martes, 18 de mayo de 2010
Un puñado
Es muy sencillo interpretar la realidad:
Un puñado de criminales roba.
Un puñado de políticos custodian para que lo robado siga estando en las mismas manos.
Un puñado de periodistas mienten para que esta verdad tan obvia no sea revelada.
Un puñado de intelectuales se ocupa de repartir propaganda para que los criminales sumen más monedas a las monedas robadas.
Un puñado de jueces bajan el pulgar o lo levantan según el capricho de sus amos.
Un puñado de miles de policías vigilan para que el puñado de criminales pueda continuar multiplicando las monedas que nos han robado, para que los políticos nos sigan defraudando, para que los periodistas continúen engañando, para que los intelectuales insistan con su lenguaje amordazado, para que los jueces aten a la justicia muy cerca de lo robado.
Mientras esto sucede miles de millones de seres humanos mueren de hambre, de sed, de pena, de pobreza, de resistencia.
Miles de millones condenados a la ignorancia, a la deuda, a la explotación, al saqueo, al desempleo, a la miseria,
Miles de millones condenados a vivir respirando impunidad por todos los lados.
Nuestro desafío es detener el exterminio.
Resistir, resistir, resistir.
No reclinar los corazones, no bajar la voz, no usar las rodillas.
Sumar una a una nuestras injusticias, abrigarnos con la verdad de esta tierra salvajemente diezmada, desnucar esta pesadilla
Y parir en medio de tanto crimen una esperanza limpia, insumisa, bien nutrida.
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Amén.
ResponderEliminarContigo ¡Poeta en pie de guerra!... por una esperanza limpia, insumisa, bien nutrida.
ResponderEliminar¡Extraordinario!
Un abrazo