Viñeta de Kalvellido
En esta inmensidad es difícil izar el corazón como bandera.
Es difícil poner la ternura sobre la mesa.
Es difícil mirarnos a la cara entra tanta calavera.
En esta inmensidad las tardes caen, caen las ideas, caen los cuerpos, caen los pueblos.
En esta inmensidad de labios gastados, de memorias abrasadas, de rodillas ásperas apenas unos cuantos rompen a cantar, apenas unos cuantos nos dan el santo y seña, apenas unos cuantos llevan en sus manos la primavera.
Y nos dicen que les sigamos, que pronto las casas dejarán de estar muertas,
que pronto la decencia se levantará en armas.
Ya se tambalean, dicen, los pilares de la codicia,
ya tiemblan,
ya agonizan las bestias.
Pronto, muy pronto, en esta inmensidad que cercena el abrazo, podremos entrar a saco, abrirle las venas y dejar que se derrame la justicia por toda la tierra.
No obstante, son duros de roer estos ingenieros de ruinas y puntales.
ResponderEliminarAbrazos.
precioso.
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