jueves, 8 de agosto de 2013

Que no


Que no, que no, que  no creo a nadie.
Que los andaluces no clavan las rodillas en la tierra,
que no a agachan la cabeza,
que no se encogen de hombros,
que no aceptan limosnas,
que no saben  de rendiciones.

Que no, que no intenten engañarme,
que he visto a ese pueblo caminar con sus protestas,
que los veo, día a día, abriéndose paso
decentes, limpios, gigantes.

Que no, que no, que no,
que yo no creo esos cantes,
que su carne está deshecha,
que están rotos por el hambre.

Que no, que no, que no,
que la dignidad les aplaude,
les aplauden  todos
los que saben de su coraje.

Que no, que no, que no creo esos cantes,
que los andaluces avanzan
con sus pies llenos de sangre.

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