Cuando era una niña, con tanto crucifijo, catecismo, oración y pecado, tenìa miedo a dios. Veìa su gran ojo por todos los lados y temìa que me descubriera blasfemando, o robando o dejándome meter mano.
Hoy, a ese señor mayor, barbudo, curiosamente blanco, curiosamente hombre, le puedo levantar la voz sin que pestañeemos ni èl ni yo.
Pero desde hace tiempo vengo notando que lo han sustituido por otro, igual de peligroso, igual de castrador,.
Es otro ojo criminal que ha perfeccionado el oficio. Registra mis paseos, y excesos, anota mis viajes, mis deudas, lee mis cartas, le interesa lo que veo, lo que compro, lo que vendo, le interesa como amo, con quien lo hago, quien es mi familia, cuales son mis enfermedades, averigua mis pensamientos, anota mis conversaciones, mis suspiros, mis jadeos, mis cabreos.
Sabe la talla que utilizo, lo que como y lo que bebo, sabe que a veces pienso, que a veces me quejo.
Ese gran ojo que me vigila, que me atosiga, que quiere llevarme por el buen camino, que està deseoso de perdonarme, de hacerme un sitio entre sus fieles, que quiere que me arrodillle y rece, obediente, sus plegarias, que me mira con ternura si pago su mercadería, si doy mi limosnita, mansa, dócil, perfecta.
Ese gran ojo que me observa tan dulcemente cuando estoy en un banco, o en el metro o en el casco viejo de mi pueblo, ese gran ojo, cuidador, protector, sabedor de lo bueno, de lo correcto, que guarda todo en su memoria prodigiosa, me tiene un poco harta, cualquier dìa de estos, le sonrìo y me levanto la falda.
Sí; y a cada día que pasa todos, sin percibirlo, vamos siendo más parte de ese gran ojo. Como en 1984 cada vez somos más vigilantes a la vez que vigilados, temerosos de los otros y agresivos con ellos. El divide y vencerás ha calado ya muy hondo.
ResponderEliminarAbrazos.
Vuelve Orwell. Vamos hacia un fascismo de camara y control.
ResponderEliminarSalud
Si,Èxodo, lo bueno es ir tomando conciencia de esto,interiorizando que no todo està perdido,hay demasiada gente que nos muestra diariamente que es posible cambiar este mundo del revès. Un abrazo.
ResponderEliminarEdu:
ResponderEliminarsi,cambian las palabras, ya no se les puede llamar "fascistas", no nos dejan siquiera eso, pero es lo que son, efectivamente.
Por favor Silvia. No te levantes la falda.
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