martes, 30 de abril de 2013

El armisticio


Viñeta de Kalvellido
No recuerdas còmo era amanecer,
ni cómo eran las primaveras.
Hoy sólo sabes de tinieblas,
sólo tienes el ahora,
el empeño de parar en seco este momento,
el sueño imposible de que nada  sea cierto.

Es de noche,
lo sé, lo sabemos.
Es de noche, es verdad, todo es oscuro,
todo es silencio,
todo es arena que se lleva el viento,
todo es respirar en la asfixia de vivir a contratiempo.

Pero hermano,
no estás solo,
míranos,
estamos.
Aunque no nos pidas aire, ni luz, ni mañanas,
aunque no nos pidas, estrellas, ni latidos, ni palabras,
aunque no nos pidas raíces para atarte a la tierra,
aunque no nos pidas ser tu pulmón, tu arteria, tus rodillas,
aunque no nos pidas un pecho, un hombro, una caricia.
Aunque no nos pidas nada
te lo damos todo, hermano,
porque  es el único armisticio que firman los amigos
cuando son de veras.

lunes, 22 de abril de 2013

La gran guerra


Viñeta de Kalvellido
Es una pesadilla lo que estamos viviendo.
Han hecho borrón y cuenta nueva no sólo con los derechos más elementales también con la decencia.
Podemos escuchar decir las mayores atrocidades a los mandamases de turno sin sentir vergüenza.
Les parece que tenemos que pagar más, sufrir más, morir más.
Les parece que debemos creer todo lo que cuentan; dramáticas falacias sobre la realidad, bombas que se inventan, crisis elaboradas en trastiendas, guerras en defensa de paces armadas hasta los dientes…
Mentira tras mentira construyen un mundo nuevo, de países- cárceles donde es difícil respirar sin sentir la vigilancia, los cacheos,  a los alguaciles desafiando cada uno de nuestros movimientos.
Esto se asemeja cada día más a un paisaje orwelliano donde las ideas que asoman subversivas, irredentas, al poco de nacer se convierten en terroristas y la gran mayoría lo digiere como si fuera un credo.
Y por eso, es tarea de cada cual, empeñarse en reconstruir la verdad, palmo a palmo y defenderla hasta las últimas consecuencias.
De no ser así, de no estar alerta permanentemente en la gran  guerra mediática  que  vacía las conciencias, estaremos dejando el futuro en manos de unos pocos artesanos de cadenas.
Es una tarea inmensa demoler no sólo las mentiras fabricadas en serie, también a los que son producto del sistema y se enmascaran de izquierda.

 

viernes, 19 de abril de 2013

Pobreza


Viñeta de Kalvellido
Eres la sierva de quien come y canta,
eres la huella que la historia anota en los márgenes,
eres un mundo que se reparte sin contar con tu hambre,
sin contar con tu frío,
sin contar con el sudor que se derrama siglo a siglo,
cuerpo a cuerpo,
pueblo a pueblo.

Pobreza, eres la evidencia
de que existen fieras, hombres, fieras.
De que existe el infierno sin armisticio
en vidas que  por haber nacido malmueren calcinadas
sobre  el fuego lento de la codicia.

Pobreza,
eres dignidad pero también vergüenza,
eres dolor pero también rebeldía,
eres todo lo que yo nombro
y lo que nos vuelve extrañamente
cuerdos en  esta humanidad de locos .

Pobreza,
te abrazo y te maldigo,
los que se alimentan
a costa de tus andrajos,
los artesanos de esta miseria que aumenta,
los hacedores de este mundo que es sudario
que es luto y es violencia
un día reventarán,
y ese día, al fin,
escribiremos el epitafio:
Aquí yace quien nunca debió haber nacido.

martes, 16 de abril de 2013

En la mira


Viñeta de Kalvellido
Quienquiera que lea estas letras pensará que soy una bruta porque la noticia de las bombas en EEUU, me ha dejado indiferente. Como si estuviera escuchando el tiempo que va a hacer la próxima semana. Es decir, me da lo mismo porque  esos muertitos, pocos, elegidos sin azar o con él por sus propios mandamases no significan más que un grano de arena en medio de este desierto de holocaustos que ese imperio genera.
Pienso que son cadáveres fabricados por su propia industria de violencia. Más allá de la autoría, cuestionable y sospechosa siempre, lo que en verdad me preocupa son los miles, millones de personas que mueren lentamente o de forma fulminante y que  caen desangrados por la misma bandera.
Y encima hay que aguantar la propaganda, el victimismo, soportar durante meses que están en la mira.
Se presagia más guerra, más carne de cañón atravesando fronteras, más patrias a la deriva.
Se auguran tiempos aún peores porque cada vez más gente ve al emperador desnudo, en pelotas, tal cual es, con su negra calavera a cuestas. Con su oscura víscera.
Con su terrible dedo pulgar que diezma.

domingo, 14 de abril de 2013

Yo sè


Viñeta de MJò Daffuncio y Kalvellido

Yo sé que tu silencio
es un espejo roto
en cuatro trozos.

Cuatro pedazos afilados
que  rasgan
con su  quejido
la  esperanza.

 Yo sé que tu silencio
en noches de vigilia
deja  huellas
sobre pliegos que hoy son batalla.

 Yo sé que las horas son largas,
que es breve el amor,
que es corto el abrazo cuando duele sin fondo,
 cuando duele hasta el tuétano,
cuando duele  sin prisa el dolor,
cuando duele y duele y duele
y muerde y muerde y muerde
las ganas de reventar a ostias los mañanas.

 Yo sé  que estas palabras no te salvan,
que no te quitan la pena,
que no son nada
pero no puedo quedarme callada
mientras un amigo está lejos
con el corazón a media asta.

domingo, 7 de abril de 2013

La riqueza

Viñeta de Kalvellido

¿Cómo no odiar
esa mala costumbre de besar labio a labio,
de matar a deshora,
de caducar la esperanza,
de esparcir su  violencia leprosa
si cada vez que te nombran
son millones los que visten tus andrajos?

¿Cómo pensar, riqueza, que tus privilegios vienen de la sangre o de la nada,
de la suerte o del trabajo
si yo sé que  llevas a rastras por la historia sepulturas vacías de memoria,
pueblos caídos a pedazos,
carne deshecha por los piojos,
hambrunas feroces que se olvidan?

¿Cómo no odiar, riqueza, a los que te respiran
si yo sé que son los culpables
de esta violencia repartida,
de este  espanto de cifras y de vidas
que peregrinan entre la sed y la ausencia de comida?

¿Cómo no odiar
sus rostros amarillos,
sus placeres siniestros,
la muerte que germinan?

 ¿Cómo no odiaros a todos,
verdugos ricos en sangre,
si cada vez que os llamamos
una letanía de horrores
apedrea el corazón de cada uno de los pobres?

viernes, 5 de abril de 2013

Ya no seremos los mismos


Ya no seremos los mismos,
Tú con tu pena tan honda,
yo con mis versos sin patios ni niños.
Tú con tu ausencia en el tuétano,
yo con mis duelos mimados.
Tú con tus deseos cansados,
yo con mis recuerdos de gritos y vino.
Tú con tu cuerpo vacío,
yo con  estas horas eternas
que me quitan la edad a mordiscos.

 Ya no seremos los mismos.
Seremos otros,
nacidos de nuevo,
con el llanto floreciente sin lluvia
sobre las almohadas.

Seremos otros pero también los mismos,
quizá más viejos,
quizá menos limpios,
pero seguro
que esta cárcel de tristeza,
que esta cárcel que te arranca el azar y su destino
romperá sus rejas un día
y nos encontraremos,
quizá distintos,
pero seguro, amigos.

Soy dèbil


 Viñeta de Kalvellido
Consigo mantenerme en pie, esa es mi suerte.
Cuando los ríos desbordan cadáveres de niños,
cuando la canción deja de ser el antídoto,
cuando amanece la soledad
y te quieres morir porque vivir es un desafío
donde acechan indómitas las cenizas
… entonces soy débil.

 Pero también soy fuerte
porque la vida no puede ser esta canallada,
esta pena hecha jirones,
esta horrible nausea
de saberte hecho añicos en la distancia.

 Soy fuerte
si el dolor  es tu peor  rutina,
si  el presente  se cobra  por adelantado el porvenir y sus flores
si  siento que tu corazón està   esperando un “ojalá”
un “tal vez”,
una duda que te de una tregua,
un respiro.

 Soy metal, piedra, puñalada
si sé que de mi depende tu fuerza para llegar hasta mañana.

lunes, 1 de abril de 2013

El ciclo

Viñeta de Kalvellido

Dicen que la crisis pasará, que todo es cíclico en la vida.
Eso es fácil decirlo cuando tienes tiempo y puedes dejarlo caer pausadamente.
Pero yo no lo tengo, yo no veré el mundo como lo hemos imaginado en las eternas horas de tortura y de cárcel, mientras la picana y los golpes.
Me pregunto de qué sirvió tanto desgarro. Tantos compañeros fusilados, tantos empobrecidos, atravesando, fugitivos las fronteras,  llevando a rastras la voz de los vencidos, la voz de los que fueron fieles hasta la victoria de la traición y la felonía.
A veces la memoria me clava en el corazón esa rabia joven, y salgo a la calle a gritar como un demente.
Es un pobre loco, piensan, dicen, murmuran, olvidan.
Es un pobre loco, un viejo loco, un loco de atar, un loco más.
Y me uno a otros locos errantes, no tan viejos ni tan dementes y escupo a los hijos de los hijos de aquellos asesinos que partieron este pueblo por la mitad.
Les exijo que me miren a los ojos, que miren las cicatrices, que vean mi miseria hasta que les duela.
Pero no, ellos son como los de entonces.
Cuerdos que afirman que la crisis es cíclica, que pasará, como pasa el invierno, como pasó de largo la democracia y la memoria y la justicia.
Cuerdos que nos imponen el espejismo de que todo volverá a su sitio.
Es decir, para ellos el pan, pa nosotros la violencia a destajo y los harapos.