domingo, 2 de diciembre de 2012

La conjura de los falsos (6 de diciembre de 1978)


Viñeta de Kalvellido

Los conspiradores de la patria celebrarán dentro de unos días  esta democracia, atada y bien atada por una manada de traidores que prefirieron rubricar la constitución que nos ponía  de rodillas.
El conjuro de los falsos, de los que eligieron el camino corto de la genuflexión, de esos que han pasado a la historia con su nombre en las calles y funerales célebres.
Qué triste memoria la de esa izquierda que aplaudió la desigualdad  a espaldas de los exiliados, de los perseguidos, de los torturados, de los  asesinados  en el paredón o en las cárceles.
Cortesanos de la impunidad, de la sangre deforme, del desfalco.
Guardaespaldas de una patria que se pudre gracias a sus golpes.
De ellos es la responsabilidad de estar hoy en el abismo, porque ofrecieron la bandera a los mercados, impusieron a un rey idiota, y nos unieron por cojones aunque muchos no quisimos y nos revelamos al destino de vivir en este cortijo.
Sabemos los nombres, no es necesario repetirlos, son los mismos que hoy, palaciegos, callan los secretos y  viven alejados de esta miseria, bien pagados y tranquilos.
El 6 de diciembre, fue firmada nuestra sentencia.
Aquel día, quedaron al desnudo las felonías.
Y que no nos vengan con cuentos, los defensores de esta mierda, son sencillamente los alegres herederos  del caudillo.
La realidad suscribe lo que digo.


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