miércoles, 12 de diciembre de 2012

El sistema està podrido


Viñeta de Kalvellido
El sistema esta  podrido.
Los viejos se mueren más pobres de lo que fueron cuando en tiempos del caudillo les robaban el pan, la infancia, las ideas.
Se mueren de una vida en el tajo sin salud y sin descanso.
Se mueren rotos por dentro, rotas sus vísceras y sus arterias, rotos sus sueños, rotos por el asco que les produce la limosna, el regreso de la cruz, el látigo y la bandera.
Nuestros viejos se mueren en harapos, sin  recibir una pizca siquiera de la riqueza que toda una existencia estuvieron generando.
Y mientras la realidad  se pudre, ellos tiemblan porque les amenazan con arrancarles su vergonzante puñado de monedas, sienten escalofríos porque están enfermos de enfermedades que les incrustó la miseria, se lamentan de la crueldad de tanto hijo de la grandísima que no les respeta  porque ya no son rentables ni sus brazos, ni sus quejas.
Muchos  salen a husmear en los basurales para llevar alimento a sus hijos desahuciados, a sus nietos hambreados.
Tienen el frío de la supervivencia incrustado en el tuétano.
Y que no me vengan con cuentos,  este ensañamiento con los vulnerables  sólo se arregla reventando de una vez el sistema para construir un lugar nuevo donde morirse en calma y con la dignidad intacta.

lunes, 10 de diciembre de 2012

La verdad



Viñeta de Kalvellido
Lo cierto es que llevo días pensando en la fuerza  de la verdad.
En cómo hacer posible que se abra paso entre tantas mentiras vertidas a lo largo de los siglos.
Estamos sentados sobre ellas con naturalidad, las digerimos, incuestionables desde la infancia, las masticamos con calma, las repetimos una y otra vez, como si fueran nuestro aliento y son nuestra derrota.
Yo sé que es doloroso desandar el conocimiento, cuestionárselo todo desde dios hasta la patria, desde la vida hasta la muerte.
Pero hemos llegado a un lugar sin retorno en el que sólo la verdad podrá hacernos libres. Sólo ella podrá reventar las cadenas que ahogan nuestras ideas y no las dejan avanzar hacia paraísos de amor y de ternura verdaderos.
Creo que es urgente rehacer las palabras, todas, vaciarlas del sinsentido que les está otorgando la historia, volver a parir a los héroes y a las heroínas que nunca quisieron ser estampas en camisetas, a los escritores que renegaron de medallas y de flores, a los ideólogos que jamás soñaron con estas rebeldías ordenadas y sumisas. Su verdad era otra.
Su palabra era otra.
Su lucha fue contra un sistema que ahora mismo utiliza su fuerza y la tergiversa.
Respiramos mentiras, mentiras a medias, o completas, mentirijillas, falacias enormes y sangrientas, nos hemos acostumbrado a ellas.
Y ya va siendo hora de usar la verdad para combatir en esta guerra.
Debemos cambiar el curso de la historia.
Los hambreados de la tierra podemos  sin duda, escribirla de nuevo, nuestro destino es la victoria, no quedar para siempre en la memoria como los vencidos, sin razón y sin remedio.

sábado, 8 de diciembre de 2012

Serà posible


Viñeta de Kalvellido
Escribo estas líneas con  la esperanza ingenua  de la poeta que persigue con palabras poco útiles no una pizca de justicia,  si no la justicia completa.
Paso los días pensando que quizá pronto un tribunal popular castigará los crímenes de nuestro tiempo, no sólo los de sangre  y  cuerpos náufragos en medio de escombros. No sólo esos, tan impunemente crucificados, arrinconados en la historia, convertidos en ceniza.
También escribo pensando que un día, quizá, esos otros crímenes sean deletreados en un tribunal popular y cada uno de los que ordenaron sus muertes lentas sean confinados a una existencia vigilada y entre rejas.
Hablo de la triste realidad en la que vivo. Hablo de los millones de personas que no tienen derecho a vivir una vida sin la herida lacerante de la pobreza, hablo de los que la originan y son sus responsables, hablo de esos pocos que  derraman indigencia en las calles, que se nutren con el dolor de la miseria que generan, que no ven la costra que dejan.
Hablo de los vulgares matones que nos gobiernan, de los alguaciles de este sistema que nos depreda, de los canallas democráticos que esparcidos por el mundo sepultan, suicidan, envenenan.
Y pienso que quizá un día rendirán cuentas ante cada uno de los pueblos que diezman, que estarán acompañados por esos amos que en la sombra luminosa  nos saquean  y que de nada les servirán los sobornos, las traiciones.
Es fácil demostrar quienes son los hacedores de este presente que lleva en sus arterias violencia.
 Sus nombres están escritos en la lista Forbes.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

El pudridero real


Viñeta de Kalvellido
Cada día la constitución huele peor.
Las palabras que hay escritas en ella tienen mal aliento.
Están empastadas con desigualdad porque dejan bien atado que un solo hombre entre todos puede hacer lo que le venga en gana; enriquecerse, ser idiota o criminal y seguir en palacio como si nada.
Es decir ya desde su inicio,  la izquierda  aceptó gustosa esta fábrica de privilegios, traicionando las conciencias de todos aquellos que se dejaron la piel por la república
Después de esto es fácil imaginar que hicieron oficio de la felonía, blindados por unas palabras que han dejado este país en carne viva.
Da escalofrío mirar, manadas de seres humanos vaciados de sus derechos, huecos, huérfanos.
Gente a la que ya sólo le queda la calle, el hambre, la nausea.
Gente pobre y con dolores.
Gente vieja, gente joven.
Personas corrientes, hechas con sudor y con sangre que no pueden celebrar una constitución que los convirtió en súbditos.
Hoy no es un día de fiesta, todo lo contrario, es un día de luto, Franco vigila para que se cumpla a rajatabla lo que dejó dicho.
Cada vez que sale el sol y comprobamos que no hay pan, techo, ni salario sabemos que el asesino tuvo demasiados hijos.

lunes, 3 de diciembre de 2012

607



Viñeta de Kalvellido
El 12 de enero, otra vez, una vez más, en Bilbao, se escuchará un solo grito.
Un grito agrio, desde las entrañas, que quiebra la sinrazón y recuerda a  los que viven entre rejas, repudiados por una justicia autista que mueve los hombros y clava sus uñas sucias en el tuétano de un pueblo que ni es sordo ni manco, ni está afónico.
El 12 de enero, un solo abrazo como un nudo inmenso, un solo puño como un monte de piedra, un sólo numero que cuenta los corazones presos.
La sed es larga pero nuestras lenguas no están fatigadas, no se agotarán los labios de repetir sus nombres hasta que estén en casa al lado de nuestros huesos y esperanzas.
Los queremos, aquí y ahora, sin ruegos, sin concesiones.
Los queremos cerca, sanos, sin cadenas perpetuas.
Porque no pensamos darnos por vencidos.
Porque nadie ni nada puede contra un pueblo que sale a la calle con  su razón, con  su coraje.
Con su verdad completa.
Con sus alas desafiantes,
con su voz irredenta, gritando un sólo número:
el de los prisioneros políticos vascos, el 607.

 

domingo, 2 de diciembre de 2012

La conjura de los falsos (6 de diciembre de 1978)


Viñeta de Kalvellido

Los conspiradores de la patria celebrarán dentro de unos días  esta democracia, atada y bien atada por una manada de traidores que prefirieron rubricar la constitución que nos ponía  de rodillas.
El conjuro de los falsos, de los que eligieron el camino corto de la genuflexión, de esos que han pasado a la historia con su nombre en las calles y funerales célebres.
Qué triste memoria la de esa izquierda que aplaudió la desigualdad  a espaldas de los exiliados, de los perseguidos, de los torturados, de los  asesinados  en el paredón o en las cárceles.
Cortesanos de la impunidad, de la sangre deforme, del desfalco.
Guardaespaldas de una patria que se pudre gracias a sus golpes.
De ellos es la responsabilidad de estar hoy en el abismo, porque ofrecieron la bandera a los mercados, impusieron a un rey idiota, y nos unieron por cojones aunque muchos no quisimos y nos revelamos al destino de vivir en este cortijo.
Sabemos los nombres, no es necesario repetirlos, son los mismos que hoy, palaciegos, callan los secretos y  viven alejados de esta miseria, bien pagados y tranquilos.
El 6 de diciembre, fue firmada nuestra sentencia.
Aquel día, quedaron al desnudo las felonías.
Y que no nos vengan con cuentos, los defensores de esta mierda, son sencillamente los alegres herederos  del caudillo.
La realidad suscribe lo que digo.


sábado, 1 de diciembre de 2012

Contra las cuerdas


Viñeta de Daffunchio y Kalvellido
Dejan de comer para gritar que no puede ser, que no,
que su dignidad se alimenta con resistencia,
que son un pueblo sin rodillas.
Las cárceles aúllan, gritan,
la vida está en riesgo,
cada segundo que pasan sin pan,
pone más contra las cuerdas a ese gobierno que los revienta.

No se derrumban los ojos que cantan, que sueñan,
no se derrumban los pueblos que  hablan entre rejas,
la impunidad corre por su venas y esto les da fuerza.
Los siglos no pudieron con ellos,
no pudo con ellos el sable,
ni el plomo,
ni el golpe,
no pudo con ellos la historia.
Mucho menos va a poder con ellos el hambre.