miércoles, 1 de julio de 2015

El bozal

Creo que a partir de hoy no podré decir que el fascismo entró en nuestras casas definitivamente (si es que alguna vez salió de ellas).
Ya no podré explicar que la monarquía, su corte, sus bufones, sus mamporreros me dan asco y les deseo vida, pero fuera. Lejos, muy lejos de esta tierra.
Tengo entendido que no podré decir que aquí se tortura, se encarcela, se ningunea a los pueblos hasta convertirlos en muñecos pin pan pun de su democrática feria.
Me han contado que esta es una democracia de veras, que así es como debe ser, todos calladitos y en fila, sin formar grupos de más de uno.
Si van dos de la mano es asamblea.
Si son tres es comando y si son más de cuatro, ¡cuidado!, son terroristas y pueden buscar pelea.
Ay, ¡qué bien vamos a vivir con la boca sellada y la garganta seca!
¡Qué bien que las leyes estén pa zurcir nuestras ideas!
¡Qué bueno es que nos cuiden de los locos de atar que agitan las conciencias!
¡Qué gusto da pensar que de ahora en adelante todos irán entre rejas!
Todos.
Los que se quejan, los que se reúnen, los que agitan las redes, escriben furia y se rebelan.
Todos pagarán multas por pasarse la raya de la desobediencia: Los sindicalistas airados, los cabreados en precario, los que guardan la cola del hambre, los que se sientan para evitar desahucios.
Todos endeudados o en espera de juicios sumarísimos por tirarse a la calle con la dignidad por bandera.
¡Qué bueno es esto de vivir en democracia!
Demócratas por los cuatro costados nos cortan la lengua, nos arrancan de cuajo los derechos humanos y nos dejan elegir lo menos malo cada cuatro años.
Que diosito os bendiga por protegernos tanto.
¿Decir “diosito”, será también pecado, será punible, puede ser castigado?
Joder, qué lío, ¿decir “joder” es pecado, es punible, puede ser castigado?
Si me callo reviento, pero si reviento, ¿iré a la cárcel por enaltecimiento?

Ahora en serio, sin sarcasmos, va siendo hora de aceptar que está todo atado y bien atado pa defenestrarnos.

1 comentario: