El imperio siempre está afilando los sables.
No sólo para clavárselos a sí mismo: Negros apaleados,
pobreza por todas partes, menores en las cárceles, emigrantes esclavizados, pena
de muerte, en resumen, violencia contra sus vísceras.
También es experto en fabricar odio y repartirlo por toda
la tierra para imponer sus leyes de codicia y prepotencia.
Le toca esta vez a Venezuela.
Los propagandistas no se cansan de repetir que ese país
necesita un correctivo, por el bien de todos.
Son muy malos y díscolos, no llevan tatuada en la piel “democracia
made in Usa”. Hay que reconducirlos, urge tomar medidas, una camisa de fuerza a
ese sueño demencial de libertad y soberanía.
Es la vieja historia de la oligarquía gringa. Tan sucia y
tan antigua.
Los voceros esparcidos por cada rincón del planeta se
ponen en el pelotón pa disparar a un pueblo que no se doblega.
Se oyen los tambores de guerra y Venezuela no debe
quedarse sola frente a las bestias.
El imperio se desangra.
Gota a gota caen sus hijos, plomo
a plomo, funde patrias, letra a letra
inventa infamias y la historia sigue escribiéndose a espaldas de la justicia.
Tu planteamiento globalmente correcto, hace que mi alma negra, residente en negro corazón, se pregunte si solo eso disculpe a un ser como Maduro, a sus gladiadores autoritarios , y sus propios crímenes.
ResponderEliminarLo lamento, no dejo de ver la imagen de la sangre Libertaria, regando las calles de Caracas, por orden de la autoridad.
Salud.