domingo, 27 de diciembre de 2009

¿Dònde estàn?

¿Dónde están?
¿Dónde están los intelectuales, los zurdos qué desafían, que retan libremente?
¿Dónde?
¿Dònde están cuando se les necesita?
¿Por qué no dicen basta?, ¿les parecerá conveniente la mordaza?, ¿les parecerá un mal menor la asfixia cotidiana?, ¿la desintegración de la justicia?, ¿les parecerá que esta es una realidad masticable para todos o digerible sólo para unos pocos?
¿Dónde están sus consignas?, ¿Por qué tanto besamanos?, ¿por qué rendir tanta pleitesía?
¿Dónde, dónde se esconden cuando es preciso hablar alto, claro, cuando es preciso gastar la voz, cuando es urgente usarla hasta la afonía, hasta romperla de tanto grito, de tanta nausea?
¿Dónde están? ¿defendiendo qué?, ¿dando la cara por quién?, ¿por qué menosprecian a todos aquellos que se arriesgan?, ¿a todos aquellos que pelean para no ser cómplices, para no ser mamporreros, para no ser falsos adoradores de becerros?

¿ En qué lugar pervirtieron su palabra hasta convertirla en puta palaciega?
¿Por qué maldita sea deshonráis de esta manera a todos aquellos que ponen su vida, su trabajo, su decir como bandera?
¿Dónde estáis poetas, escritores, pensadores, palabristas del sistema?
Acaso ¿no oís el ruido de vuestras cadenas?

martes, 22 de diciembre de 2009

Carta de navidad para ZP

Querido presidente:
Soy una ciudadana preocupada porque de un tiempo a esta parte vengo notando que son muchas las detenciones que se están efectuando en mi tierra. Verá, las cárceles se llenan día a día, entran muchos pero salen muy, muy pocos, pronto habrá más vascos dentro que fuera de los muros carcelarios, entonces yo le pregunto, ¿usted se ha dado cuenta del gasto que esto supone?,
Hasta el momento, por ley, los presos comen todos los días, generan un derroche que en tiempos de crisis quizá deberíamos evitar, entonces ¿no sería mejor que salieran todos de ella, que los trajeran a casa y nos pusieran una alambrada si el presupuesto es modesto o un muro estilo palestina, si cuentan con fondos generosos?
Esto lo digo porque hasta lo que yo sé esta medida está funcionando en otros lugares, pregúnteles a los israelíes, pregúnteles.
Verá que lo que le sugiero no es tan descabellado. No se precipite, usted sabe como hacer bien estas cosas para que la opinión pública se ponga de su lado. Puede ser una experiencia piloto, después si funciona según las expectativas, puede trasladar esta idea y ordenar otros muros que encierren a los catalanes, a los gallegos, a los canarios, y así sucesivamente. Mano dura es lo que queremos señor presidente.
Mano dura, pan y circo eso, es todo.
Querido presidente, aprovecho para decirle también que le deseo unas felices navidades a usted, a Rajoy, a la familia monárquica y a Rouco Varela, admiro tanto, tanto, su trabajo por el bien común, su enorme respeto a las libertades, a la justicia.
P.D. si desea recompensar mi altruismo, mi esfuerzo desinteresado por la paz y el orden puede darme un aguinaldo, a modo de medalla, premio o como lo considere, de la forma que considere, aunque le sugiero que a mí lo que en verdad me vendría bien es un trabajo en uno de los periódicos o televisiones que tiene a sus órdenes.
Gracias. Urte berri on.

viernes, 18 de diciembre de 2009

Aquì no se tortura

Aquí no se tortura.
No dudo que esto ocurra en países lejanos, en esos lugares donde van arrastrando pecados, allí donde aún no ha llegado una democracia como la nuestra, ejemplar, sin abusos, no, no lo dudo, es más, lo aseguro.
Pero aquí, aquí mismo, no se tortura.
Me da igual lo que digan: que son obligados a hacer ejercicio, que les ponen una bolsa en la cabeza hasta la asfixia, que les aplican electrodos, puñetazos, que les amenazan, con esto o con aquello, que hay maquinarias sofisticadas que no dejan huellas… todos dicen .lo mismo, se lo deben haber aprendido de algún libro antiguo.
No, aquí no se tortura, me da igual si lo cuenta mi vecino, mi compañero de trabajo, mi adversario político, me dan igual las fotografías de rostros deformes, las denuncias, las marcas.
Aquí no se tortura porque si esto fuera cierto, estaríamos en la calle protestando, porque quien sabe si un día a nuestros padres, a nuestros amigos, a nosotros mismos…
Si esto fuera cierto, si fuera cierto que aquí se tortura digo yo que esos burócratas del dolor estarían despedidos, digo yo que tendrían algún castigo, digo yo que lo dirían los periódicos, las televisiones, los más listos.
Digo yo que si fuera cierto que aquí se tortura algo haríamos entre todos puesto que en una democracia no hay lugar para estos desatinos.
Y digo yo ¿no será que se tortura a los que salen a pacer fuera del sembrado?, ¿a los que son de lejos o a los que son de cerca y escapan del rebaño?
Y digo yo, entonces ¿no será que lo tienen merecido?
¿Y si mañana es a mi hijo?, ¿pensarè lo mismo?

martes, 15 de diciembre de 2009

Carta a Aminetu Haidar

Querida Aminetu:
Es difícil escribir esta carta cuando ya llevas tantos días de hambre, de mano dura. Es difícil la palabra.
Aminetu, tú lo sabes, nuestro mundo agoniza, sólo algunas semillas como la tuya nos indican que es posible aún la primavera.
Querida mujer, mujer sementera, fértil dama de arena.
Aquí estamos, los que no nos rendimos, mirando a los ojos a aquellos que están haciendo de ti un cuerpo sin domicilio.
Aminetu, ejemplo de resistencia, la muerte se acerca, quiere acostarse en tu corazón, te desordena el pulso, te aprieta los huesos, te quiere en su presidio, sin hijos, sin madre, sin sueños, sin bandera.
Aminetu estamos contigo, sin ceder un palmo, acechando con canciones a tanto perro, a tanto guardián del reino.
Aguanta, mi amor, los perros también se arrodillan.

domingo, 13 de diciembre de 2009

Vivo en una càrcel inmensa

Siempre creí que yo era una mujer libre.
Me parecía que era la opción que muchos tenemos de elegir en momentos puntuales; trabajar o estudiar, dios o una ONG, amar a un hombre o a una mujer, leer a Saramago o a Savater, en fin, esta era la libertad que hacía invisible mi condena.
Una libertad de andar por casa.
La pieza diminuta de un engranaje que me ha dejado creer que puedo circular, leer, escribir, pensar libremente, esta réplica descafeinada que me ha tapado los ojos y la boca, que me ha llenado de derrotas, hoy me ha enseñado que hay otra.
Una libertad que se escribe con letras mayúsculas, a la que han abierto las piernas para introducirle violentamente las leyes que nos gobiernan, las leyes que cierran periódicos, que criminalizan las ideas, las leyes que vomitan personas más allá de las fronteras,.
Esa otra libertad, esclava del poder y de su falo deforme, pertenece a unos pocos que la manosean.
Por eso yo sé que no soy una mujer libre, porque nunca la vi, porque fui ciega y nunca, hasta hoy, sospeché siquiera su tristeza, ni escuche el ruido de sus cadenas arrastrándose por la tierra.
Por eso hoy yo sé que los guardianes que me custodian nunca me llamarán presa aunque lo sea.
Pero es cierto, vivo en una cárcel inmensa.

martes, 8 de diciembre de 2009

No es violencia


No es violencia el paro.
No es violencia la inestabilidad en el trabajo, ni los jornales precarios.
No es violencia levantar muros para prohibir después saltarlos.
No es violencia el saqueo,
el empobrecimiento,
la codicia sin freno.
No es violencia morir de guerra, morir de hambre, morir de enfermedades curables.
No es violencia la mentira, la censura, la desinformación.
No es violencia la tortura, la pena de muerte, la cárcel, ni las masacres.
No es violencia la deuda externa,
ni la apropiación de la tierra, ni de las ideas.
No es violencia mandar callar, hacer callar, matar para callar.
No es violencia.

No es violencia privar de pan, privar de sueños y de letras.
No es violencia el desahucio, la miseria.
No es violencia.

No es violencia el golpe de estado, ni el golpe financiero, ni el golpe anestésico.
No es violencia el abuso, la prepotencia.
No es violencia la riqueza de unos pocos,
la soberbia de unos pocos,
los crímenes de unos pocos.
No es violencia matar despacio, matar sin dejar marcas, matar desde la infancia.
No es violencia.

No es violencia ocupar territorios, ni enarbolar victorias con rifles de asalto.
No es violencia dar la espalda, dar la puñalada, vaciar los bolsillos ajenos y regresar a casa.
No, no es violencia.

Si Nada de esto es Violencia.
¿serà entonces,que esa señora hace siglos que està tuerta?

domingo, 6 de diciembre de 2009

Sonrìe, nos estàn grabando

Cuando era una niña, con tanto crucifijo, catecismo, oración y pecado, tenìa miedo a dios. Veìa su gran ojo por todos los lados y temìa que me descubriera blasfemando, o robando o dejándome meter mano.
Hoy, a ese señor mayor, barbudo, curiosamente blanco, curiosamente hombre, le puedo levantar la voz sin que pestañeemos ni èl ni yo.
Pero desde hace tiempo vengo notando que lo han sustituido por otro, igual de peligroso, igual de castrador,.
Es otro ojo criminal que ha perfeccionado el oficio. Registra mis paseos, y excesos, anota mis viajes, mis deudas, lee mis cartas, le interesa lo que veo, lo que compro, lo que vendo, le interesa como amo, con quien lo hago, quien es mi familia, cuales son mis enfermedades, averigua mis pensamientos, anota mis conversaciones, mis suspiros, mis jadeos, mis cabreos.
Sabe la talla que utilizo, lo que como y lo que bebo, sabe que a veces pienso, que a veces me quejo.
Ese gran ojo que me vigila, que me atosiga, que quiere llevarme por el buen camino, que està deseoso de perdonarme, de hacerme un sitio entre sus fieles, que quiere que me arrodillle y rece, obediente, sus plegarias, que me mira con ternura si pago su mercadería, si doy mi limosnita, mansa, dócil, perfecta.
Ese gran ojo que me observa tan dulcemente cuando estoy en un banco, o en el metro o en el casco viejo de mi pueblo, ese gran ojo, cuidador, protector, sabedor de lo bueno, de lo correcto, que guarda todo en su memoria prodigiosa, me tiene un poco harta, cualquier dìa de estos, le sonrìo y me levanto la falda.

martes, 1 de diciembre de 2009

Sospecho que soy terrorista

Yo antes no era así, vivía feliz mirando tele, trabajando en precario, leyendo poco.
Bebía cervezas, masticaba chicle, iba de compras, saludaba al jefe... Todo iba bien. pagaba mis deudas , soñaba con que me tocara la lotería, con ir de vacaciones, con estar un día completo en la cama, en fin, cosas sencillas, compraba el periódico los domingos, saludaba de lejos a las vecinas, felicitaba las navidades a mi familia, todo bien , todo correcto
Pero últimamente no sé qué me pasa, no sé cuando empezó todo, no sé, ciertamente, si el inicio estuvo en la ley de partidos, o fue antes, no se si se agravó mi crisis con las detenciones, no sé verdaderamente si tuvo la culpa Bush o Aznar o Garzón o Marlaska, no sé si es por la censura, por la tortura o por la manipulación. No se si tiene algo de responsabilidad en mi situación, Palestina o Irak o Guantánamo o Soto del Real, no sé si es porque llevan esposados a los jóvenes, a los emigrantes, a los disidentes, no sé si es por las huelgas de hambre, por los muertos de hambre, por los muertos de pena.
No sé si es por tanta mentira, por tanto descuartizador, por tanto mercader, por tanta impunidad, por tanta mordaza a sueldo.
Sospecho que soy terrorista. He empezado a respirar sin pedir permiso, a pensar sin pedir permiso, a hablar sin pedir permiso y esto dicen, es el peor de los síntomas en una sociedad aterrorizada como la nuestra donde la palabra es la peor de las amenazas.