domingo, 6 de enero de 2019

Mujeres con pezuñas



Las zarpas del fascismo ya han empezado a arañar esta esmirriada “democracia”.
Sus zarpazos dicen ser legítimos porque un puñado de miles de personas los avalaron con su voto. También fueron mujeres las que estiraron el brazo después de alzarlo para usar la urna y defenestrarnos.
Podemos entender que son ignorantes, que son manipulables, que son algo idiotas, pero saben perfectamente lo que hacen, les gusta seguir a un nuevo caudillo. Aceptan sus discursos machistas, xenófobos, clasistas.
Las mujeres que les han votado aplauden cuando prometen cambiar las leyes contra el maltrato hacia ellas mismas. Abrazan el patriarcado cuando el machito de turno argumenta que las denuncias falsas son un “hecho contrastado” y critican a las mujeres violadas por enseñar las rodillas o las bragas.
A ellas también les molestan en los parques o en los colegios los niños de otros colores mezclados con los suyos, o las madres con hiyab, o la rumana con el hijo en brazos pidiendo por la calle.
Ellas también creen que España no se rompe y cualquier fractura ha de arreglarse por cojones.
Son mujeres con zarpas. Hieden a guarida, a cuadra, igual que los machos a los que acompañan. Su aliento envenena el aire.
Fascistas con vagina. Fascistas, al fin y al cabo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario