jueves, 30 de julio de 2015

Amèn


Tal y como están las cosas parece que la palabra más correcta de ahora en adelante será: amén.
Debemos usarla para todo, interiorizarla como corresponde:
 Amèn cuando nos multen.
 Amén cuando nos golpeen.
Amén cuando nos detengan.
Amén cuando no nos paguen o nos paguen una mierda.
Amén cuando nos corten la luz.
Amén cuando nos echen a empujones de nuestras casas endeudadas.
Amén cuando nos roben.
Amén cuando los obispos se metan en nuestros ovarios.
Amén cuando el rey, la reina,  hablen.
Amén cuando el presidente nos imponga la bandera rojigualda.
Amén en las calles, en las alcobas, en las redes.
Amén en la poesía, en las pancartas, en las paredes.
Amén en las camisetas, en los conciertos, sobre la arena de las playas.
Amén a los niños ricos, amén a los machos alfa, amén a los oligarcas.
Amén a los ilustrados, amén a los desnortados, amén a los criminales.
Amén a los puritanos, amén a los trasnochados, amén a los hijos de la grandísima
que  nos quieren mudos y esclavos.
Amén   a los que inventaron esa jodida palabra.
Amén, amén, amén.
Escrita en la espalda y clavada en la garganta..


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