martes, 11 de febrero de 2014

Lo fàcil y lo dificil

Viñeta de Kalvellido

Debe ser cosa de poetas eso de andar preguntándose a todas horas sobre la maldad y la bondad del ser humano.
Para mí es algo insistente, obsesivo.
Está claro que hay maldades fáciles de descubrir, caudillos, torturadores, políticos de uno y otro costado, esclavizadores, gente de sable y plomo, un sinfín de personas que hacen con sus vidas un oficio siniestro donde no les importa nada, donde el dolor ajeno es irrelevante, donde la culpa desaparece dando paso a los beneficios, donde ríos de sangre y de lágrimas discurren impunes, sin responsabilidades.
Esto es lo fácil,  sus acciones tarde o temprano les delatan.
Lo difícil es desentrañar la maldad en las distancias cortas, en el vecino que saluda simpático, en nuestro hermano, en el señor que nos vende la fruta, en el maestro o en el amante que nos cede su alcoba.
La inquietud surge cuando el vecino de enfrente roba a la vieja discapacitada y demente, cuando nuestro hermano nos golpea y amenaza, cuando el señor que nos vende la fruta difama desde su púlpito a gente decente, cuando el maestro viola a su hija, o el amante saquea nuestro corazón hasta convertirlo en tierra yerma.
Ahí es cuando nos rompemos, cuando miramos en los ojos de esos “otros” tan cercanos y comprobamos que no hay huella de empatía, que nada sienten y nada les importamos.
La bondad es ingenua, no quiere ver que a su alrededor un puñado de perversos le pondrán la zancadilla para que no ande.
Lo fácil, insisto, es señalar a los crueles que con su violencia potente nos convierten en animales, en carne de cañón, en esclavos.

Lo difícil es apartar de nuestro lado a los que con saña, hacen que la vida, en lo cotidiano, se convierta en una guerra donde el enemigo nos besa,  nos folla o nos saluda amable.

3 comentarios:

  1. Allá en mis años mozos, las películas yanquis habían solucionado el problema. Los malos usaban sombreros negros y los buenos sombreros blancos. No podías equivocarte. Claro que duraba hasta que salíamos del cine.

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  2. "El amor es para la gente real".Charles Bukowski.

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