miércoles, 15 de febrero de 2012

El mejor momento


Viñeta de Kalvellido

Yo no sé cual es el antídoto para este veneno, pero sí sé que el silencio facilita su discurrir alegre.
Los emputecidos con la reforma criminal, es decir, todos nosotros, pagamos a escote el enriquecimiento de los de siempre. Con nuestra pobreza, con la pérdida de salario y de defensas viables para protegernos, alimentamos unos estómagos insaciables de codicia.
Y callar este dolor y esta injusticia, quedarse mudos, atolondrados, sin preguntas, aceptar como si fuéramos mamelucos, no hacer ruido, caminar con la soga al cuello, ignorar a los rufianes, llorar a solas, olvidarse de las nauseas, escupir para adentro, ignorar esta violenta reforma laboral nos pone el yugo amargo de la mansedumbre.
Andar a la chita callando embrutece y siembra de impunidad el presente.
Da vértigo pensar que este ataque puede pasar de largo sin una respuesta contundente.
Da miedo pensar que un gobierno de violadores podrá salirse con la suya y sepultar la memoria y el futuro.
Da terror imaginar que estos canallas vivirán eternamente sobre los lomos cansados de quienes un día no pudieron ni quisieron alzar la voz, el puño, la rabia.
La calle, las palabras, la historia, nos esperan.
El mejor momento es ahora.

1 comentario:

  1. «Y esa ola de estremecido rencor, de justicia reclamada, de derecho pisoteado, que se empieza a levantar por entre las tierras de Latinoamérica, esa ola ya no parará más. Esa ola irá creciendo cada día que pase. Porque esa ola la forman los más, los mayoritarios en todos los aspectos, los que acumulan con su trabajo las riquezas, crean los valores, hacen andar las ruedas de la historia y que ahora despiertan del largo sueño embrutecedor a que los sometieron.»

    En Latinoamérica ya tenemos dos presidentes-guerrilleros. Ya la lucha no es la misma. Nuestro '68, fue a causa de ésto que pasa hoy acá. Estos 40 y pico de años fueron difíciles. Para el de a pie, y para quienes se rebelaron...

    Nuestra lucha, la lucha contra el capitalismo, y contra los fascistas que los soportan, es una lucha prolongada. Yo sólo pude ver un companero en el gobierno, tu verás, puede ser, el gran levantamiento de parias europeos. Seguro que no veremos, ni tú ni yo, el final tan anhelado.
    Pero para nosotros, la vida es la lucha.
    Yo no tengo terror ni los imagino.
    Nuestra revolución se está haciendo.

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