a los hijos den nuestros hijos en esclavos.
No sé cómo aceptamos vender nuestro tiempo a cambio de un pobre salario, ni cómo ni siquiera rechistamos cuando en los supermercados pagamos a toca teja la harina o el aceite que necesitamos.
No comprendo este mundo torcido.
Entiendo que vivir así es mercadear con el destino. Valorar el futuro en función de las monedas de cada uno.
Entiendo que vamos por mal camino porque no puede ser que para tener pan, techo o abrigo, primero debamos aceptar este círculo de vicio donde pagamos para existir, para tener un fin exiguo.
No puede ser que el precio lo pongan siempre los mismos y nosotros nos quedemos con hambre o frío mirando morir a los que ni siquiera saben que su presente podría ser distinto.
No puede ser tanto desatino, tantos millones atormentados, no puede ser que demos tan poco valor a poder juntos, apretados, cambiar este orden escrito hace siglos.
Y ser de una jodida vez libres y pacíficos.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Sospecho


Viñeta de Kalvellido

Sospecho que va a llegar el día en el que caminaremos llenos de pústulas y flemas, con la muerte entre harapos y ningún remedio.
Sospecho que, febriles, deberemos decidir qué hacer, si enviar a los hijos o ir nosotros primero.
Sospecho que los viejos caerán hambrientos, callados, meados, con todo el dolor del mundo atravesándoles los recuerdos.
Sospecho que habrá niños con dientes podridos, con heridas supurantes, sin píldora que los calme.
Sospecho que los empobrecidos deambularán con su enfermedad a cuestas y esta mala suerte de morirse sin dinero que los sane.
Sospecho que vivir va a ser un privilegio.
Como ya es un privilegio trabajar o tener techo.
Sospecho que esto será cierto si no paramos en seco.
Si no les plantamos cara, si no reventamos de rabia.
Si no decimos basta a este crimen perfecto, nos van a quitar hasta los huesos.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

No importa


Viñeta de Kalvellido

No importa que digan que nos están robando. Nada importa.
No importa que nos estemos quedando sin pan y sin trabajo y sin salud y sin letras y sin rebeldías. Nada importa.
No importa que la democracia sea invisible para los muertos de hambre.
No importa que los torturadores reciban su salario de dolor puntualmente.
No importa que los pueblos clamen desangrados, invadidos, vendidos en mercados, descuartizados.
No importa que a cada rato caigan puños, sueños, desafíos.
No importa que los años y los siglos pasen como pasan los verdugos con sus nombres y apellidos, impunes y tranquilos.
No importa que la angustia cuelgue pegajosa de domicilios que nunca tuvieron un buen destino.
No importa.
Nada importa mientras este delirio siga y siga hacia un fin que ya fue escrito.
Ahora es el turno de los cobardes, de los que abanderan su rancia ideología de amnesia y casticismo.
De los que se alejan rentabilizando el daño, la cárcel, el castigo, la barbarie.
Ahora es el turno de los que nunca se fueron, de los que brillaron con su luz oscura, de los que siempre estuvieron al acecho con doctrinas vacilantes y asesinas.
Ahora es el turno de los que no tienen miedo, de los que balbucean, de los que babean frente a las riquezas.
Ahora es el turno, otra vez, una vez más, de los políticos decididos a ser bufones en un país que se rompe.

domingo, 20 de noviembre de 2011

La orgia azul


Viñeta de Kalvellido

“España unida jamás será vencida”.
Así coreaban esta noche los devotos de Rajoy y sus gaviotas. Se derramaba entre la multitud el sentimiento patrio.
Una inmensa orgía de rancios y castos, de clasistas y desmemoriados, de ambiciosos y cómplices, de trepas y desinformados.
Una marea de conciencias atrofiadas que no son un montón si no un rebaño.
Que añoran tiempos pretéritos y adoran al pastor que les conduce al establo.
Que rumian del pesebre vacío o envenenado.
Mañana, dicen, se pondrán a trabajar, supongo que en su economía falsa, en sus medidas cosméticas, en su bandera rojigualda.
Supongo que fabricarán jabón para limpiar las farsas.
Supongo que ignorarán las certezas, que harán uso de su propaganda hueca, que anticiparán castigos, que remendarán mordazas.
Supongo que su política será sostenida por el miedo a la pobreza, a la miseria, a la disidencia.
Supongo que esa multitud de fachas pedirá más mano dura, más pudor, más orden, más caña.
Supongo que piensan vigilar de cerca a los que creemos que el enemigo se vistió hoy de azul para decapitar nuestra riqueza.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Hoy y mañana


Viñeta de Kalvellido

Hoy un puñado de criminales saldrá por la noche a su balcón para exhibir la victoria mientras un puñado de derrotados igualmente criminales fingirá sorpresa, desánimo, caras gastadas.
Pero a escondidas todos brindarán por el reparto, por el engaño, por lo bien que se han portado con los amos. Por los premios que recibirán a cambio.

Y la gente desde sus casas pensará que todo seguirá igual, es decir, cuesta abajo, sin frenos, camino del matadero.
Y la gente, desde sus casas, se preguntará, qué ocurrirá durante los siguientes cuatro años.
Las respuestas están desde hace tiempo servidas sobre la mesa: más pobreza, más mordaza, más golpes y metralla.
Mañana será otro día más de los horribles días de esta grosera democracia sólo complaciente con quien convierte en despojos el pasado y el presente.
Mañana la patria, vestida de azul indecente hipnotizará el derecho vivir en paz con pan, ideas y salario.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

El domingo lloverà


Viñeta de Kalvellido

Es siniestro pero el domingo iremos a las urnas sabiendo que existen las torturas.
Habrá quien vote opciones que la desmienten o la ocultan.
Habrá quien elija a aquellos que la justifican.
Habrá quien prefiera hacer la vista gorda, como si estas evidencias fueran delirios fanáticos de izquierda.
El domingo iremos a votar en una democracia que absuelve verdugos o los premia, que castiga ideas, que ignora las marcas de los torturados.
El domingo marcharemos ordenados, en fila india, hombres y mujeres mansos rubricando los golpes de estado que se han estado efectuando desde que nos hicimos mayores y los amigos de Franco se fueron de rositas sin ser castigados.
El domingo usarán esta democracia de picana, amnesia y desahucios para rematar un país y quedarse con las sobras.
La suerte está echada.
Lloverán cruces gamadas

domingo, 13 de noviembre de 2011

Amaiur, a pesar de todo.


Viñeta de Kalvellido

Y a pesar de todo, este país sigue en su empeño.
Sin escuchar a los locos que presagian mil violencias, apuesta por la papeleta, por el voto en rebeldía, por dar la espalda a los caciques, a los tricornios, a los obstinados con una patria que asfixia nuestras voluntades.
Y a pesar de que hay mucho agorero pronosticando un futuro turbulento nos volvemos sordos a estos presagios porque sabemos lo que queremos.
Porque fuimos entrenados por la historia para saber que es ahora el momento.
Porque este país pequeño no piensa bajar la voz el día 20, todo lo contrario, se oirá por todos los pueblos y ciudades, como si fuera un solo canto.
Y allá cada cual con lo que piense.
Para nosotros será una victoria más después de tantas derrotas.
Para nosotros será como abrir otra vez de par en par las puertas.
Para nosotros será una nueva evidencia.
Podremos al fin empezar a hacer un porvenir sin rejas, ni cadenas.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Los partos de la bestia



Ser poeta en tiempos como estos es situarse en la marginalidad literaria, ser dibujante y posicionarse en la crítica permanente al sistema es situarse también en la marginalidad voraz de quien todo lo pierde.
Ambas cosas se unen en este libro.
Poesía e imagen a contracorriente, sin autocensuras, ni mordazas impuestas.
“Los partos de la bestia”, fue escribiéndose y dibujándose al ritmo de la realidad, febrilmente, enloquecidamente, como si este fuera el último grito posible.
Habrá quien piense que hacerlo ha sido arrogante pues no hay editorial que lo respalde.
Habrá quien crea que se han atrevido a sacar a la luz versos y viñetas sin pasar por el filtro de los que saben.
Eso poco importa, los autores de este libro consideran que es tiempo de no callarse, que más allá de rigideces está la libertad de decir, de pensar, de crear.
Que más allá de un mundo envasado al vacío, corrupto y sanguinario existen seres con alas dispuestos a no dejar cortárselas.
Por todo esto son motivo de celebración estos 300 ejemplares hechos a pulmón por Silvia Delgado y Kalvellido.
Así pues, aquí está su libro, sus palabras, sus imágenes, su rabia.

Si alguien desea tener “Los partos de la bestia” (10 euros con gastos de envìo al estado español) que escriba a:
silviasope@gmail.com (Silvia Delgado)
jkalvellido@wanadoo.es (Kalvellido)

jueves, 10 de noviembre de 2011

Pa què nos vamos a engañar màs


Viñeta de Kalvellido

Pa què nos vamos a engañar màs
El 20 N han preparado un banquete con la casquería de esta democracia que huele a carne humana.
Nos han dejado en pelotas, nos han cortado los puños, nos han dejado sin casa, nos han puesto en la calle con hambre y miedo y mordazas.
Nos han obligado a caminar con los sueños vigilados, con las ideas convertidas en muñones que no agarran.
Han hecho con nosotros lo que les ha dado la gana.
Y por si esto fuera poco quieren representarnos para continuar devastando.
Y crecen por todas partes los bastardos, los mafiosos, los mesías de la traición, de los sobornos, los verdugos travestidos de políticos, los necios con bolsillos hambrientos, los alquilados de pensamiento, los sepultureros de la ciega balanza, los farsantes ávidos del poder de la maza.
El 20 N, se sentarán todos alrededor de la misma mesa y con sus modales perfectos esperarán que les sirvan su porción de pestilente democracia.
Ignorando que los pueblos jamás tuvieron vocación de mansos masticarán hasta eructar durante cuatro años su asco.

martes, 8 de noviembre de 2011

Tengo una sospecha


Viñeta de Kalvellido

La realidad es un desvarío permanente que pretende dejarnos el corazón a ras del suelo.
Los gobiernos fingen soberanía, pegan tiros en la nuca de los pueblos con su plomo y con sus leyes y se sientan a esperar la agonía de los parias.
Esta tiranía travestida de democracia recorre el mundo con su traje roñoso y siniestro.
Y yo no sé cuando conseguiremos que los criminales rindan cuentas por todas las matanzas.
No sé cómo lograremos escribir una historia buena si el enemigo es un bruto enajenado, analfabeto de emoción y de ternura.
Si sólo entiende el dedo en el gatillo, la atrofia de las armas.
Yo no sé como conseguiremos su derrota si no cavamos trincheras, si no desenfundamos la furia, si no somos soldados cargados de utopías, si no arriesgamos la vida en este campo de batalla que cada día tiene más desesperanzas.
No sé cómo escribiremos esa historia buena, tengo la sospecha de que no será con banderas blancas, con ruegos ni con plegarias.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Al lustrador de disparates


Viñeta de Kalvellido

No tengo por costumbre escribir sobre pensamientos o afirmaciones de periodistas o poetas o transeúntes de la vida que opinan en los medios que yo frecuento. Salvo excepciones, voy de la poesía a mis asuntos, que no son otros que los del mundo.
Pero estos días he presenciado y sufrido los eructos de alguien que se llama a sí mismo marxista, que escribe y mucho y que se acompaña de cierto prestigio.
Hablo de Jaime Richart, y de su artículo “Análisis de un disparate”.
El escritor en cuestión simplifica puerilmente, habla de las alambradas como si fueran una garantía del buen vivir, como si las rendijas por las que se cuelan los extranjeros que huyen del hambre y la persecución debieran ser aún mejor vigiladas, aún mejor taponadas, aún más castigado el corazón de los que escapan de una tierra que les es hostil y todos sabemos las causas.
Y lo peor de todo es que este hombre en un claro ejercicio de soberbia, para defender una postura digna de la derecha más extrema, ataca con exceso de víscera la página web de donde decidieron sacar por unanimidad sus líneas.
A mí me asusta esta gente que alardea de izquierdismo y desliza una ideología de cruz gamada.
Es como tener al enemigo comiendo de mi mismo plato, usando mis mismas sábanas. Como si estuviera instalado en mi casa con sus salmos y plegarias y yo me viera obligada a escucharlas.
Todo esto da nausea y avergüenza.
De alguna manera suena a propaganda, a jabón que limpia las culpas verdaderas, a personajes complacientes con el sistema.
Y por más que este escribidor patalee, lo escrito, escrito queda, la réplica lo consolida en su peligrosa memez y yo como lectora me siento aliviada al ver desnudo a un travestido de izquierda.