viernes, 31 de enero de 2014

Madrid debe ser y serà la tumba del fascismo

El 22 de marzo llegarán las marchas de la dignidad a Madrid para combatir el mismo fascismo que combatieron nuestros viejos  hace no tanto tiempo.
También ahora estamos asediados,  igual que ocurrió entonces.
Cada uno de los pueblos sobrevive a duras penas, lleno de miseria y hambre.
Avanzan  con su ideología de extermino, vienen al galope a saquearnos impunemente.
Lo quieren todo, hasta el aliento.
Hasta la infancia quieren de rodillas,
hasta nuestros úteros y nuestras libertades.
Hasta nuestra memoria.
Todo quieren,
las casas, los trabajos, las calles, las plazas, la tierra,
 la piel, las letras, la comida.
Pero la dignidad no la quieren, la temen.
La dignidad es cosa de hombres y de mujeres.
El 22 de marzo, llegaremos a la ciudad que fue símbolo de resistencia en tiempos no muy pretéritos para levantar el puño y la rabia.
Para  escribir el alegre epitafio  en su vientre.


miércoles, 29 de enero de 2014

El carro

Imagen de Mena

Hay personas que aún creen que su palabra vale.
Cotorrean desde los estrados  tratando de convencernos de su pulcritud, de su coherencia, de la empatía universal con la que fueron bautizados.
Los vemos en los sindicatos, en los parlamentos, entre   intelectuales,   pero les huele demasiado mal el aliento.
Dan asco.
Ciegos,  abrigados con su cinismo se empeñan una y otra vez en engañarnos.
Y una y otra vez desafían nuestra inteligencia seguros de que podrán convencernos, que depositaremos en ellos una confianza que se pasan por el forro cuando pintan oros.
¿Alguno habla de no pagar la deuda?, ¿alguno ha denunciado la situación de los presos políticos, de las torturas?, ¿dicen abiertamente que la justicia, toda, está patas arriba? ¿Alguno propone construir  una sociedad, a años luz de esta democracia emputecida? ¿O proponen casi todos seguir esta rueda, limpiando alguno de sus ejes, engrasando alguno de los engranajes que chirrían, cambiando los caballos viejos  que arrastra este carro de indigencia por potros que tiran con más fuerza?
¡Ay, que el carro va lleno de miseria ¡

Hay que pararlo. No arrastrarlo hacia tierras aún más yermas.

martes, 28 de enero de 2014

Vinieron al principio

Viñeta de Kalvellido

Vinieron al principio,
nacieron junto a nosotros,
sembraron poco, recogieron todo,
fabricaron moneda para quemarnos con ella.
Artesanos de cizaña escribieron la historia
sin contar quien fue el cantero
de cada lápida,
ni quien nos fue dando el tiro de gracia.

Vinieron  con  mala sombra,
porque sus cráneos antes de nacer fueron apuntalados con imperios y blasones.
Lo quisieron todo, todo,
hasta la memoria la quisieron a su semejanza,
hasta las palabras.
Vinieron igual que los dioses,
 para la usura,  la  mansedumbre,  la violencia, las falacias.
Vinieron, un puñado.
A penas una bandada con oscuras intenciones.

 Vinieron al principio, es cierto.
Estuvieron siempre junto a nosotros
bebiendo, insaciables,  nuestra sangre.
Es hora ya de que se larguen

lunes, 27 de enero de 2014

Te quiero

Viñeta de Kalvellido

No quiero tu mano blanda,
quiero tu puño,
no quiero tu palabra débil,
quiero tu grito antiguo,
no quiero tu espalda curva,
quiero tu médula en pie.
No quiero tus párpados zurcidos,
quiero tu mirada al frente.
Te quiero entero,
lleno de fuego,
te quiero sencillamente humano,
sencillo y ferruginoso,
sencillo y combativo,
sencillo de piel y de palabra,
sencillo de patria.
Sin muros, sin quietud,
sin el terror de los vencidos,
Te quiero así, como eres,
da igual donde sueñes.
Te quiero,  porque veo a través de ti, de vosotras,

 que aún son posibles sus derrotas.

domingo, 26 de enero de 2014

Mi poesìa

 Para mí la poesía debe ser útil.
Debe lograr el objetivo de ser manoseada, cantada, contada, secuestrada.
Yo concibo este oficio así, como una modista que trabaja en su casa, puntada tras puntada, para luego ver el vestido en un cuerpo ajeno camino del trabajo.
Es un oficio solitario, amargo muchas veces, ajeno a ese mundo paralelo donde se mezclan egos, premios, editoriales.
Yo no deseo eso para mis versos.
No quiero para ellos un destino  privilegiado. Los quiero sucios y efímeros. Guardados en los bolsillos de los republicanos, en las asambleas,  escritos en los cuadernos, en las paredes, en la memoria de quien los lee y le sirven para poner nombre a sus dolores.
Mis poemas no son nada si los pueblos no tuvieran la urgencia de vivir a pleno pulmón, respirando justicia por todos sus costados.

Mis poemas no son nada, no sirven de nada, si   estos retales de palabras que hilvano casi sin luz, no los viera, de vez en cuando, pasearse por la acera de enfrente hechos jirones, remendados, dando con su aliento un poco de calor a los corazones tozudos y soñadores que aùn creen que es posible ser libres.

sábado, 25 de enero de 2014

Los zapatos

Viñeta de La Ratagris

Hoy  me regalaron unos zapatos.
“La Yola” me dio una herramienta para poder andar, para seguir caminando, para que el dolor  sea menor, para que la humedad no me cale los huesos, para que  los días sean más cómodos, menos dañinos.
Me dio un símbolo.
Para que no me quede quieta a pesar de los latigazos.
Para que me mueva.
Para que  paso a paso, poco a poco vaya dejando huellas limpias sobre el fango y el asfalto.
Para proteger unos pies descalzos, heridos, fríos, que amortigüen las piedras, las espinas.
Que me pongan en pie cada mañana.
Hoy  soy una poeta con zapatos nuevos,  con prisa por seguir dando patadas a  los fantasmas que nos arrodillan.  


viernes, 24 de enero de 2014

Ring, ring

Viñeta de Kalvellido

Hace unos días recibí una llamada de teléfono de un amigo del pasado.
Después de las palabras de cortesía habituales, pasamos a preguntarnos sobre la esencia de nuestras vidas en estos años en los que cada uno ha seguido su camino.
¿Y tú,  qué tal? me dijo
-Pues, no muy bien, no paro de recibir ostias por todos los lados, respondí.
Ahhhhhhh, ya, pero bien, ¿no?
-No, bastante mal, tengo el cuerpo lleno de heridas.
“Bueno, Silvia, ya sabes, que todo lo que nos sucede, nos sucede por algo” sentenció.
Le colgué el teléfono inmediatamente y me puse a pensar en esta frase tan despiadada.
Me asaltó la imagen de familias completas sacadas a golpes de sus propias casas y claro, según el razonamiento de este individuo, este les sucede “por algo”, porque han sido malos, malísimos, porque han vivido por encima de sus posibilidades, porque cualquier diosito les obsequiará con una parcela en el paraíso de los desahuciados, en fin, que si se cruzan de brazos descubrirán mientras se mueren de frío en la calle, esa razón poderosa por la que los fascistas les hacen tan desgraciados.
Esencialmente me preocupa que la indiferencia tenga este rostro confuso, esta máscara que esconde tanto desprecio hacia las injusticias
Me preocupa estar rodeada de gente que justifique el sufrimiento ajeno con argumentos de sabiduría barata, con renglones memorizados de los libros de autoayuda.
Me jode. Y como no soy poeta correcta, diré que no tengo el coño para estos ruidos.
Porque esa actitud que me trasladó mi amigo por teléfono, esa especie de resignación esperanzada que quiso contagiarme no es más que la versión moderna de lo que los curas más reaccionarios han querido siempre que el pueblo sienta: una culpa inmensa.
Que entonemos el mea culpa mientras nos golpeamos el pecho con el puño, que nos dejemos hambrear porque es el peaje que debemos pagar por no ser puros.

Y a estas alturas, que venga nadie a contarnos estas milongas, cuando está todo tan claro y la barbarie se pasea en pelotas impune y criminal me parece de una complicidad y ceguera tan aterradora  que cruzo los dedos para que a este charlatán y a otros muchos, se les tuerza el destino a ver si entonces dicen lo mismo.