jueves, 30 de julio de 2015

Amèn


Tal y como están las cosas parece que la palabra más correcta de ahora en adelante será: amén.
Debemos usarla para todo, interiorizarla como corresponde:
 Amèn cuando nos multen.
 Amén cuando nos golpeen.
Amén cuando nos detengan.
Amén cuando no nos paguen o nos paguen una mierda.
Amén cuando nos corten la luz.
Amén cuando nos echen a empujones de nuestras casas endeudadas.
Amén cuando nos roben.
Amén cuando los obispos se metan en nuestros ovarios.
Amén cuando el rey, la reina,  hablen.
Amén cuando el presidente nos imponga la bandera rojigualda.
Amén en las calles, en las alcobas, en las redes.
Amén en la poesía, en las pancartas, en las paredes.
Amén en las camisetas, en los conciertos, sobre la arena de las playas.
Amén a los niños ricos, amén a los machos alfa, amén a los oligarcas.
Amén a los ilustrados, amén a los desnortados, amén a los criminales.
Amén a los puritanos, amén a los trasnochados, amén a los hijos de la grandísima
que  nos quieren mudos y esclavos.
Amén   a los que inventaron esa jodida palabra.
Amén, amén, amén.
Escrita en la espalda y clavada en la garganta..


lunes, 27 de julio de 2015

El pesimismo


Habrá mucha gente que al leerme pensarà que vivo anclada en el pesimismo. No es cierto.
Solo miro la realidad tal cual está, sin analgésicos.
Creo que le mundo está sufriendo ahora mismo una transición.
Vamos hacia un lugar peor de lo que lo conocemos.
Pienso que poco a poco  perdemos humanidad y salvo casos aislados y heroicos, los pueblos no alcanzan a dar respuesta a las barbaries.
Son tantas que las normalizamos.
Normalizamos las hambrunas, las masacres, las epidemias.
Consideramos que la violencia es tan antigua y tan natural al ser humano como el latido y vamos esquivando los golpes y el látigo.
Vivimos tiempos trágicos.
Lo natural no es esto.
No es natural pasar hambre, ni morir de enfermedades curables, no es natural que nos suicidemos agobiados por las deudas, ni que los niños tengan caries, andrajos o sarna.
Pienso que la transición nos llevará a un lugar donde será más difícil abrir los ojos, donde la intensidad de la violencia uno a uno, será tan enorme que apenas podremos mover los hombros.
No es pesimismo, es lógica de poeta. El capitalismo necesita ahora más que nunca reordenar la tierra, los recursos, la mano de obra.
Necesita de todo el armamento pa asegurarse su supervivencia.
La democracia tal cual la conocemos no es más que una sirvienta arrodillada.
Pobre humanidad si no se levanta.
Pobres pueblos obligados a ser sólo brazos que trabajan, sólo cuerpos que revientan, sólo máquinas que no se quejan.
Pobre futuro yermo de paz.
Pobre presente, en guerra sin darse cuenta.

domingo, 26 de julio de 2015

España


España no es ni patria, ni grande, ni libre.
Es un zurcido de pueblos.
Lleva puesta una camisa de fuerza manchada con sangre y amnesia.
España es un  latifundio  donde aún mandan los sables, donde aún arrodillan las sotanas, donde aún se llenan las cárceles de hambre, andrajos e ideas.
España, eres el látigo de los que trabajan.
Eres la cadena de los puños que se levantan.
Eres el fuego que abrasa otras banderas.
España se muere por dentro.
A trozos se va muriendo.
La matan despacio los que siempre la estuvieron matando.

España se muere mientras se reverencia al rey con los pies descalzos.

sábado, 25 de julio de 2015

Poema tonto XXII


Quiero dejar  mis últimas voluntades escritas:
No quiero una tumba sin sol,
ni quiero cenizas que pasen de mano en mano,
no quiero iglesias, ni salmos,
ni palabras que barnicen la memoria con frases
hechas sobre las bondades de la muerta.
Quiero solamente
que el día que yo muera
se callen un rato las bestias.
Un segundo es suficiente
para saber qué es vivir sin este ruido
en las sienes.

No quiero morirme
sin haber conocido
el silencio fecundo
de la paz verdadera,
de la paz sin el ruido
del hambre y de las cadenas.
El día que yo muera
ojalá mueran conmigo todas las bestias.

martes, 21 de julio de 2015

Los genocidios


Yo lo que veo es que a millones se les escapa la vida sin haber tenido una sola tregua, un respiro, un alto en camino.
Millones de seres humanos creen que la vida es eso que tiene entre manos, un sobrevivir a duras penas, un morir irremediable, un acoso en toda regla.
Los genocidios no son casuales, ni siquiera esporádicos, son  tan antiguos como el capitalismo.
Los genocidios tampoco son fulminantes, a veces son lentos, casi imperceptibles en el día a día, pero igual de sangrientos.
Sospecho que el mapa de la mortalidad en el Estado español modificará sus cifras, poco a poco, año tras año.
Los pueblos más al sur, morirán más y peor, estarán más enfermos, menos cultivados, los niños más desnutridos, los viejos más abandonados.
La mendicidad irá en aumento, las cárceles se harán más grandes o se hacinarán lo presos.
Los policías serán armados mejor pa contener la rabia, serán aun más impunes para el golpe y la bala.
Y este morir lento de los pueblos, esta agonía del futuro, se puede remediar, claro que se puede.
Pero no con las urnas.
 La democracia es la excusa pa seguir con la barbarie, pa legitimar el hambre, pa no cambiar el orden criminal de las cosas.
Basta ya de promesas.
Basta de shows televisivos, de twits anacrónicos, de postureo zurdo y malintencionado.
Hablemos de lo que importa.
De nosotros.
Hablemos también de la victoria de los condenados.
Hablemos de esa victoria tan urgente como necesaria.
Hablemos del mañana, joder, de la necesidad de proteger la vida de todos y cada uno, no en términos de democracias homicidas. No.
Hablemos del mañana, con palabras exactas de verdad y de justicia.

lunes, 20 de julio de 2015

Itaca


Muy pocos vemos o somos vistos como  clase trabajadora. Al no verla, no nos sentimos parte de ella.
No sabemos qué es eso, pero bien sabemos qué es clase media y damos codazos pa que nos hagan un sitio en ese espacio amorfo donde todos se endeudan, curran como esclavos y ríen cuando les toca pagar los plazos.
Estamos ciegos, selectivamente ciegos.
Pero hay camareras, tenderos, trabajadoras domésticas.
Hay repartidores de propaganda, barrenderos, vendedores ambulantes.
Subcontratados, comerciales, modistas, autónomos.
Administrativos, campesinos, teleoperadores.
Seres humanos que trabajan a destajo por unas monedas que nunca alcanzan. Como animales de carga, como bestias.
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Ya ni el que curra de sol a sol sale de la pobreza, continúa anclado en ella. Ahogándose en ella, muriéndose en ella.
Y esa cantidad inmensa de supervivientes  invisibles, errantes,  merecen dignidad y decencia.
Merecen que les cuenten la verdad.
No la verdad ce los ilustrados.
No la verdad de los mesías.
No la verdad de las promesas.
Merecen que se les mire a la cara para decirles: vienen a por vosotros, a por vuestra mano de obra barata, a por vuestros hijos andrajosos, vienen a por vuestros enfermos, vienen a quitaros: el pan, el techo, la salud, el salario, los libros.
Están decididos a ponernos de rodillas, decididos a humillarnos, a encarcelarnos, a encadenarnos.
Vienen a por nosotros  porque estamos desarmados.
 Porque vivimos la precariedad de puertas pa dentro, porque sufrimos la enfermedad de puertas pa dentro, porque apenas somos capaces de juntarnos de dos en dos pa decir, ¡es hora de unir nuestras fuerzas!
Abramos de una jodida vez los ojos, sintamos el aliento de los condenados.
Tapémonos los oídos.
Cada uno  los emputecidos de la tierra es portador de un trozo del mapa que nos llevará a Ítaca.
Juntémoslos todos.
Andemos el camino.
Mientras no lo hacemos el fascismo avanza y masacra.

miércoles, 15 de julio de 2015

15 de julio


Hoy 15 de julio es mi cumpleaños, nací hace 47.
Son muchos los inviernos que cuento.
Apenas el amor me acompañó en la infancia, apenas nada en la adolescencia.
Un día, ya adulta,  dejé todo lo que tenía entre manos para darme una oportunidad de dos años. Si transcurrido este tiempo no encontraba un paliativo a mi tristeza, me rendiría.
Recorrí mi memoria palmo a palmo, me hice preguntas que hasta entonces habían estado perdidas, miré a mi alrededor, busqué los antídotos que me sanarían de la familia, del sistema asfixiante, de la realidad venenosa que nos deshumaniza.
Y en medio de este caos, en el límite mismo de la vida, cuando ya estaba exhausta y desahuciada  encontré la palabra.
Con la palabra encontré la poesía y de su mano me fue dada la conciencia.
Es decir, a pesar de todo doy gracias por estar aún en la vida.
Por ser frágil y a veces combativa.
Por haberme ganado la libertad de las ideas, la libertad del cuerpo, la libertad de los versos.
Por no claudicar ante las embestidas de mi propio entorno y del mundo.
Y sobre todo, por buscar de cualquiera de las formas posibles, en las calles, en los libros, en las redes, personas fieramente humanas que me ayudan a creer, a confiar, a soñar por el triunfo de la solidaridad y la justica en este combate feroz que libramos día a día.
Gracias a todas aquellas personas que decís ¡presente! Cuando más se os necesita.

Un abrazo, Silvia.

lunes, 13 de julio de 2015

A tocateja


Otra traición, una más.
Usaron la fuerza de la gente para llevarlo a un referéndum en el que nada estaba claro.
Y de la euforia pasamos a la decepción.
Jugada maestra donde las haya. El pueblo vuelve a casa rumiar mendrugos e impotencia. A buscarse la vida o la muerte.
Los espejismos son tan verdaderos que nos llevan al matadero y vamos cantando.
 Aquí no se mueve ni diosito si las oligarquías no tocan la flauta.
Lección aprendida.
A pagar a tocateja porque lo mandan los que prometieron salvarnos.
A ver de ahora en adelante en quienes vamos a creer.
En nosotros, es decir, en todos los emputecidos o en esa panda de zurdos blandengues que nos representan y  cantan cantos de sirena pa después reírse como hienas.

sábado, 11 de julio de 2015

Que nos jodan


La verdad es que no me gusta escribir con la desesperación como motor de estas letras.
Pero què quieren que les diga, pintan bastos y ni siquiera entramos en el reparto de la baraja.
Perderemos este juego.
Ahora mismo, con los datos en la mano de malnutrición, empobrecimiento fulminante, leyes de excepción y demás armamento de destrucción, los políticos mínimamente responsables de izquierda deberían dejarse de tanta palabra correcta,  de tanta reunión, de tanta campaña y gestos de victoria para salir a la calle con toda la rabia a cuestas.
Si tuvieran un mínimo de responsabilidad y de compromiso, las calles estarían llenas, no vacías por sus promesas, por sus eufemismos, por sus mentiras a cara cubierta.
Me duele el cinismo y la cobardía.
Me duelen los dependientes, los niños con hambre, las casas vacías.
Me duelen las servidumbres, la esclavitud con sonrisa y cadenas transparentes, me duelen los desempleados.
Todo esto duele, señores políticos zurdamente airados. Todo esto sangra. Todo esto sucede y ustedes limpian las urnas con limpiacristales que la opacan.
Traicionan la vida. La dejan a merced de los de siempre, la ningunean.
Ustedes saben, como yo lo sé, que nada cambiará si no es por la fuerza de la dignidad, de políticos limpios que estén dispuestos a ceder terreno para que sea ocupado por el pueblo trabajador emputecido y hambreado.
Ustedes saben que la democracia ahora mismo es una palabra deslegitimada, podrida, que hay que empezar de cero.
Pero lo que quieren es llevar ventaja en la carrera porque les puede el soborno del triunfo y sólo quieren llegar a la meta.
Y a nosotros que nos jodan, que nos jodan, que nos mueran.

lunes, 6 de julio de 2015

Zorba


Les juro por diosito que no entiendo de nada, ni de política, ni de economía y por eso  me surgen preguntas que pueden parecer idiotas.
Y no es que quiera ser aguafiestas, ni cortar el rollo guay que tenemos  desde ayer, bailando Zorba y brindando por la victoria.
 (Como si  fuera el asalto al cuartel  Moncada).
Lo que yo quiero es  comprender las cosas, disculpen  si apago la música.
Ahora que ha ganado el “no " en Grecia  y que según cuentan esto significa que serán soberanos, que recuperarán la dignidad, que se augura un futuro pa ellos de trabajo decente y derechos sociales, díganme oigan, ¿no pagarán la deuda? ¿O van a pagarla a poquitos, a muchitos, según convenga?
Hasta lo que yo sé el pueblo respaldò a un gobierno que no se niega a guardar la billetera.
¿Qué es exactamente a lo que han dicho “no”?
¿Al euro?, ¿a la OTAN?, ¿AL F.M.I.?
Y si han dicho no a todo esto, ¿qué hace Varoufaquis dimitiendo para dejar que sea otro el que negocie? ¿Qué van a negociar, el precio del yogur?
Y si ese “no” es tan contundente como nosotros celebramos, ¿qué hacen los medios de propaganda difundiendo esto, presentando al gobierno como a un héroe de la desobediencia?, ¿por qué con ellos sí?
Miren, a estas alturas, estas explosiones de optimismo, de actitudes revolucionarias controladas me molestan un poco.
Ojala estos pensamientos que escribo hoy sean equivocados, que sea cierto que soy una aguafiestas, una mujer alocada que no entiende nada, pero a mí me huele raro todo esto, para ser sincera, me huele a engaño. A manipulación masiva.
Creeré que un pueblo es soberano cuando diga un “no” rotundo a pagar la deuda que nos mantiene esclavos, mientras tanto, discúlpenme, pensaré que sólo son políticos jugando el juego sin riesgo de los rebeldes ilustrados.
Sólo que esta vez  han preguntado a su propio pueblo si quieren cadenas gruesas o cadenas delgadas.

domingo, 5 de julio de 2015

Poema tonto XXI

Hoy mi madre me dijo que quiere morirse, que no aguanta más dolor.
 Yo ya no tengo palabras que  sanen, suenan Inútiles y estereotipadas. Piedras que salen de mi garganta:
“Ya pasará, ama”.
“Mañana estarás mejor”.
 Un poco alcohol de romero, un poco pomada, una manzanilla.
Una broma, una caricia.
Pero quiere morirse porque el dolor no cesa.
Porque vivir enjaulada en su propio cuerpo es la herida que más supura.
Y tanto cansancio pesa.
Y tanto dolor duele.
Y la vida es ya un lastre donde la esperanza apenas asoma, apenas consigue darnos tregua.
Estamos solas, ella y yo, frente a esta inmensa muerte que se acerca.
Solas, con la memoria y sus cicatrices, con todas las orfandades y los auxilios y los salmos cantados a capela.
Solas frente a una muerte caprichosa que clava sus puñales poco a poco, que va libándonos la vida, que va empujándonos sin cuidado a ese abismo oscuro donde al fin descansan todos.
Exhaustas, doloridas
Con sólo daño en el corazón y en los caminos.

Quiero ser neutra

Deseo  cumplir con la ley y el orden pero no me entero  con esto de la libertad de expresión y sus límites;
Si llevar una camiseta  que pone ACAB, es feo, subversivo.
¿Puedo yo ponerme la camiseta de El Cabrero?
¿La de Alfonso sastre y Eva Forest?
¿La de los presos vascos del año pasado?
¿Puedo llevar la bandera republicana en una pulsera?
¿Puedo llevar en la mochila un libro de Brecht?
¿Tiraré el pañuelo palestino?
¿Me quito el tatuaje?
¿Me amputo la mano porque soy zurda?
¿Qué hago con mi madre si canta la internacional  por la calle y está demenciada?
¿Puedo saludar a mi vecino que estuvo en el talego?
¿Puedo comer falafel?
¿Qué hago con mi perro que se llama Bildu?
¿Arranco las pegatinas del coche?
¿Còmo haré para borrar las huellas de mis ideas?
¿Quemo los libros que tengo menos la biblia?
¿Y las fotos del Che?
¿Y las de Neruda?
¿La ikurriña?
¿Y la hoz?, ¿la entierro?
¿El negro y rojo ya no pueden ir juntos en mi vestimenta?
¿El rojo, amarillo, morado, tampoco?
¿El rojo, verde, blanco, tampoco?
¿El blanco es legal o pido guerra si  voy vestida entera de este color?
¿El negro sugiere muerte a bocajarro?
¿Si me pongo diadema ofendo a la reina?
¿Se puede cantar lo que uno quiera?
¿Se pude reír a destiempo?
¿Se puede llorar por tanta impotencia?
Ayudadme, necesito convertirme en neutra.
Debo convertirme en neutra.
Quiero ser una mujer neutra.
Ni de izquierdas ni de derechas.
¿Y si cumplo con todo esto y tampoco puedo ser poeta?

¿Qué hago entonces, me corto la lengua?

miércoles, 1 de julio de 2015

El bozal

Creo que a partir de hoy no podré decir que el fascismo entró en nuestras casas definitivamente (si es que alguna vez salió de ellas).
Ya no podré explicar que la monarquía, su corte, sus bufones, sus mamporreros me dan asco y les deseo vida, pero fuera. Lejos, muy lejos de esta tierra.
Tengo entendido que no podré decir que aquí se tortura, se encarcela, se ningunea a los pueblos hasta convertirlos en muñecos pin pan pun de su democrática feria.
Me han contado que esta es una democracia de veras, que así es como debe ser, todos calladitos y en fila, sin formar grupos de más de uno.
Si van dos de la mano es asamblea.
Si son tres es comando y si son más de cuatro, ¡cuidado!, son terroristas y pueden buscar pelea.
Ay, ¡qué bien vamos a vivir con la boca sellada y la garganta seca!
¡Qué bien que las leyes estén pa zurcir nuestras ideas!
¡Qué bueno es que nos cuiden de los locos de atar que agitan las conciencias!
¡Qué gusto da pensar que de ahora en adelante todos irán entre rejas!
Todos.
Los que se quejan, los que se reúnen, los que agitan las redes, escriben furia y se rebelan.
Todos pagarán multas por pasarse la raya de la desobediencia: Los sindicalistas airados, los cabreados en precario, los que guardan la cola del hambre, los que se sientan para evitar desahucios.
Todos endeudados o en espera de juicios sumarísimos por tirarse a la calle con la dignidad por bandera.
¡Qué bueno es esto de vivir en democracia!
Demócratas por los cuatro costados nos cortan la lengua, nos arrancan de cuajo los derechos humanos y nos dejan elegir lo menos malo cada cuatro años.
Que diosito os bendiga por protegernos tanto.
¿Decir “diosito”, será también pecado, será punible, puede ser castigado?
Joder, qué lío, ¿decir “joder” es pecado, es punible, puede ser castigado?
Si me callo reviento, pero si reviento, ¿iré a la cárcel por enaltecimiento?

Ahora en serio, sin sarcasmos, va siendo hora de aceptar que está todo atado y bien atado pa defenestrarnos.