domingo, 14 de agosto de 2011

Y tenemos de nuevo la visita


Viñeta de Kalvellido

Y tenemos de nuevo la visita de un tipo de piel y hueso, venerado como un santo, sin mayor mérito en la vida que saber rezar y señalar pecados que no son propios.
Y tenemos que soportar su presencia, aunque estemos convencidos de que es una estafa de siglos lo que cuenta, un engaño siniestro, la forma más ruin de someter a los pueblos, de doblegarlos, de inducirlos a la mansedumbre, a la resignación, al dolor, a la otra mejilla.
Y a mí me cabrean los que insisten en la cuestión de que hay que respetar todas las creencias, pues yo no puedo respetarlas si son de puertas pa fuera.
Si a cada paso me encuentro a estos individuos con falda colándose en la intimidad de mi cama, o sentados a la derecha del que manda, o bendiciendo a los criminales o criminalizando a los enfermos pues a mí no me da la gana respetarlos y les digo desde estas letras que se vayan al infierno, que se lleven sus sotanas, sus bendiciones, sus besamanos, sus libros, sus reliquias, sus canciones de nausea.
Que nos dejen en paz de una jodida vez, que no podemos soportar tanta caridad, tanta paloma blanca cagando sobre las cabezas de los empobrecidos de la tierra.
Joder, que se nos respete de una jodida vez, que no nos cuesten sus visitas más miseria.
Forman un ejército inmenso, el más sumiso de la historia, utilizan la cruz como espada y con miedo van ganado la guerra. Que se vayan a la mierda.

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