martes, 20 de julio de 2010

Carcel

Imagen de Karla Frechilla

I
Pago la deuda de mi pobreza
muriendo la muerte lenta de las prisiones.
Quemo la mirada en patios sin horizontes
y acomodo mi poca vida
a un calendario
y alguna visita.

Apenas descanso,
los sueños son la nausea.
Solo cuento los días
como si pudiera así,
con los dedos,
apresurar su paso,
como si pudiera así
abrir la puerta
cruzar la noche
y huir,
huir,
huir,
huir gritando mi libertad a las estrellas.

II

Llevo el dolor a hombros
soy la madre de un preso.
Pago su pena con mi pena,
su condena es mi condena.
Llevo el dolor a hombros
y lo escondo para que no lo vea.
Aprieto los huesos
cuando de tarde en tarde
veo sus pestañas abrasadas de tanto llorar pa dentro.

Llevo el dolor a hombros,
mi hijo, es un hombre preso,
un ladrón, quizá,
quizá un asesino a sueldo,
pero es mi hijo
y su castigo
es mayor castigo en mi cuerpo.
Llevo el dolor a hombros y nadie parece verlo.

III
No aprendió a vivir fuera de las rejas.
fue tirando del hombre hecho pedazos
y no pudo derramar su vida más allá de los muros.
Los recuerdos le devolvían al principio,
al día que murió en parte o todo
al día que dejó crecer la pena
como crece el musgo entre las piedras.

No aprendió a vivir más allá de las rejas,
siglos contando los días
a la sombra de los pájaros
hicieron de él un ser
extraño a su humanidad
extraño a la humanidad que tan pronto castiga
como bosteza.

Poema del libro inèdito "Los partos de la bestia"

2 comentarios:

  1. A esa humanidad que no es la de la INTERNACIONAL...tiremos sus rejas.
    Un Abrazo

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  2. si, llegarà ese dìa, seguro. Un abrazo.

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