domingo, 29 de mayo de 2011
Nadie duerme en las plazas
Viñeta de Kalvellido
Por suerte, los juegos de prestidigitación que prepara el sistema para engañarnos no funcionan siempre, esas trampas poco cándidas, a veces se vuelven contra ellos, les dan la espalda y miran de frente para rebelarse.
Digo esto porque al ver las plazas llenas de gente encabronada podía pensarse que era una indignación pasajera, algo que se llevaría la memoria al trastero, como se ha llevado tantas cosas, pero no ha sido así, ya se descontroló la rebelión con ideas y desobediencia.
Ha habido intoxicaciones, intentos de cortar el cordón umbilical que une las generaciones de enjaulados, se ha intentado arrancar de las protestas banderas o consignas viejas, se ha visto un desfile de correcciones, de propuestas que no dañaban a la bestia, de palabras bienintencionadas, pero en medio de este ruido descorazonador se oye, al fin, limpia, la voz de los que muerden con vehemencia este nuevo orden de mierda.
Porque no están las cosas para tibiezas, ya no se puede andar de puntillas por la realidad, ya son inmensas las arenas movedizas.
La decrepitud de nuestro presente exige que pongamos freno a tanta indecencia.
Y ahí están, recuperando la palabra en las plazas.
Ojalá, el tiempo, no traicione con su cansancio a los que están bien dispuestos.
Ojalá este sea el parto definitivo.
Ojalá este sea el principio y ojalá los engranajes de la violencia se oxiden con los sueños justos de los que, despiertos, claman.
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¡Ojalá Silvia, ojalá!!!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
un aplauso sonó en la plaza cuando benito esta noche leyó tu poema en la asamblea, algunos fruncieron el ceño...se profundizo el debate.
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